Nombrado así por los Titanes de la mitología griega, el titanio es un metal extremadamente fuerte, muy resistente a la corrosión, que es el séptimo elemento metálico más abundante en la corteza terrestre. Como «titán» literal del mundo de los metales, se utiliza ampliamente en la ingeniería, la aviación y otras industrias, pero en los últimos años se ha utilizado en la medicina reconstructiva en forma de prótesis, reemplazos de cadera y articulaciones, así como implantes dentales y de otro tipo, que claramente han introducido el material más directamente en el cuerpo. También se encuentra en materiales de construcción, como los cementos, en equipos deportivos, como las raquetas de tenis, y en la joyería.
En forma de dióxido de titanio -expresado químicamente como TiO2- tiene una gama aún más amplia de aplicaciones, muchas de las cuales ponen a las personas en contacto cercano adicional con él. Se encuentra en las pinturas blancas (su rodapié se mantiene brillante gracias al dióxido de titanio), en las bolsas blancas y otros plásticos, en los papeles blancos brillantes, en algunas tintas y, ocasionalmente, como esmalte o película sobre cerámica, espejos y piedras preciosas para aumentar la intensidad óptica.
Es especialmente común en los productos cosméticos -como el maquillaje, la protección solar y los dentífricos-, en ocasiones en forma «nano», que son partículas más finas, y que cuentan con aplicaciones adicionales. Puede obtener más información sobre su uso en el cuidado de la piel a través de nuestro artículo sobre la sensibilidad al titanio en SkinsMatter.com, nuestro sitio hermano.
El dióxido de titanio también se encuentra en los alimentos, como colorante alimentario E171 -para añadir blancura a los productos de confitería, el azúcar glas y los alimentos veganos sustitutivos de los lácteos- y en muchas píldoras, suplementos y medicamentos, a veces simplemente en la carcasa. También se utiliza regularmente en productos como los chicles de nicotina.
En los últimos años, han salido a la luz varios informes sobre alergia o sensibilidad al titanio, aunque hay muy poca investigación en la literatura médica al respecto. ¿Debería preocuparse? Y ¿podría ser el titanio la causa subyacente de sensibilidades, reacciones o síntomas para los que no se encuentra ningún otro culpable?
Sensibilidad al titanio
Aunque los metales no son alérgenos en sí mismos, sus iones pueden unirse a las moléculas de las proteínas biológicas y convertirlas en proteínas que tienen un mayor potencial alergénico. Esto ocurre con la bien documentada alergia al níquel, que puede afectar hasta al 10% de la población, principalmente a las mujeres.
La alergia al titanio está menos documentada o comprendida, pero ha sido un tema en el que el Grupo Médico Breakspear -una clínica privada del Reino Unido, especializada en alergias y enfermedades ambientales- se ha interesado durante algunos años. Puede afectar hasta al 4% de las personas con implantes de titanio, y a un número menor de la población en general. El único análisis de sangre actual para la alergia al titanio, una prueba llamada MELISA®, está disponible a través de Breakspear. Para aquellos con sensibilidad cutánea, potencialmente a los cosméticos, la prueba del parche es un medio alternativo de prueba, pero puede no funcionar bien como alternativa en el caso del titanio, desafortunadamente, ya que la penetración de la piel puede no ser suficiente.
Los síntomas de la sensibilidad pueden incluir la dermatitis y otras reacciones centradas en la piel, pero se ha especulado con que los efectos neurológicos -como los dolores de cabeza, las migrañas, la depresión, el dolor muscular, el insomnio y la fatiga- también pueden ser causados a veces por una exposición más prolongada o intensa al titanio en quienes han desarrollado reactividad al mismo.
Preocupaciones por la salud del dióxido de titanio
En marzo de este año, Dunkin Donuts fue noticia tras anunciar que eliminaría el dióxido de titanio de sus productos. La medida parecía estar motivada por la presión de un grupo de defensa, que estaba preocupado por la presencia de dióxido de titanio «nano» en el dióxido de titanio de calidad alimentaria que utilizaban. Aunque hay algunas partículas «nano» en el E171, la mayor parte del TiO2 no es nano, ya que de lo contrario no se producirían los efectos de blanqueamiento/aclarado. Como ingrediente altamente no reactivo, se considera ampliamente seguro – tendría que serlo, para ser aprobado por la UE, como lo es.
Dicho esto, algunos comentaristas han señalado que pueden existir algunos riesgos teóricos que aún desconocemos, y en línea con la tendencia de la llamada alimentación limpia, muchos pueden optar por evitar el colorante como lo harían con otros colorantes o aditivos en sus dietas.
¿Dónde se encuentra el E171?
Se utiliza ampliamente en los productos de confitería y el asunto ha suscitado en el pasado cierta preocupación por la salud de los niños.
Hay algunos informes en Internet que sugieren que puede utilizarse para sustituir la blancura perdida o ausente en las leches desnatadas, los requesones y los quesos ultrablancos como la mozzarella, pero el Consejo de los Productos Lácteos afirma que definitivamente no se utiliza en la leche (aunque puede usarse en los cartones de la leche desnatada), y en la UE los únicos productos lácteos en los que parece estar autorizado su uso son los «productos lácteos fermentados aromatizados». Según la sección de aditivos alimentarios de la base de datos de la CE, también se permite su uso en preparados de frutas y verduras, productos procesados de pescado y marisco, hielos comestibles, «aperitivos a base de almidón», chicles, postres y bebidas aromatizadas.
Las personas que siguen dietas «libres de» pueden encontrar su uso en productos como salsas y condimentos blancos preparados, blanqueadores de café veganos y quesos veganos / sin lácteos como los de Violife y Daiya.
Se ha pedido que se sustituya por el almidón de arroz, que también es blanco y puede utilizarse como alternativa. Este ingrediente como la ventaja añadida de ser un ingrediente ampliamente tolerado.
Las marcas sin lácteos y veganas que nos han confirmado que no utilizan E171 son Oatly, Bute Island Foods (Sheeze), The Coconut Collaborative y Plamil. Lactofree tampoco lo utiliza.
El chicle Peppersmith no contiene E171.
Titanio en suplementos y medicamentos
Los suplementos de Viridian Nutrition no utilizan dióxido de titanio. Los productos de Viridian Nutrition también se venden en Estados Unidos.
El titanio en los dentífricos
También es preocupante para las personas sensibles al dióxido de titanio su uso en la mayoría de los dentífricos de venta al público, concretamente en los productos «blanqueadores» o «ultrabrillantes».
Las pastas de dientes británicas de Earthpaste, JASON, Green People, Weleda y Kingfisher no contienen dióxido de titanio: Earthpaste, JASON, Green People, Weleda y Kingfisher.)
Recursos
www.melisa.org – The Melisa Test
www.breakspearmedical.com – Breakspear Medical Group
Septiembre de 2015
– Si este artículo fue de interés, encontrará muchos otros artículos sobre alergias improbables y conexiones con alergias aquí – y enlaces a muchos estudios de investigación relevantes aquí.
– Para más información sobre las alergias más «convencionales» consulte nuestra «página de inicio de alergias e intolerancias» – y para ideas sobre alimentos alternativos vaya aquí.
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