A nadie le gusta una persona ensimismada- al menos a la mayoría de la gente que conozco no le gusta. Las personas ensimismadas presentan ciertos patrones similares a los de las personas narcisistas, y acercarse a este tipo de personas puede dañar tu autoestima.
Sin embargo, darse cuenta de ciertos elementos que definen su carácter puede hacer que estemos más preparados para tratar con ellos.
Aquí tienes 15 señales de personas ensimismadas:
Siempre están a la defensiva.
No ven el mundo desde los ojos de otra persona. Prefieren verlo desde los suyos y protegen sus defectos y su imagen con todo lo que tienen.
No ven el panorama general.
Una persona ensimismada piensa que el mundo sólo gira en torno a ella. Así, el mundo, desde su punto de vista, es un lugar que les comprende a ellos y quizás a unas pocas personas de su entorno que pueden controlar. La forma en que el mundo afecta a otras personas realmente no les concierne.
Son imponentes.
Utilizan con frecuencia palabras como «debería» o «debe». Quieren dominar en cualquier relación porque ven las relaciones como una herramienta para conseguir lo que quieren y hacerse el centro de atención.
A veces se sienten inseguros.
No están completos. Siempre les falta un hueco en su mundo. Y tú puedes ser la persona a la que intentan utilizar para llenar esos huecos.
Siempre se creen superiores a los demás.
Están tan consumidos por su propio mundo y su autoimagen que es casi imposible que otras personas estén a su altura. Mantienen un complejo de superioridad que lo más normal es que les lleve a desvalorizar a los demás.
Consideran que las amistades son una herramienta para conseguir lo que quieren.
No asumas que les preocupa demasiado la amistad que tienen contigo. Por eso tienen tantos amigos y no se preocupan en exceso por el número de amigos que tienen: consideran a los amigos como herramientas para conseguir lo que quieren.
Son extremadamente obstinados.
Siempre se trata de sus opiniones. No quieren tener en cuenta las opiniones de los demás; debido a su ensimismamiento se ven consumidos por su propio punto de vista, su propia imagen, sus deseos y sus preferencias.
No tienen relaciones duraderas.
Como sus relaciones se construyen en torno a la idea de cantidad y de utilizar a las personas como herramientas para conseguir lo que quieren, no tienen relaciones duraderas ni de calidad.
No tienen un verdadero sentido de la empatía.
Dado que su despliegue de simpatía o compasión suele ser condicional, les resulta difícil comprender la profundidad de la verdadera empatía o lo que este concepto significa realmente.
Esconden sus inseguridades tras un manto de éxito.
La verdad es que, independientemente del tipo de éxito que tengan, siempre se sentirán inadecuados internamente. Aunque pueden parecer exitosos o seguros de sí mismos basándose en las apariencias y los logros externos, internamente tienen miedos relacionados con la autoestima.
Devaluan a los demás.
La crítica constructiva está bien, pero las personas ensimismadas siempre llevan la crítica demasiado lejos y la utilizan como un arma que les permite devaluar a los demás.
Pueden ser arrogantes.
Esto se debe a que se sienten muy importantes y mejores que cualquier otra persona. Una persona ensimismada puede ser a menudo egoísta.
Ocultan quiénes son.
Presentarán la mejor y más cautivadora parte de su personalidad ante ti. Como están tan ensimismados, no quieren que veas los elementos ocultos que les hacen sentirse secretamente inseguros. Esto puede hacer que den la impresión de ser pretenciosos y que no sean vulnerables en las relaciones.
Son extremadamente egoístas.
Todos los humanos son egoístas. Pero hay ciertas ocasiones en las que hay que hacer excepciones y realizar acciones sin esperar nada a cambio. Esto no es así para la persona ensimismada.
Creen que son grandes y que el mundo de ahí fuera está equivocado.
No se autocura. Si han sido heridos, prefieren reprender al mundo por ello en lugar de auto-sanarse.
Para la persona ensimismada, el problema eres tú o el «otro» – nunca «yo». La mayoría de las veces, parecerá que ninguna forma de autosanación o terapia les conviene, ya que se centran en todos los males que el mundo les ha hecho, sin aceptar nunca ninguna responsabilidad.
Cuando reconozcas las señales anteriores, considera que puedes estar tratando con una persona ensimismada- o puede que tú mismo lo seas.
Y si te das cuenta de que en realidad lo eres, nunca es demasiado tarde para cambiar. Puedes trabajar en tu mentalidad y empezar a mejorar tus relaciones contigo mismo y con los demás: Cómo construir la autoestima (Una guía para darte cuenta de tu poder oculto)
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Crédito de la foto principal: Yoann Boyer vía unsplash.com