Aunque Australia es en sí misma una isla, sus costas están bordeadas por una serie de islas más pequeñas que a menudo se pasan por alto. Es posible que haya oído hablar de la isla Rottnest, cerca de Perth, para hacerse selfies con quokkas, y de la isla Phillip, a las afueras de Melbourne (famosa por su desfile nocturno de pingüinos). Pero esas son solo dos de las islas más conocidas de Australia.
Hay muchas más, como la isla Fraser de Queensland, que es la mayor isla de arena del mundo; la isla Satélite, que es un refugio privado frente a Tasmania; y la isla Bigge, frente a la costa de Kimberley de Australia Occidental, que tiene algunas de las obras de arte rupestre más antiguas del mundo escondidas en sus espectaculares gargantas y acantilados.
¿Interesado? Aquí hay otras ocho islas australianas de las que quizá no haya oído hablar todavía… pero que estamos dispuestos a apostar que están a punto de aterrizar en lo más alto de su lista de viajes pendientes.
Isla Lady Elliot, Queensland
La isla Lady Elliot se encuentra entre las islas más meridionales de la Gran Barrera de Coral y es el hogar de más de 1.200 especies de vida marina e innumerables tipos de aves marinas. Pero este vibrante cayo de coral no siempre fue un país de las maravillas acuáticas. En el siglo XIX, la isla fue explotada en busca de guano (sí, caca de pájaro) para utilizarlo como fertilizante agrícola e ingrediente de la pólvora. En las últimas décadas, y sobre todo desde que los actuales arrendatarios se hicieron cargo de la isla hace 14 años, los esfuerzos de conservación y la replantación han vuelto a hacer florecer la isla, han revitalizado los arrecifes de coral que la rodean y han atraído de nuevo a gran parte de la fauna y flora que una vez llamó a este lugar su hogar.
Hoy en día, la isla Lady Elliot ofrece 45 puntos de inmersión para los aficionados al esnórquel y al submarinismo, y está considerada como uno de los mejores lugares del planeta para bucear con mantarrayas. Al estar en el extremo sur de la Gran Barrera de Coral, las aguas permanecen más frías que en el norte, lo que significa que el coral no ha sufrido el mismo blanqueo que en otras partes del arrecife.
Cómo llegar: Se recomienda pasar al menos dos noches en la isla. Sin embargo, debido a su proximidad a la costa de Queensland, se puede llegar hasta aquí en una excursión de un día en hidroavión desde el aeropuerto de Redcliffe (RCL), cerca de Brisbane, desde la Costa Dorada, Bundaberg o Hervey Bay/Fraser Coast. Los precios rondan los 899 dólares australianos (633 dólares) por persona e incluyen los traslados al aeropuerto, los vuelos panorámicos de ida y vuelta, el equipo de snorkel y una visita guiada, así como un almuerzo tipo bufé, toallas, crema solar y el uso de las instalaciones para huéspedes.
Dónde alojarse: En la isla solo se encuentra el Lady Elliot Island Eco Resort, un campamento de montaña en la playa. No es lujoso -las habitaciones están refrigeradas por ventilador y no tienen televisor ni teléfono- pero es cómodo y, además, el campamento tiene el objetivo de funcionar con energía 100% renovable en 2020 y produce unos 30.000 litros de su propia agua dulce cada día.
Isla Lord Howe, Nueva Gales del Sur
Este aislado trozo de paraíso se encuentra a medio camino entre Australia y Nueva Zelanda, en medio del mar de Tasmania. La isla se formó a partir de los restos de un antiguo cráter volcánico, y es reconocible al instante por los dramáticos riscos que anclan su borde sur.
Además del espectacular paisaje, las aguas que rodean la isla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, albergan cientos de especies de peces, 90 tipos diferentes de coral y una próspera población de tortugas de carey y verdes. Se puede incluso bucear junto a estas asombrosas criaturas justo al lado de la costa, o durante una excursión de varias horas con empresas como Islander Cruises o Marine Adventures.
De vuelta a tierra, se puede hacer senderismo por las empinadas laderas de la isla, montar en bicicleta por sus suaves curvas o simplemente pasar el rato en una de las muchas playas poco concurridas mientras se hace una barbacoa. Sólo se permiten 400 visitantes en un momento dado, así que no tendrá que luchar contra las multitudes para conseguir un lugar en la arena. Los mejores meses para ver tortugas son de noviembre a abril, pero el clima de la isla es templado todo el año.
Cómo llegar: A menos que tengas tu propio yate, tendrás que volar. QantasLink ofrece hasta dos vuelos diarios sin escalas desde Sídney (SYD) y vuelos sin escalas desde Brisbane (BNE) a la isla de Lord Howe (LDH) los fines de semana. El vuelo dura unas dos horas, pero los precios de los billetes son elevados y oscilan entre 900 y 1.400 dólares de ida y vuelta. Lamentablemente, la disponibilidad de premios parece ser nula si se quieren utilizar las millas de American AAdvantage o los Avios de British Airways para reservar un billete en Qantas en estos momentos.
Dónde alojarse: Como es de esperar, los alojamientos son limitados, pero todavía hay algunos hermosos complejos. El Capella Lodge es uno de los alojamientos de lujo más sofisticados de Australia y cuenta con algunas de las mejores vistas de la isla, mientras que el Arajilla Retreat, más informal, tiene un ambiente selvático de inspiración balinesa.
Isla Canguro, Australia del Sur
Ok, puede que te resulte familiar esta impresionante isla situada a solo ocho millas de la costa de Australia del Sur. Después de todo, es relativamente grande, con 96 millas de largo por 35 de ancho en su punto más ancho, y lleva el nombre del marsupial favorito de todos.
Más de un tercio de la isla está cubierto por un parque nacional y otras áreas de conservación, lo que permite disfrutar de encuentros cercanos con la vida salvaje (piense en pasear entre colonias de leones marinos gigantes que toman el sol en la playa de Seal Bay; ver cómo los koalas se alimentan al atardecer en el santuario de vida salvaje de Hanson Bay; y hacer un picnic junto a los canguros y wallabies homónimos de la isla). La parte occidental de Kangaroo Island cuenta con impresionantes paisajes, como las formaciones rocosas Remarkable Rocks y Admirals Arch.
Kangaroo Island también se ha convertido en un destino popular para los amantes de la gastronomía, gracias a la prevalencia de las delicias culinarias producidas localmente, como la miel elaborada por las abejas de Liguria, el marron de agua dulce (un tipo de cangrejo de río con una carne especialmente dulce) y el marisco recién capturado, como las ostras y el abulón. También se pueden degustar cervezas artesanales, vinos y licores en establecimientos como Kangaroo Island Brewery y Bay of Shoals Wines. Un organizador como Exceptional Kangaroo Island puede crear un itinerario a medida que combine naturaleza, vida salvaje y experiencias gastronómicas.
Cómo llegar: Para los que tengan tiempo extra, el ferry Kangaroo Island Sealink opera un servicio diario desde Cape Jervis en el continente, a unos 90 minutos en coche al sur de Adelaida, hasta la ciudad portuaria de Penneshaw en la isla. El trayecto dura 45 minutos. Si no, se puede tomar un vuelo de 30 minutos desde el aeropuerto de Adelaida (ADL) a Kingscote (KGC) en Regional Express. Las tarifas rondan los 300 dólares australianos (212 dólares) ida y vuelta.
Dónde alojarse: Kangaroo Island alberga uno de los alojamientos de lujo más emblemáticos de Australia, el Southern Ocean Lodge, que domina el océano desde un espectacular acantilado. El lodge ofrece una variedad de experiencias en la naturaleza, menús a medida con algunos de los mejores productos y vinos locales y, por supuesto, un hermoso spa con tratamientos que incorporan productos Li’Tya de fabricación australiana. Si desea algo más informal (y con servicio de comidas), Kangaroo Beach Lodges es una buena alternativa.
Isla de Navidad, Australia Occidental
La Isla de Pascua está en el Pacífico, pero la Isla de Navidad se encuentra en medio del Océano Índico, a unos 1.600 kilómetros al noroeste de Perth y más cerca de Asia que de Australia. Este minúsculo afloramiento rocoso es conocido como las «Galápagos del Océano Índico» gracias a la increíble variedad y vitalidad de la vida salvaje que se encuentra aquí, y casi dos tercios de la misma se consideran terrenos del parque nacional.
Quizás sea más conocida por la masiva migración anual de cangrejos rojos que invade la isla en las lunas llenas durante los meses de octubre, noviembre o diciembre (varía de un año a otro). Los cangrejos rojos son una de las 14 especies de cangrejos terrestres que se encuentran en la isla, y se estima que hasta 50 millones de ellos viven allí.
Además de los crustáceos, los visitantes también pueden maravillarse con las impresionantes formaciones de arrecifes de coral de la isla de Navidad, la migración de los tiburones ballena (entre noviembre y mayo), una multitud de especies de aves marinas como los bosunos dorados y los piqueros de patas rojas, la selva tropical primordial y los dramáticos desniveles submarinos de la Fosa de Java. En resumen, es el paraíso para los amantes de la naturaleza.
Cómo llegar: Aquí no hay muchas opciones. Virgin Australia ofrece vuelos desde Perth (PER), sólo uno sin escalas a la semana al aeropuerto de la isla de Navidad (XCH), y un vuelo semanal vía el aeropuerto de las islas Cocos (Keeling) (CCK). Las tarifas son elevadas, a partir de unos 400 dólares australianos (282 dólares) por trayecto, pero la buena noticia es que se puede encontrar disponibilidad de premios con Delta SkyMiles por 22.500 millas y 31 dólares en impuestos y tasas por trayecto.
Dónde alojarse: La opción más lujosa de la isla es el Swell Lodge, un refugio ecológico alimentado por energía solar y enclavado en la selva de un parque nacional con vistas a un arrecife y al océano Índico. El personal creará itinerarios personalizados y organizará el uso de un vehículo 4×4 de cortesía para su estancia. Pero le costará: 690 dólares australianos (486 dólares) por persona y noche en ocupación doble. Si no se ajusta a su presupuesto, el Captain’s Last Resort es una opción más moderada por tan solo 190 AUD (134 dólares) por noche.
Isla Bruny, Tasmania
Si llega hasta Tasmania, debería incluir absolutamente una visita a la isla Bruny en su itinerario. Este escarpado pedazo de tierra se encuentra justo al lado de la costa, cerca de Hobart, y se está convirtiendo en un paraíso para los amantes de la comida y la vida silvestre por igual. Hay montones de rutas de senderismo, incluida una hasta el mirador de Truganini para disfrutar de unas vistas de 360 grados de la isla y su esbelto istmo, el Neck. Otra en la península de Labillardiere requiere un día completo en el Parque Nacional de South Bruny. Pennicott Wilderness Journeys ofrece cruceros para avistar delfines, ballenas migratorias, pingüinos y focas australianas, mientras que, de vuelta a tierra, podrá ver equidnas con púas, wombats excavadores y wallabies de cuello rojo.
Para los amantes de la gastronomía, la isla de Bruny es el hogar de uno de los productores artesanales gourmet más famosos de Australia, Bruny Island Cheese Co. Mientras esté allí, puede pasar por la lechería para probar sus diversos quesos y otros productos. Los visitantes también pueden visitar la bodega más meridional de Australia, Bruny Island Premium Wines; recoger bayas en Bruny Island Berry Farm; tomar una copa en Bruny Island House of Whisky; o participar en una excursión gastronómica de un día de duración con Bruny Island Traveller.
Tasmanian Walking Co. ofrece una excursión a pie de tres días «Bruny Island Long Weekend» que recorre algunos de los paisajes más emblemáticos de la isla junto con visitas a productores locales.
Cómo llegar: Hay un servicio regular de transbordadores para vehículos desde la ciudad de Kettering, que está a 40 minutos en coche al sur de Hobart. La travesía dura 20 minutos y cuesta 32 dólares australianos (unos 23 dólares) para un conductor y un vehículo.
Dónde alojarse: Si se quiere pasar unas noches en la isla, el Hundred Acre Hideaway es un miniresort ecológico con dos cabañas con cocina en un bosque tropical con vistas a Cloudy Bay. Los precios parten de 250 dólares australianos (176 dólares) por noche. Discover Bruny Island Holiday Accommodation es otra buena opción como base de operaciones, ya que está situado en Alonnah, el principal municipio de la isla. Las tarifas comienzan en 239 dólares australianos (169 dólares) por noche.
Islas Tiwi, Territorio del Norte
A sólo 60 millas al norte de Darwin, donde se unen los mares de Timor y Arafura, las islas Tiwi son un pequeño archipiélago de 11 islotes. Los dos principales son la isla Bathurst y la isla Melville, que es la segunda más grande de Australia después de Tasmania.
Lo que hace que las islas Tiwi sean tan especiales es que casi toda la población es de ascendencia indígena y los viajeros pueden participar en una variedad de actividades que incluyen recorridos culturales y de vida silvestre con ellos. Entre las artes y artesanías que distinguen a este singular lugar se encuentran la colorida pintura de telas batik, la talla de madera, la joyería de conchas y diversas formas de escultura de cerámica y vidrio.
Los entusiastas de las actividades al aire libre también acuden aquí por la fenomenal pesca, incluida la de barramundi alrededor de la isla de Melville, la pesca de cangrejos e incluso el rastreo de cocodrilos a lo largo de las indómitas costas de las islas.
Cómo llegar: Los visitantes pueden volar desde Darwin (DRW) a la isla de Bathurst (BRT) en un vuelo de hidroavión de 30 minutos o tomar el transbordador SeaLink que sale tres veces por semana de Darwin a la isla de Bathurst, que tarda algo menos de tres horas. Para desplazarse entre Bathurst y Melville, donde probablemente se aloje, hay un servicio de ferry los días laborables entre ambas. El transbordador para coches del Consejo Regional de las Islas Tiwi entre Wurrumiyanga, en la isla de Bathurst, y Paru, en la isla de Melville, funciona de lunes a viernes de 8 a 16 horas, y los billetes están disponibles en la oficina del Consejo o se pueden pedir por teléfono.
Dónde alojarse: Las dos mejores opciones están en la isla de Melville: el Melville Island Lodge y el Clearwater Island Lodge. Ambos se dirigen específicamente a la gente que sale a pescar, aunque también pueden organizar otras excursiones, como visitas a centros de arte locales, paseos por la selva para ver la fauna endémica, observación de cocodrilos, observación de aves y excursiones culturales que pueden hacer que los huéspedes busquen alimentos tradicionales como gusanos de manglar y cangrejos de barro.
Isla Daydream, Queensland
Para quienes deseen vivir la experiencia de la Gran Barrera de Coral por antonomasia sin tener que lidiar con charters abarrotados u hoteles atestados de turistas, la Isla Daydream es la alternativa perfecta.
Se encuentra en el idílico archipiélago de Whitsundays, en Queensland, y alberga un complejo turístico que pronto abrirá sus puertas. Lo que distingue a Daydream Island es que, aunque está cerca de Airlie Beach en el continente y del popular punto de partida de Hamilton Island, se siente completamente aislada. Mientras que algunos de los corales que rodean la isla resultaron muy dañados por los recientes ciclones, los que se encuentran en su extremo sur siguen estando sanos. Y si no te fías de mi palabra, solo tienes que echar un vistazo al perfil de Instagram del biólogo marino del complejo, Johnny Gaskell, para inspirarte.
Cómo llegar: Los visitantes pueden elegir entre volar a la isla de Hamilton (HTI) con Qantas (en la que se pueden utilizar las millas AAdvantage de American o los Avios de British Airways), o con Virgin Australia (socio de Delta SkyMiles). Ambas vuelan sin escalas desde Brisbane (BNE), Sydney (SYD) y Melbourne (MEL). También puede volar a Proserpine (PPP) en el continente desde Brisbane con Virgin Australia y Jetstar, o desde Sydney (SYD) con Jetstar y Tigerair. Desde cualquiera de ellas, se puede coger el servicio de ferry que ofrece Cruise Whitsundays.
Dónde alojarse: El complejo de 277 habitaciones de la isla está siendo renovado por 86 millones de dólares australianos (60,6 millones de dólares estadounidenses) después de haber sido dañado por un ciclón el año pasado y se espera que vuelva a abrir en abril. Contará con una zona de piscina remodelada y varios restaurantes nuevos, entre ellos uno que servirá comida australiana de temporada y otro centrado en la cocina de fusión asiática. Sin embargo, la atracción más interesante es el recién ampliado acuario exterior Living Reef, que se extiende más de 200 metros alrededor del edificio principal y alberga más de 100 especies marinas, entre ellas rayas, cangrejos, peces y corales.
Islas Cocos (Keeling), Australia Occidental
Al igual que la isla de Navidad, las islas Cocos (Keeling) están alejadas del continente en los tramos más remotos del océano Índico. Incluyen 27 islas de coral que forman dos atolones, y albergan un animado sistema de arrecifes que rebosa de criaturas marinas, como las raras tortugas carey, delfines y tiburones. Los visitantes pueden bucear y practicar el esnórquel, por supuesto, pero también pescar macabíes, hacer kitesurf, explorar las islas en un safari en canoa, descansar en las arenas blancas bordeadas de palmeras de la playa de Cossies o hacer senderismo por las distintas islas.
Las islas también son interesantes desde el punto de vista cultural, ya que gran parte de la población local tiene raíces malayas, y esa herencia es evidente en las hermosas artes y oficios que aún se practican en la isla.
Cómo llegar: Virgin Australia opera una ruta en circuito con vuelos desde Perth (PER) al aeropuerto de las islas Cocos (Keeling) (CCK), ya sea sin escalas o vía la isla de Navidad (XCH) dos veces por semana (el vuelo hace escala en el otro destino de vuelta a Perth). Aunque los billetes cuestan alrededor de 1.292 dólares australianos (909 dólares) ida y vuelta, la buena noticia es que se puede encontrar disponibilidad de premios utilizando Delta SkyMiles por 22.500 millas por trayecto más unos 31 dólares en impuestos y tasas.
Dónde alojarse: Las opciones son limitadas, pero interesantes. Oceania House es un hotel en una casa de la época colonial catalogada como patrimonio en Home Island con tarifas nocturnas a partir de 225 dólares australianos (158 dólares). Cocos Cottages, en West Island (donde está el aeropuerto), consta de tres casas independientes de dos dormitorios con vistas al campo de golf y a la laguna. Las tarifas parten de 250 AUD (176 dólares) por noche.
Imagen destacada de Lady Elliot Island vía .
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