La sal de Epsom, llamada así por un manantial salino amargo en Epsom en Surrey, Inglaterra, no es en realidad sal, sino un compuesto mineral puro natural de magnesio y sulfato. Conocida desde hace tiempo como un remedio natural para una serie de dolencias, la sal de Epsom tiene numerosos beneficios para la salud, así como muchos usos relacionados con la belleza, el hogar y la jardinería.
Los estudios han demostrado que tanto el magnesio como el sulfato se absorben fácilmente a través de la piel, lo que hace que los baños de sal de Epsom sean una forma fácil e ideal de disfrutar de los beneficios asociados para la salud. El magnesio desempeña una serie de funciones en el organismo, como la regulación de la actividad de más de 325 enzimas, la reducción de la inflamación, la ayuda a la función muscular y nerviosa y la prevención del endurecimiento de las arterias. Los sulfatos ayudan a mejorar la absorción de nutrientes, a eliminar las toxinas y a aliviar las migrañas.
Las sales de Epsom para perros pueden ser útiles para los perros que sufren alergias, para tratar heridas abiertas, aliviar las molestias de la piel y aliviar los dolores en los músculos. Lo único que debes vigilar es que tu perro no beba agua con sal de Epsom, porque puede alterar su sistema digestivo. Antes de empezar a utilizar un baño con sales de Epsom para perros, debes conocer los beneficios.