Articles

Carta al editor

Posted on

Fig. 2. Una mancha roja de 2 × 1 cm en la espalda (caso 2).

2432fig2.jpg

DISCUSIÓN

La supervivencia en el melanoma maligno está fuertemente relacionada con el grosor del tumor y la invasión tisular en el momento del diagnóstico (1, 3), lo que hace que la detección y el diagnóstico precoces sean cruciales.

El melanoma melanótico comprende el 2% (2) de todos los melanomas y puede representar un melanoma primario, una recidiva de un melanoma previamente pigmentado o una metástasis de un melanoma primario pigmentado (2, 4). Las mujeres de mediana edad son las más afectadas, con una proporción mujer:hombre de 5:1 (5). Los hombres afectados son de piel muy clara y algo mayores. Las zonas expuestas al sol se ven afectadas principalmente, incluida la cara en más del 50% de los casos, seguida de las extremidades, los hombros y la espalda. La biopsia es esencial para hacer el diagnóstico. La escisión quirúrgica amplia es el tratamiento de elección (2, 4, 5).

El diagnóstico es un reto clínico ya que la lesión puede confundirse con eczema, psoriasis, rosácea, queratosis actínica y seborreica, granuloma anular, lupus eritematoso discoide, enfermedad de Bowen, así como con carcinoma de células basales (2). El pronóstico suele ser peor y se ha atribuido principalmente al retraso en el diagnóstico (6).

El melanoma maligno amelanótico es una gran mascarada y nuestros casos ponen de manifiesto la dificultad del diagnóstico clínico. En cualquier lesión eritematosa persistente que no resuelva se recomienda un alto índice de sospecha y un bajo umbral para la biopsia cutánea. A nuestros pacientes se les realizó una biopsia cutánea diagnóstica por la presentación atípica y la sospecha de cáncer de piel no melanoma. En ninguno de ellos se realizó la biopsia con margen de escisión de 2 mm recomendada en el momento de la presentación. Es fundamental que los dermatólogos tengan presente el diagnóstico de melanoma amelanótico ante una presentación atípica de una mancha roja.

1. MacKie RM, Hole D, Hunter JA, Rankin R, Evans A, Mc Klaren K, et al. Cutaneous malignant melanoma in Scotland: incidence, survival and mortality 1979-94. BMJ 1997; 315: 1117-1121.

2. Rahbari H, Nabai H, Mehregan AH, Mehregan DA, Mehregan DR, Lipinski J. Amelanotic lentigo maligna melanoma. Cancer 1996; 77: 2052-2057.

3. Breslow A. Thickness, cross-sectional areas and depth of invasion in the prognosis of cutaneous melanoma. Ann Surg 1970; 172: 902-908.

4. Ara M, Maillo C, Martin R, Grasa MP, Carapeto FJ. Lentigo maligno recurrente como melanoma de lentigo maligno amelanótico. J Eur Acad Derm Venereol 2002; 16: 506-510.

5. Conrad N, Jackson B, Goldberg L. Melanoma de lentigo maligno amelanótico: presentación de un caso único. Dermatol Surg 1999; 25: 408-411.

6. Huvos AG, Shah JP, Goldsmith HS. Un estudio clinicopatológico del melanoma amelanótico. Surg Gynecol Obstet 1972; 135: 917-920.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *