Un cierto grado de aprensión es normal antes de ir al dentista, o a cualquier médico. Pero si su ansiedad afecta a su salud bucodental y le impide ir al dentista, puede estar experimentando miedo, ansiedad o fobia dental.
Las estimaciones actuales revelan que entre el 5 y el 8% de los estadounidenses evitan a los dentistas por miedo. Mientras tanto, el 20% son ansiosos hasta el punto de que sólo buscarán tratamiento dental cuando sea necesario.
La ansiedad, el miedo o la fobia dental suelen ser desencadenados por ciertos eventos o experiencias, y algunos de ellos son:
- Pérdida de control – Algunos pacientes sienten que pierden el control cuando se tumban en el sillón dental y les resulta abrumador cuando un dentista se cierne sobre sus cabezas y sondea dentro de sus bocas. Suelen asociar esta sensación con la impotencia o con estar atrapados.
- Dolor – La mayoría de las personas temen ir al dentista por miedo al dolor, especialmente aquellas que tienen un umbral de dolor bajo.
- Vergüenza – Algunos pacientes se sienten avergonzados o apenados cuando los dentistas miran dentro de sus bocas y examinan sus encías y dientes. La incomodidad también puede ser el resultado de la poca distancia entre el paciente y el dentista durante el tratamiento.
- Experiencia pasada – La mayoría de las personas desarrollan miedos dentales debido a una mala experiencia en el pasado. Si un tratamiento anterior fue doloroso o dio lugar a complicaciones, un paciente puede desarrollar temores acerca de ir al dentista de nuevo.
Ansiedad, miedo y fobia dental: conocer la diferencia
La ansiedad, el miedo y la fobia dental son similares en el sentido de que todos tienen algo que ver con la aprensión de ir al dentista. Sin embargo, difieren en cierta medida.
La ansiedad dental se refiere a estar inquieto o preocupado por algo desconocido. La mayoría de los pacientes la experimentan en cierto grado, especialmente si están a punto de someterse a un tratamiento por primera vez. Por su parte, el miedo es una reacción a un peligro conocido, que puede ser provocado por una mala experiencia en el pasado. También puede dar lugar a una reacción de lucha o huida.
La fobia dental, por otro lado, es un sentimiento más intenso de miedo o temor. Las personas que la padecen suelen tener pánico y harán cualquier cosa para evitar las visitas y los tratamientos dentales. Normalmente, los fóbicos dentales sólo visitan a los dentistas y buscan tratamiento cuando su condición se vuelve abrumadora.
La ansiedad, el miedo y la fobia dental no sólo dan lugar a una mala salud oral, sino que también afectan al bienestar de una persona. De hecho, pueden allanar el camino a otros problemas de salud, baja autoestima o dudas sobre uno mismo.
Superar los miedos dentales
Hay maneras de superar cualquier aprensión que pueda tener sobre ir al dentista. Aquí hay diez maneras de ayudarte a hacerlo.
Reconoce tus miedos.
Para entender mejor tus sentimientos y abordarlos, necesitas llegar a un acuerdo con tu ansiedad o miedo a ir al dentista. Escribe tus miedos para poder hablar mejor de ellos. Hacer una lista de tus miedos no sólo te ayudará a reconocerlos, sino que también ayudará a tu dentista a explicarte qué es lo que está causando tu ansiedad o fobia y a ayudarte a solucionarlo.
Encuentra el dentista adecuado.
Una gran parte de la superación de tus miedos dentales es la elección del centro dental adecuado con el que trabajar. Busca listados locales y pide recomendaciones a familiares y amigos. Centra tu búsqueda en dentistas especializados en el tratamiento de pacientes ansiosos o temerosos.
Una vez que hayas reducido las opciones, empieza a llamar a cada uno de ellos. Observa cómo te habla el personal. ¿Son complacientes? ¿Son despectivos? ¿El dentista le devuelve la llamada? Si te sientes cómodo hablando con ellos por teléfono, puedes programar una visita para hacerte una idea del lugar y conocer al dentista en persona.
En tu visita, toma nota del ambiente y los alrededores del lugar. Si está limpio y se siente relajado, es una buena señal de que se trata de una clínica que puede tratar no sólo sus problemas bucodentales, sino también su ansiedad.
Aunque es reconfortante escuchar frases como «No hay nada de lo que deba preocuparse» o «Con nosotros será diferente», tenga en cuenta que un buen dentista no dirá esas cosas. En cambio, el dentista adecuado le ofrecerá seguridad a través de la comprensión de sus miedos sin hacerle sentir juzgado.
Comunique sus miedos y su ansiedad.
La base de cualquier buena relación es la comunicación. Desde el principio, incluso antes de concertar una cita con un dentista, lo mejor es hablar con franqueza sobre sus aprensiones, miedos y ansiedad. De este modo, el dentista podrá evaluar tu situación y elaborar un plan de acción adaptado a tus necesidades. En la mayoría de los casos, los dentistas diseñarán pistas y señales por si quieres tomar descansos o detener el tratamiento si te sientes incómodo.
Determina formas de reducir gradualmente tus miedos.
Para las personas con miedo al dentista, las visitas no deberían consistir únicamente en realizar un procedimiento, sino en crear una buena experiencia, de forma que se pueda reducir cualquier miedo o ansiedad. El médico adecuado no le meterá prisa en el tratamiento si se siente incómodo
Cuando trabaje con un dentista, vea si puede empezar con tratamientos más suaves, de modo que pueda acostumbrarse a sentarse en ese sillón dental y a que su dentista mire dentro de su boca. Una vez que esté preparado, puede pasar a tratamientos más avanzados.
Lleve a un acompañante durante las citas.
Tener a alguien con usted en una cita con el dentista, ya sea un amigo o un familiar, puede ofrecer una capa adicional de apoyo y seguridad. Si es posible, vea si su ser querido puede hacerle compañía incluso durante un procedimiento.
TIP: Vaya con alguien que no tenga ningún miedo a ir al dentista. Más aún, programe la cita por la mañana, para que pueda pasar menos tiempo pensando en sus aprensiones.
Vea si los sedantes son apropiados.
Se pueden administrar sedantes para mantener al paciente tranquilo y relajado durante el tratamiento. Algunos sedantes incluyen anestesia local, óxido nitroso y sedación oral o intravenosa. Comente con su dentista si los sedantes son aconsejables y, en caso de que lo sean, cuál es el más adecuado para usted.
Practique técnicas de relajación.
Los ejercicios de relajación pueden ayudarle a mantener la calma durante el tratamiento. Una de las formas en que puede relajarse es a través de la respiración controlada, que consiste en tomar una gran respiración y dejarla salir muy lentamente. Esto le ayudará a relajar los músculos y a ralentizar los latidos del corazón.
Utilice distracciones.
Las distracciones pueden ayudar a desviar su atención durante el tratamiento. Algunas de las formas de apartar su mente del procedimiento son escuchar música, juguetear con una pelota antiestrés y contar para sí mismo. Mientras tanto, también puede ver un vídeo divertido o un clip que le haga sentirse bien para ayudarle a relajarse antes de las citas.
Busque la ayuda de un psicólogo.
Si su miedo es tan intenso y ninguno de los consejos mencionados anteriormente le ha funcionado, considere consultar a un psicólogo. Los psicólogos están especializados en tratar las fobias, incluido el miedo al dentista.
Recompénsate.
Una vez que superes tu miedo al dentista o hagas hitos como terminar un tratamiento dental concreto, recompénsate. Cómprate algo bonito o haz algo divertido como ir a una escapada de fin de semana. Hacerlo te ayudará a relacionar las visitas al dentista con actividades divertidas.
Mantén la mente
Los tratamientos dentales son mucho más avanzados ahora en comparación con los de hace unos años. De hecho, hay formas de hacer las cosas con el mínimo dolor posible, desde la administración de anestesia hasta la cirugía. Además, los dentistas reconocen que la gente tiene aprensión a acudir a ellos, por lo que siguen esforzándose en ofrecer un ambiente cómodo y tranquilizador a los pacientes.
Una visita al dentista no es tan terrible como crees, porque su objetivo es mantener tu salud bucodental bajo control. Si estás intentando superar tu ansiedad o miedo, ten en cuenta los diez consejos comentados para que tu cita sea lo más cómoda posible.
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