Sólo hace falta una manzana podrida para estropear el racimo.
Todos hemos experimentado los efectos de esto de primera mano.
Un compañero de trabajo frustrado amarga el ánimo de todo el equipo.
Un miembro de la familia malhumorado mina la energía positiva de unas vacaciones.
Un conductor enfadado te corta el paso en el tráfico, estropeando instantáneamente tu mañana.
Contagio emocional es el término apropiadamente siniestro para este fenómeno psicológico. Describe el hecho de que los estados de ánimo se transfieren entre las personas en un corto período de tiempo. (Muchos estudios lo han demostrado en diferentes escenarios.)
Contagio emocional en acción.
Esto puede ser maravilloso cuando te rodeas de gente feliz. Como ilustra un estudio del British Medical Journal, cuando tus amigos son felices, es más probable que tú también lo seas.
En el lado opuesto de las cosas, el Contagio Emocional es una gran razón por la que es tan difícil lidiar con la negatividad en la vida. Las personas que expresan negatividad pueden ser como agujeros negros emocionales. Todos los que entran en contacto con ellos sufren las consecuencias.
Para minimizar el impacto de la negatividad en su vida, considere dos escenarios:
- Evitar el «contagio» cuando los demás le aportan negatividad.
- No contagiar la negatividad a los demás cuando usted se encuentra en un estado de ánimo negativo.
Navegar bien por estos escenarios depende de tu capacidad para ser consciente de tus pensamientos y acciones.
A continuación, seis estrategias que he puesto en práctica con éxito en mi propia vida.
Tratar con la negatividad de los demás
Encontrarás gente enfadada, malhumorada y frustrada allá donde vayas. Pueden ser compañeros de trabajo, tu madre o un completo desconocido.
No importa cómo te trate esta gente, recuerda que siempre tienes el control de cómo reaccionas.
Si tu objetivo es difundir la paz y la positividad en el mundo, toma las siguientes decisiones cuando la negatividad se cruce en tu camino.
No te lo tomes como algo personal
Nunca sabes por lo que está pasando otra persona en la vida.
Da a los demás el beneficio de la duda «asumiendo lo peor». Tal vez su perro está enfermo, o su novia rompió con ellos, o un miembro de la familia está en el hospital.
Sus acciones negativas probablemente no tienen nada que ver contigo, sólo están expresando su negatividad, y resulta que estás allí para recibirla. El psicólogo David J. Pollay lo describe bien con su «Ley del camión de la basura», que aprendió de un taxista de Nueva York.
«Muchas personas son como camiones de la basura. Van por ahí llenos de basura, llenos de frustración, llenos de ira y llenos de decepción. A medida que su basura se acumula, buscan un lugar donde tirarla. Y si se lo permites, la tirarán sobre ti. Así que cuando alguien quiera arrojarla sobre ti, no te lo tomes como algo personal. Simplemente sonríe, saluda, deséale lo mejor y sigue adelante. Créeme. Serás más feliz»
2. Mantente paciente para crear espacio
La negatividad cortocircuita tu sistema y provoca reacciones irreflexivas.
No cedas a los impulsos impacientes. En su lugar, respire profundamente y cree un espacio para actuar con intención.
Por ejemplo, cuando responda a un correo electrónico o una nota de enfado, no responda de inmediato. Dale un poco de tiempo para digerirlo esperando hasta el día siguiente. Abordar el correo electrónico con una perspectiva lúcida evitará una respuesta lamentablemente reaccionaria.
Sea pacífico y sonría
El contagio emocional se aplica tanto a las emociones positivas como a las negativas. No olvides que tus interacciones son una oportunidad para elevar a los demás.
No es necesario un esfuerzo extravagante para hacerles felices. Simplemente con ser pacífico compartiendo tu sonrisa es suficiente. (Esta es una de las razones por las que el autocuidado es tan importante. Te ayuda a ser tu mejor yo cada día, para que puedas aportar positividad a los demás.)
Cómo lidiar con tu propia negatividad
Incluso las personas más positivas se despiertan en el lado equivocado de la cama de vez en cuando.
En estas situaciones, la autoconciencia es el primer paso para evitar contagiar la negatividad a los demás. Sin la conciencia de tu estado mental negativo, quedarás atrapado como víctima de sus formas reactivas.
Pero en el instante en que seas consciente de que estás experimentando emociones negativas, volverás a tener el control. La toma de conciencia te da la oportunidad de actuar con intención.
Cuando sientas que la ira o la frustración estallan, da unos pasos para proceder con atención.
Recuerda, tú no eres tus emociones
En lugar de dejarte arrastrar por las emociones negativas, observa tu experiencia emocional con curiosidad.
Tómate un momento para observar las sensaciones físicas de estas emociones en tu cuerpo.
- ¿Dónde sientes las sensaciones con más fuerza?
- ¿Cuáles son las cualidades de estas sensaciones? (por ejemplo, tensión, movimiento, calor, …)
- ¿Cómo cambian las sensaciones con el tiempo?
- Nota cuándo aparecen nuevas sensaciones y cuándo desaparecen las existentes.
Concentrarte en las sensaciones físicas de tus emociones negativas te ayuda a observarlas de forma objetiva.
Al fin y al cabo, tú no eres tu ira o frustración. Simplemente estás experimentando esas emociones.
Acepta que estas emociones son temporales
Esto es cierto para todas las emociones, pensamientos y sentimientos.
Sólo necesitas observar tus emociones o pensamientos durante un breve periodo de tiempo para comprender su naturaleza temporal.
Como las nubes (o los gatos) que pasan sobre el cielo azul, esto también pasará.
Los pensamientos y las emociones van y vienen…
Elige sonreír
Al sonreír, te recuerdas que tienes el poder de controlar tus reacciones. Cuando vives con mayor conciencia de ti mismo, está claro que la forma de actuar es siempre una elección.
Aunque sonreír te parezca poco auténtico, inténtalo. Un estudio publicado en Psychological Science demostró que el acto físico de sonreír durante actividades estresantes condujo a la reducción de la frecuencia cardíaca en los participantes.
«Sonreír significa que somos nosotros mismos, que tenemos soberanía sobre nosotros mismos, que no estamos ahogados en el olvido.»
-Thich Nhat Hanh, Being Peace
Procede con apertura e intención
La negatividad está destinada a entrar en tu vida una y otra vez. A veces, otras personas te empujarán a la negatividad. Otras veces, encontrarás que la negatividad brota dentro de ti.
Sea cual sea la forma en que te encuentres con la negatividad, elige navegar por estas situaciones con atención.
Acepta la presencia de la negatividad con una conciencia sin prejuicios, y tendrás la oportunidad de actuar con intención.
En lugar de dejar que la negatividad controle tu experiencia, podrás elegir tu propio camino hacia adelante.