Los ojos son la ventana de tu alma, y eso no deja de ser cierto por muchas sustancias ilegales que consumas en una noche de fiesta. Pero, ¿pueden tus ojos decir realmente cuándo estás metido en algo? Desde pupilas del tamaño de un punto de aguja hasta enormes agujeros negros con iris apenas visibles, nos abrimos paso por los clubes nocturnos de Berlín para ver si los globos oculares de la gente podían contarnos la historia de la noche. Cuánto tiene que ver realmente el tamaño de tus pupilas con las sustancias que has tomado?
Las sustancias de las drogas que te hacen estar relajado, feliz o simplemente muy despierto no sólo manipulan los neurotransmisores de tu cerebro, sino que también pueden afectar a los procesos fisiológicos de tu cuerpo. Esto incluye los músculos de los ojos que son responsables de hacer que las pupilas sean más grandes (para dejar entrar más luz, por ejemplo), o más pequeñas.
Después de tomar cocaína, marihuana o anfetaminas, por ejemplo, las pupilas se agrandan notablemente (midriasis), mientras que los opiáceos como la heroína constriñen las pupilas (miosis).
Dato curioso: los cinéfilos afines a las drogas criticaron a Darren Aronofsky después de ver Réquiem por un sueño, en el que utiliza estilísticos primeros planos de las pupilas de sus protagonistas adictos a la heroína que crecen, en lugar de hacer que se contraigan de forma realista.
¿Pero qué relación concreta tienen el consumo de drogas y los cambios visibles en los ojos? Después de nuestro estudio fotográfico de campo, quisimos obtener una mejor respuesta, así que hablamos con algunas personas que sabrían más sobre el mito de los ojos de las drogas.
«Un cambio en el tamaño de las pupilas puede ser un indicio de consumo de drogas, aunque no tiene por qué serlo», explica Heike Krause, de la estación de emergencia para personas en riesgo de adicción de Berlín. «Las pupilas también pueden ensancharse por si se trata de un epiléptico que se está medicando. Por eso nos gusta buscar otros signos concluyentes. Por ejemplo, si alguien está sudando mucho».
Sin embargo, los ojos parecen seguir ofreciendo pistas claras sobre la sobriedad o la falta de ella de una persona. Si no, ¿por qué la policía de Hamburgo iba a realizar pruebas en las pupilas de las personas? Utilizan un pupilógrafo, un aparato que se parece a lo que la gente de los años 60 habría imaginado con unas gafas 3D superfuturistas, y se supone que puede decir si un conductor está bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Pero según Holger Vehren, de la oficina de prensa de la policía de Hamburgo, el aparato de medición no es «el arma maravillosa de la detección de drogas, es más bien un ‘pre-test’ antes de un análisis de sangre»
El toxicólogo Thorsten Binschenck-Domaß entró en más detalles sobre la eficacia de este tipo de pruebas de reacción con luz. «La cocaína, la anfetamina y el THC, así como un número limitado de alucinógenos, provocan el retraso o la falta de reacción de las pupilas a la luz», dijo. «Estos síntomas pueden superar el efecto subjetivo de la sustancia durante muchas horas y hasta dos días. También pueden dar lugar a una mayor sensibilidad al deslumbramiento.»
Sin embargo, una pupila que reacciona de forma normal no significa automáticamente que el análisis de sangre posterior dé negativo. Aunque el pupilógrafo puede medir el tamaño de la pupila y el tiempo de reacción, eso no significa que pueda decir sin lugar a dudas si se han consumido sustancias ilegales, y mucho menos cuáles.
Pero lo que también es interesante aquí es la perspectiva médica, que es la razón por la que llamamos al hospital Charité de Berlín. Después de muchas llamadas telefónicas con personas de la sala de drogas que tampoco creen que los ojos sean un gran indicador del comportamiento adictivo, aterrizamos en la clínica oftalmológica. Su respuesta fue tan explícita como aleccionadora: Es absolutamente imposible saber qué drogas ha consumido alguien mirando sus pupilas.