Contexto: Los autoinyectores EpiPen y EpiPen Jr se recomiendan a menudo para el tratamiento prehospitalario de la anafilaxia. Cuando estas unidades se quedan anticuadas, puede haber un retraso en su sustitución.
Objetivos: Nuestro propósito fue evaluar los autoinyectores EpiPen y EpiPen Jr no utilizados y caducados, obtenidos de pacientes con riesgo de anafilaxia, para determinar la biodisponibilidad de la epinefrina y el contenido de epinefrina.
Métodos: Se realizó un estudio prospectivo, aleatorizado y cruzado de la biodisponibilidad de la epinefrina tras la inyección de autoinyectores caducados en conejos; los controles incluyeron autoinyectores EpiPen y EpiPen Jr que no habían caducado (autoinyectores «in-date») y la inyección intramuscular de solución salina al 0,9%. Además, se midió el contenido de epinefrina de los autoinyectores EpiPen y EpiPen Jr caducados mediante un método espectrofotométrico y un método HPLC-UV.
Resultados: Se estudiaron 28 autoinyectores EpiPen y 6EpiPen Jr entre 1 y 90 meses después de la fecha de caducidad indicada. La mayoría no estaban descoloridos y no contenían precipitados. La biodisponibilidad de epinefrina de los autoinyectores EpiPen caducados se redujo significativamente (P <.05) en comparación con la biodisponibilidad de epinefrina de los autoinyectores caducados. La correlación inversa entre la disminución del contenido de epinefrina de los autoinyectores caducados, evaluada con un método HPLC-UV, y el número de meses transcurridos desde la fecha de caducidad fue de 0,63.
Conclusiones: Para el tratamiento prehospitalario de la anafilaxia, se recomienda el uso de autoinyectores EpiPen y EpiPen Jr que no estén caducados. Sin embargo, si el único autoinyector disponible es uno obsoleto, podría utilizarse siempre que no se aprecie decoloración o precipitados, ya que el beneficio potencial de su uso es mayor que el riesgo potencial de una dosis de epinefrina subóptima o de no realizar ningún tratamiento con epinefrina.