Salón de la Fama del Béisbol
Ayudado por los periódicos, la radio y la televisión de Nueva York, así como por sus propias y poderosas estadísticas, DiMaggio se convirtió en un héroe nacional después de la guerra. Incluso la gente a la que no le gustaban los Yankees le gustaba Joe. En 1948 DiMaggio había regresado a su mejor forma, ganando el título de jonrones con 39, la corona de RBI (carreras bateadas) con 155, y el título de bateo con un promedio de .320. DiMaggio se sentó los dos primeros meses de la temporada de 1949 con problemas en el talón, pero, como siempre, su regreso fue memorable. En 1949 se convirtió en el primer jugador de la Liga Americana en ganar 100.000 dólares.
DiMaggio jugó con dolor durante sus primeros partidos para el nuevo mánager Casey Stengel (1890-1975), pero conectó cuatro jonrones en tres partidos y ayudó a los Yankees a llevar a casa otro banderín. En 1951, con otra futura superestrella de los Yankees, el joven Mickey Mantle, en escena, el promedio de DiMaggio bajó a .263 con sólo doce jonrones.
DiMaggio anunció su retirada en 1952, cuando tenía treinta y siete años. Rechazó otro contrato de 100.000 dólares para ese año. Este habría sido su cuarto contrato de este tamaño de forma consecutiva. DiMaggio dijo: «Cuando el béisbol deja de ser divertido, deja de ser un juego». Los Yankees le honraron retirando su número de uniforme, el número cinco. Esto significa que ningún jugador de béisbol de los Yankees volverá a llevar ese número.
Después de retirarse, DiMaggio presentó programas de televisión que se emitían antes de los partidos de béisbol, hizo anuncios de televisión y estuvo brevemente casado con la actriz de Hollywood Marilyn Monroe (1926-1962). Fue elegido para el Salón de la Fama del Béisbol en 1955, nombrado el «Mejor Jugador Vivo» en 1969 en una encuesta de escritores deportivos, y fue nombrado miembro del Equipo del Siglo en 1999.
Joe DiMaggio murió en su casa de Hollywood, Florida, el 8 de marzo de 1999. Siempre fue un hombre modesto y siempre se esforzó por jugar lo mejor posible incluso cuando se enfrentaba a problemas de salud. Joe DiMaggio es recordado como una inspiración no sólo para los aficionados al deporte, sino para todas las personas.