Potencialmente uno de los momentos más cruciales del deporte moderno no ocurrió en una pista campo o cancha, sino en un lujoso edificio de oficinas en la ciudad suiza de Lausana el miércoles.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (Cas) rechazó la impugnación de Caster Semenya de las normas que permiten al organismo rector del atletismo mundial restringir los niveles de testosterona en las corredoras.
¿Quién es Caster Semenya?
En resumen, una de las estrellas más dominantes del atletismo moderno.
Doble medallista de oro olímpica y tres veces campeona del mundo en 800 metros, la sudafricana de 28 años ha ganado sus últimas 29 carreras en la distancia.
Sin embargo, desde que pasó de ser una adolescente desconocida a ser campeona del mundo en 2009, su género, y las posibles ventajas de su biología, han sido objeto de escrutinio.
Los resultados de las pruebas de género realizadas hace 10 años no se han hecho públicos, aunque los medios de comunicación afirmaron que mostraban características tanto masculinas como femeninas, incluyendo un nivel de testosterona superior al normal.
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, que dirige el deporte, propuso una norma para restringir el nivel de testosterona permitido en las corredoras en pruebas de entre 400 metros y una milla.
Semenya impugnó sin éxito la propuesta.
¿Qué son los trastornos/diferencias del desarrollo sexual (DSD)?
Las personas con un DSD no se desarrollan siguiendo las líneas típicas de género.
Sus hormonas, genes, órganos reproductores pueden ser una mezcla de características masculinas y femeninas.
El término «trastornos» es controvertido, ya que algunos de los afectados prefieren el término «intersexualidad» y se refieren a «diferencias en el desarrollo del sexo».
¿Qué ocurre después del diagnóstico?
La mayoría de las personas con un DSD se quedan con el género que se les asignó cuando eran bebés. Sin embargo, otras, que sienten que su género asignado no representa lo que son, pueden optar por cambiar su género.
Las personas con un DSD pueden ser infértiles y necesitan terapia hormonal y apoyo psicológico para ayudarles a aceptar su condición.
¿Qué pasa con los atletas de élite como Semenya?
Una investigación encargada por la IAAF demostró en 2017 que las atletas con testosterona elevada tenían «una ventaja competitiva», afirmando que la testosterona alta era responsable de hasta un 3% de mejora en las corredoras.
Sin embargo, esos hallazgos fueron rebatidos por Semenya y su equipo.
Afirman que no está claro en qué medida los atletas con DSD se benefician de sus niveles naturalmente más altos de testosterona.
A principios de los años 90, la vallista española María José Martínez-Patino luchó con éxito contra una prohibición impuesta después de que se descubriera que tenía cromosomas XY típicos de los hombres.
Demostró que su condición la hacía insensible al «exceso» de testosterona en su sangre.
¿Por qué es tan importante el caso de Semenya?
El deporte se ha dividido tradicionalmente en categorías masculinas y femeninas, pero el caso de Semenya y la ciencia que ha sacado a la luz demuestra que puede ser una distinción artificialmente binaria.
Se había sugerido que, si el veredicto hubiera sido contrario a la IAAF, el atletismo podría haber introducido una categoría «abierta» en la que hombres y mujeres pudieran, en teoría, competir codo con codo, y una categoría «protegida» basada en los niveles hormonales, en lugar de en el género.
¿Y qué pasa con el futuro de Semenya ahora que ha perdido el caso?
Un destacado científico del deporte ha sugerido que sería entre cinco y siete segundos más lenta en los 800 metros si reduce su testosterona de acuerdo con los límites propuestos.
Podría cambiar a una distancia más larga. Ha corrido los 5.000 metros dos veces esta temporada, ganando en ambas ocasiones.