La época navideña. Es ruidosa, materialista y socialmente abrumadora.
La mayoría de la gente planea para ella, gasta para ella, vive para ella y la teme, todo al mismo tiempo, cada año.
En nuestra sociedad, el ideal navideño es sentarse alrededor de un árbol fuertemente deslumbrado o de una mesa de cena fuertemente puesta con cada miembro de nuestros círculos familiares y de amistad.
Pero lo cierto es que muchos de nosotros no cumplimos con ese ideal.
Muchos acabamos sintiéndonos solos, aislados y desilusionados por nuestra falta de amistades cercanas o familiares. Y así pasamos la Navidad en soledad.
Para los que hemos pasado por algún tipo de despertar espiritual o crisis existencial, la época navideña puede ser especialmente dolorosa. Y eso es lo que pienso tratar en este artículo.
Navidad y Despertar Espiritual
Entre muchas de las razones por las que podemos pasar la Navidad solos, pasar por un despertar espiritual es una de las principales causas.
Cuando experimentamos un despertar espiritual (y debido al estado del planeta, cada vez son más las personas que lo hacen), tendemos a sentirnos abrumados por todo. Empezamos a cuestionar nuestras elecciones vitales, cuál es nuestro sentido de la vida y vemos la vida bajo una luz diferente.
Este proceso de giro de la vida tiende a hacer de la Navidad una época especialmente difícil e incluso traumática.
Podríamos hacernos preguntas como:
- ¿Por qué necesito reunirme con personas a las que rara vez veo durante el año para una celebración que es vieja y anticuada?
- ¿Qué sentido tiene pretender que me «gusten» o «quieran pasar tiempo con» familiares que son tóxicos?
- No soy cristiano y/o no creo en los orígenes de la Navidad – ¿por qué debería entonces celebrarla?
- ¿Cómo puedo dejar de sentirme tan deprimido y ansioso durante esta época del año?
- ¿Quiero siquiera celebrar la Navidad en primer lugar?
- Cuida tus niveles de estrés. Relájese antes del evento, por ejemplo, asegúrese de tener los pies en la tierra, estar bien descansado y organizado.
- Esté presente con su niño interior. Ampliando el punto anterior, sé consciente de que las fiestas como la Navidad pueden desencadenar viejos patrones de estrés y miedo en nuestro interior. Estos patrones provienen del niño interior herido – y todos, más o menos, tenemos uno. Así que date mucha validación, amor y apoyo. Te lo mereces y lo necesitas. Consulte nuestro artículo sobre el niño interior para obtener más orientación.
- Establezca límites y fronteras. Por ejemplo, haz saber cuánto tiempo puedes estar en la celebración/reunión antes de tener que ir a ____________ Tú decides. El poder está en tus manos.
- Si contribuir al consumismo/cambio climático es un problema para ti, piensa en hacer regalos más conscientes. Céntrate en artículos sostenibles y de producción ética. El bambú es una gran opción y un lugar para empezar, ya que es ampliamente accesible y se fabrica de diversas maneras (desde tazas de café hasta ropa de cama).
- Mantén la sencillez. Céntrate en simplificar lo que tienes que hacer. Limítate a lo esencial. No tengas miedo de dejar de lado las tareas y hábitos navideños que siempre has hecho simplemente porque te resultan familiares.
- Piensa en cómo te gustaría recuperar tus vacaciones para el año que viene. Seamos sinceros, la Navidad puede parecer realmente arbitraria y sin sentido. Por qué no planificar cómo te gustaría hacer que la Navidad (u otra celebración que elijas) sea más intencional. No tengas miedo de crear un nuevo ritual festivo para ti y tu familia que se sienta auténtico.
- Limita el contacto (en la medida de lo posible) con los miembros tóxicos de la familia. Todos tenemos *ese* tío, padre, suegra o miembro de la familia extendida que es un grano en el culo. Sé estratégico y encuentra formas de limitar tu contacto con ellos. Hacerlo te ayudará a mantener esa pizca de cordura extra.
- La gratitud ayuda mucho. Sí, sé que la situación puede no ser ideal para ti. Pero hay situaciones mucho peores por ahí. De hecho, la ciencia ha demostrado que ser agradecido es una poderosa forma de mantenerse feliz y tranquilo. Así que no, no tienes que estar agradecido por el comportamiento egocéntrico o sarcástico de tu hermano, pero sí puedes agradecer que hayan criado a unos hijos preciosos que aportan alegría al mundo.
Como resultado del proceso interno de transformación espiritual que se está produciendo, nuestras prioridades se aclaran y afloran preocupaciones más profundas: la Navidad se convierte en una época de pavor y depresión.
No sólo eso, sino que podemos no querer adherirnos al mismo consumismo que está destruyendo el planeta y nuestras almas. Decir no, ser fieles a nosotros mismos y escuchar nuestra integridad se convierte en algo que provoca ansiedad, ya que no queremos ir en contra del statu quo de nuestra familia de origen. Y sin embargo, una parte de nosotros anhela liberarse y vivir de acuerdo con nuestros propios valores. Surge una dolorosa escisión en nuestro interior.
Además, la sociedad nos dice que estar solos (o pasar la Navidad solos) es una tragedia que nos convierte en seres humanos tristes y lamentables. Claro, puede que esto no se nos enseñe descaradamente, pero es un mensaje tácito y subliminal que absorbemos. Y es una absoluta tontería.
La alegría de pasar la Navidad solo
Antes de entrar en la alegría de pasar la Navidad solo, vamos a explorar por qué tememos la soledad.
En primer lugar, estar solo no es lo mismo que sentirse solo. Las dos son experiencias totalmente diferentes.
Para dejar las cosas claras: estar solo es algo que disfrutamos o elegimos. Estar solo es algo que tememos y evitamos.
Entonces, ¿por qué el miedo a pasar la Navidad solo?
Creo que tememos pasar la Navidad solos, no sólo por el condicionamiento social de que no debemos hacerlo, sino también porque muy poca gente sabe ya estar sola.
¿Por qué?
Bueno, cuando estamos solos, tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos, a nuestros pensamientos, y a la irreprimible verdad de que estamos solos, a nivel de ego. Este miedo a enfrentarnos a las duras verdades de la vida hace que temamos estar solos, y en el proceso, olvidemos las delicias de la soledad.
En nuestra sociedad, es herético no sólo estar solo, sino herético encontrar satisfacción y plenitud por nosotros mismos, en nosotros mismos también.
Como comenta el escritor y amante de la soledad, Lionel Fisher, en su libro Celebrating Time Alone,
… hemos sido condicionados a presionar sin sentido, a ser parte de la norma.
Y esa norma es atiborrar nuestro vacío interior lo más posible de estímulos y ruido.
El hecho es que necesitamos volver a aprender a estar solos. Si alguna vez deseamos la verdadera paz interior, el autoconocimiento y la felicidad -del tipo que sólo puede descubrirse en la soledad- necesitamos volver a aprender a estar solos. Tenemos que hacer las paces con nuestra soledad. Necesitamos abrazar el poder de la soledad.
Afortunadamente, la temporada de vacaciones es el momento perfecto para celebrar el tiempo a solas con uno mismo. Es fundamentalmente un acto de autocuidado. Puede ser extraño y fuera de lo común, pero vivir según los estándares de una sociedad enferma y profundamente defectuosa es un error.
A continuación encontrarás una lista de algo más de 50 ideas extravagantes, desafiantes y divertidas que te ayudarán a saborear la Navidad a solas (si así lo decides).
51 cosas para hacer solo en Navidad
Nota:
Mientras que algunas de las ideas que aparecen a continuación atienden al lado infantil interior, juguetón y tonto que llevamos dentro, otras atienden a nuestras dimensiones interiores más serias, adultas y prácticas. Estoy seguro de que encontrarás al menos una idea que te atraiga.
1. Pasa la mañana en la autoprivación, y pasa la noche en la autocomplacencia.
2. Recrea tu espacio exterior. Decora tu habitación con luces navideñas y apaga todas las luces.
3. Haz un viaje por carretera a un lugar en el que nunca hayas estado.
4. Mantén una conversación contigo mismo durante todo el día.
5. Compón tu propio villancico.
6. Practica la privación sensorial e intenta pasar el día de Navidad sin oír ni ver.
7. Regálate el silencio. Bloquea todos los ruidos y distracciones y haz lo que más te importa.
8. Busca a la persona con aspecto más solitario de la ciudad y hazle un regalo.
9. Canta en el karaoke tus canciones favoritas y baila hasta que te derrumbes de cansancio.
10. Siéntate al aire libre y aprecia la naturaleza mientras bebes tés calmantes y potenciadores del ánimo como la pasionaria, el kava kava y la damiana.
11. Intenta establecer un récord mundial y envía un correo electrónico a Guinness World Records cuando lo consigas.
12. Dale un cambio de imagen a tu cara y a tu cuerpo. Aféitate, depílate, píntate, recórtate e hidrátate cada parte que encuentres.
13. Coge una bolsa llena de viejos adornos navideños y llena el buzón de alguien para darle una sorpresa al día siguiente.
14. Practicar la meditación de atención plena.
15. Convertirse en un nudista de interior durante todo el día.
16. Piensa en un interés culpable (por ejemplo, la curación con cristales para los escépticos) y pasa el día explorando tu curiosidad.
17. Pasar las Navidades plantando un ‘Jardín de Navidad’
18. Lee un libro interesante que amplíe tu mente como El proceso del despertar espiritual o Almas viejas (enchufe descarado para nuestros libros 🙂 )
19. Haz 3 buenas acciones que te hagan feliz.
20. Dedica las Navidades a investigar nuevas aficiones e intereses para ampliar tu mente, y tu mundo.
21. Crea un fuerte o cueva con almohadas y sábanas, y pasa el día dentro haciendo lo que más te gusta.
21. Haz tus propios adornos navideños a mano, y cubre tu casa con ellos.
22. Imagina que eres el actor y director de tu día. Hazlo digno de una película.
23. Inventa una lista de 20 razones por las que no deberías celebrar la Navidad.
24. Siéntate al aire libre y come tu comida favorita lentamente, saboreando cada bocado con una conciencia plena.
25. Ve a tu parque local y empápate de las vistas, los olores y los sonidos del día de Navidad. Siente las vibraciones felices.
26. Cocínate algo que creas que comería la Reina y disfrútalo tú solo.
27. Haz un maratón de películas.
28. Si tienes una mascota, hazle un regalo especial. Trata a tu compañero como a la realeza.
29. Compra algo de internet para ti. Tendrás algo que esperar mucho después de que la Navidad haya terminado.
30. Crea un acertijo, ponlo donde alguien lo encuentre y esconde un premio. Vuelve al lugar al final del día para ver si alguien lo ha encontrado.
31. Abre un mapa de tu ciudad, cierra los ojos y señala un lugar en el mapa. Conduzca o camine hasta allí y vea lo que encuentra.
32. Da un paseo a última hora de la tarde para oler toda la deliciosa comida que emana de las casas de tus vecinos. Adivina qué están cocinando.
33. Ve a la playa con tu novela favorita, muy temprano o muy tarde, para evitar el alboroto.
34. Recoge objetos que representen tus sentimientos y pensamientos sobre el día de Navidad. Mételos en una caja cápsula del tiempo y entiérralos en tu patio trasero.
35. Pasa la mañana investigando la historia de la Navidad. Pasa la tarde creando un vídeo en YouTube sobre lo que has descubierto.
36. Compra o haz algo especial y ponlo en la puerta de tu vecino. Toca el timbre y sal corriendo.
37. Piensa en lo que te gustaba hacer de pequeño y que ya no haces, y hazlo, por ejemplo, si era tomar baños de burbujas, ¡saca tus cristales de baño!
38. Haz que tu día sea más humorístico. Mira una comedia, ríete de la gente y de ti mismo, y busca las razones por las que las cosas que te tomas en serio son cómicas.
39. Siéntate y observa a la gente en el día de Navidad y escribe una pequeña historia sobre ellos. Luego imprímelo y pégalo en los buzones de todas las casas de tu calle.
40. Piensa en todas las razones por las que disfrutas de estar solo durante todo el día.
41. Reevalúa tu rutina diaria y 3 formas alternativas de hacer lo que normalmente haces. Ponlas en práctica.
42. Sé activamente perezoso, y pasa el día en la cama intentando tener un sueño lúcido.
43. Pasa el día abriendo, limpiando y equilibrando los chakras dentro de tu cuerpo. Por ejemplo, puedes beber infusiones relajantes (como éstas) que resuenen con cada chakra.
44. Si eres religioso, ve a una iglesia y sueña despierto con tus santos más queridos sentados a tu lado y hablándote. ¿Qué te dirían?
45. Aprovecha el día para conseguir algo importante. Por ejemplo, escribir un post completo en tu blog, llegar al nivel 22 en tu juego, resolver 50 acertijos, etc.
46. Dedica el día a pintar tu impresión del día de Navidad y pégala en la puerta de tu casa.
47. Sé excéntrico. Ríete de la gente de tu barrio colgando cosas extrañas de un árbol fuera de tu casa.
48. Cuídate durante todo el día. Date abrazos, escríbete un poema y compón una lista de todo lo que amas de ti mismo (este artículo sobre el amor propio puede ayudar).
49. Haz 5 cosas que sean tontas o ridículas para ti, y mira si consigues alguna epifanía vital.
50. Si está nevando, escabúllete por la mañana temprano y haz una familia de muñecos de nieve navideños, colocándolos misteriosamente por toda la ciudad.
51. Haz un examen de conciencia. Reflexiona sobre quién eres, qué quieres de la vida y qué te aporta un sentido y un propósito.
Qué hacer si decides (o tienes que) pasar la Navidad con otros
A veces, queremos pasar la Navidad solos, pero no es posible. Así se presenta la vida en estos momentos. ¿Qué hacemos?
Preparación del Despertar Espiritual
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Aunque este artículo está dirigido a aquellos que han pasado por un despertar espiritual y están luchando con la Navidad, estos consejos pueden ayudar a cualquier persona en cualquier etapa de su viaje vital:
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La Navidad es una celebración que nos impone la sociedad. A menudo sentimos la necesidad de jugar con sus reglas tácitas, y así experimentamos una pérdida de nuestra auto-soberanía. Pero con mindfulness, autocompasión y un poco de esfuerzo, puede convertirse en una fuente de empoderamiento.
¡Disfruta, y cuídate!
Así que cuéntame, ¿cuál es tu historia? Pasas la Navidad solo por decisión propia… o quizás por las circunstancias? Quizás compartes la Navidad con otros pero no quieres hacerlo. Comparte a continuación para que otros sepan que están en buena compañía.