Cuando empecé a enseñar yoga en silla para personas mayores, no anticipé la profundidad del movimiento, la claridad y la conciencia corporal que transmitiría a mi propia práctica.
El yoga se desarrolló de una manera fresca más allá de la estera pegajosa. El movimiento detallado de las articulaciones, el nuevo acceso a los músculos y una mayor conexión con la respiración fueron sólo algunos de los aspectos más destacados.
El yoga en silla modifica las asanas en tu asiento y puede ofrecer las posturas a un público más amplio. Se puede practicar en la oficina cuando se necesita un impulso a medio día, ayudar a las personas mayores a mantenerse móviles y sociales, ofrecer alternativas para las lesiones e introducir el yoga a los discapacitados.
Los beneficios del yoga en silla
- Fortalece la columna vertebral
- Abre las caderas y los hombros
- Fortalece los brazos, las piernas y los tobillos
- Ayuda a aliviar el dolor, incluyendo el artrítico
- Tonifica el núcleo
- Mejora la coordinación y el equilibrio
- Reduce el estrés y la ansiedad
A continuación, cinco poses de yoga en silla que te animo a explorar. Sin embargo, ten en cuenta: comienza siempre con los dos pies apoyados en el suelo a menos que una lesión o discapacidad lo impida.
Puño, extensión, brazos por encima de la cabeza
Estira los brazos a los lados y cierra los puños. Inhala y comienza a levantar los brazos lentamente mientras abres los dedos. Sigue moviendo los brazos hacia arriba. Cierre el puño y luego separe los dedos, manteniendo el movimiento de apertura y cierre con las manos. Una vez que ambos brazos lleguen a la cima, haga una pausa. Luego cierra el puño y separa los dedos mientras bajas ambos brazos mientras exhalas. Haz 3 rondas de esto.
Beneficios: Este movimiento fortalece tus muñecas, palmas y dedos. También abre el pecho y alarga los músculos de los brazos.
Abrazo y giro
Cruza el brazo derecho sobre el izquierdo como si te dieras un gran abrazo. Gira lentamente tu ombligo de izquierda a derecha durante cinco respiraciones. Haz una pausa. Suelta ambos brazos hacia los lados mientras inhalas. Exhala y abrázate con el brazo contrario encima. Repite el mismo movimiento.
Beneficios: Este movimiento estira tu espalda, tonifica tu núcleo y mantiene tu columna vertebral flexible.
Levantamiento de piernas y brazos opuestos
Inhala para doblar y levantar la rodilla derecha, manteniendo el pie derecho flexionado. Al mismo tiempo, extiende el brazo izquierdo al frente, con la palma hacia arriba. Exhala y baja la pierna derecha y el brazo izquierdo. Inhale mientras dobla y levanta la pierna izquierda, con el pie izquierdo flexionado. Lleva el brazo derecho al frente y exhala mientras lo bajas. Sigue moviéndote durante 10 a 20 repeticiones.
Beneficios: Esta postura mejora la coordinación y el equilibrio a la vez que fortalece tus cuádriceps. También activa las caderas y estira los brazos. La flexión del pie estira las plantas de los pies a la vez que fortalece tus tobillos.
Doblar y girar
Doblar desde las caderas para doblar hacia delante mientras exhalas. Lleva tu mano izquierda al suelo o apóyala en tu espinilla o pie mientras inhalas el brazo derecho hacia arriba. Lleva el corazón hacia la punta de los dedos. Exhale y baje el brazo derecho. Luego, inhale el brazo izquierdo hacia arriba. Mantén cada lado durante 3 respiraciones.
Beneficios: Esta postura alarga la zona lumbar, fortalece la columna vertebral y abre el pecho.
Torsión de paloma sentada
Inhala y sube la pierna derecha, apoyando el tobillo en el muslo izquierdo y manteniendo el pie derecho flexionado. Sube un poco la rodilla derecha mientras giras desde el ombligo hacia la derecha. Mantén la postura durante 3 respiraciones. Haz lo mismo para el lado izquierdo.
Beneficios: Esta paloma abre las caderas y alarga la columna vertebral.
El yoga en silla puede ser una suave introducción a las asanas, un maravilloso complemento para la actividad de los mayores o una nueva perspectiva para tu propia práctica. Este híbrido de yoga puede aportar una nueva conciencia corporal tanto para los principiantes como para los yoguis avanzados.
Crédito de la imagen: Christie Pitko