Más que una animadora
Brenda Warner es más conocida por ser la esposa del famoso quarterback de la NFL, Kurt Warner, pero Brenda vivió toda una vida con sus propias experiencias antes de salir al ruedo mediático con Kurt. La madre de siete hijos quería que sus hijos supieran de dónde venía. La crianza de una hija adolescente la inspiró a contar su historia. «Quería que ella supiera por qué era así», dice.
Brenda comparte su historia en sus nuevas memorias, One Call Away: Responder a los desafíos de la vida con una fe inquebrantable. Sus hijos no son los únicos que se benefician de su testimonio. «Al compartir mi historia a lo largo de los años, he descubierto que la gente encuentra esperanza y aliento en ella, y espero que One Call Away pueda ayudar a otra persona a superar sus propios momentos oscuros». Brenda ofrece consejos de la vida real a las madres solteras, a los padres de niños con necesidades especiales, a las personas que sufren una muerte inesperada y a otras que luchan ante circunstancias difíciles. Aunque sus experiencias son propias, los lectores pueden relacionarse fácilmente con su testimonio
Era la chica americana por excelencia. Creció en un pequeño pueblo de Iowa. Era una animadora All-American y «Jesus-Freak» en la escuela secundaria. Quería ayudar a sus padres, que tenían problemas económicos, y no quería cargarlos con el pago de la matrícula, así que se alistó en los Marines. Después de graduarse en el instituto, se embarcó en el campo de entrenamiento. Mientras estaba en el servicio, Brenda conoció a su primer marido, Neil, un compañero de la Marina. Se casaron y tuvieron un hijo, Zack. Cuando Zack tenía sólo cuatro meses, el marido de Brenda la llamó mientras ella estaba en el trabajo… su hijo respiraba de forma extraña. Esa fue una de las muchas llamadas que Brenda recibió y que cambiarían el curso de su vida.
LLas llamadas telefónicas
Brenda hace un seguimiento de sus experiencias vitales recordando las llamadas telefónicas. Cuando era pequeña, recibió una llamada en la que le decían que su querido poni había sido atacado. Más tarde se enteró de que su poni se había quedado ciego; pero aun así, decidió querer a su amigo de la infancia, Flash, y trabajar pacientemente con él mientras aprendía a desenvolverse en el mundo sin vista. Más tarde, el primer marido de Brenda la llamó para informarle de que a su hijo Zack le pasaba algo. Al final, su marido admitió que había dejado caer al bebé por accidente, pero el daño ya estaba hecho. Brenda se enteró de que su bebé también había quedado ciego.
Una llamada telefónica destaca como la peor. Fue cuando Brenda se enteró de que sus dos padres habían muerto a causa de un tornado. Los cimientos de su casa eran lo único que quedaba después de que el tornado arrasara su pequeña ciudad, pero incluso después de ver los daños en persona, Brenda no quería creer que sus padres habían desaparecido. «Empecé a hablar con Dios», dice. «Sé que es lo suficientemente grande como para detener un tornado. Y sé que incluso si un tornado golpeara una casa, podrías salvar a la gente que está dentro… Podrías ayudarles a estar vivos de alguna manera, en algún lugar», rezó. Pero sus peores temores se confirmaron cuando llegó a la morgue del pueblo. Sus padres habían desaparecido.
Además de recibir llamadas telefónicas devastadoras a lo largo de los años, Brenda experimentó un reto tras otro, incluyendo: la infidelidad de su primer marido y su posterior divorcio, años de pobreza, una nueva relación con el prometedor jugador de fútbol americano Kurt Warner, y las presiones que su repentino éxito trajo a su creciente familia. A pesar de todo, Brenda decidió seguir luchando. «En mi vida pasé de ser un marine, que vivía con honor, valor e integridad, a estar en la cola de los cupones de comida, que sigue viviendo con honor, valor e integridad -la misma persona- pero con cupones de comida», dice Brenda. Aunque sus circunstancias han cambiado, sabe que una cosa en la vida es firme: El amor de Dios. «Las circunstancias no determinan quién eres, y no son una medida del amor de Dios por ti». Como ella misma dice, su fe y la fuerza de Dios le permitieron enfrentar cada desafío que se le presentó.
Acerca de BRENDA WARNER
Brenda es oradora, filántropa y autora de best-sellers del New York Times. Es madre de siete hijos, enfermera titulada y marine. Brenda es también vicepresidenta de la Fundación First Things First, una organización que cofundó con Kurt en 2001. La organización promueve los valores cristianos y pretende bendecir las vidas de los menos afortunados, promoviendo siempre el tema de la vida de los Warner: La fe y la familia son lo primero. En 2009, Brenda se unió a Kurt en la coautoría de un libro titulado apropiadamente «Lo primero – Las reglas para ser un Warner», que debutó en la lista de los más vendidos del New York Times. Brenda también es una talentosa fotógrafa especializada en retratos. Sus fotos se han publicado en el New York Times y otras publicaciones. Disfruta especialmente fotografiando a los bebés que mece en un hospital de rehabilitación local en el que trabaja como voluntaria semanalmente.
Como conferenciante muy solicitada, Brenda anima a su público a responsabilizarse de sus decisiones y a depender de su fe cuando atraviesan momentos difíciles. El público ha llorado y se ha reído durante sus discursos en conferencias de mujeres, banquetes, iglesias, eventos deportivos y exposiciones empresariales. Los oyentes han encontrado esperanza práctica a través de sus historias sobre su familia, su trabajo con niños con necesidades especiales, sus triunfos sobre los obstáculos, y las bendiciones y cargas de ser una esposa famosa.