La mundialmente conocida isla del Mont-Saint-Michel, o Monte de San Miguel, es una visita obligada cuando se llega a Francia. La enorme abadía y el monasterio son increíblemente impresionantes, y hay más que suficiente para ver y hacer aquí para una excursión de un día inolvidable. Al recorrer el municipio, se verá rodeado de toneladas de belleza e historia. Esta guía te dirá todo lo que necesitas saber para pasarlo lo mejor posible en este Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Breve historia sobre el Mont-Saint-Michel
Mont-Saint-Michel se llamaba originalmente Mont Tombe y fue fundado por un ermitaño irlandés. La leyenda dice que San Miguel Arcángel acudió al obispo de Avranches en el año 708 y le dijo que construyera una iglesia en el islote. Sus impresionantes fortificaciones impidieron que fuera conquistado incluso por los poderosos ingleses. El monte pasó a formar parte oficialmente de Normandía en 933 gracias a Guillermo Espada Larga, segundo gobernante de Normandía. Con muy pocos monjes en la residencia al comienzo de la Revolución Francesa, la famosa abadía se convirtió en una prisión. Gracias a personajes influyentes como Víctor Hugo, la prisión se cerró en 1863 y el tesoro arquitectónico fue nombrado monumento histórico en 1874.
Cómo llegar al Mont-Saint-Michel desde París
París está a unas 225 millas o 362 kilómetros del Mont-Saint-Michel, así que no va a ser un viaje corto, pero merecerá la pena. Hay algunas formas diferentes de llegar al Mont-Saint-Michel desde París.
En una excursión guiada:
Reserva una excursión con una de las empresas turísticas de los alrededores de París. Será un tour de un día completo, pero te quitará el estrés de tener que navegar por el tráfico o por una estación de tren. Normalmente, estas excursiones incluyen un guía que te dará información sobre las zonas por las que pasas, así como sobre el propio Mont-Saint-Michel.
PARISCityVISION ofrece excursiones desde París al Mont-Saint-Michel y son muy recomendables.
En coche:
Para tener más libertad, puedes alquilar un coche y hacer el viaje a tu ritmo. El trayecto es de unas cuatro horas, antes del tráfico. Habrá que pagar por el aparcamiento y, dependiendo de la ruta, puede haber carreteras de peaje.
En transporte público:
Tome el TGV (el tren de alta velocidad interurbano de Francia) desde la estación Montparnasse de París hasta Rennes. El viaje en tren dura unas dos horas y cuesta unos 56 euros. Desde Rennes, un autobús va al Mont-Saint-Michel y tarda una hora y 20 minutos. El billete de ida en autobús cuesta unos 15 euros.
Qué ver y hacer en el Mont-Saint-Michel
La respuesta obvia es la abadía y el monasterio. Una vez que se conquistan los 350 escalones que conducen a la abadía y al monasterio y se pagan los 10 euros de la entrada, comienza la magia. Esta megaestructura cuenta con una impresionante arquitectura gótica y románica, y todo, desde los grandes salones hasta los patios, parece muy regio. Algunos de los aspectos más destacados del complejo son las vistas desde la terraza oeste y los claustros con pilares de doble fila. Hay visitas guiadas, así como visitas con audioguía y visitas no guiadas con un folleto de guía. La abadía suele estar abierta hasta las 19:00 en verano y hasta las 18:00 durante el otoño, el invierno y la primavera, permitiéndose la última entrada una hora antes del cierre.
Aunque la abadía es lo que todo el mundo viene a ver, hay otras cosas que también merecen la pena…
La Grande Rue
Sí, es empinada, pero la calle principal del Mont-Saint-Michel parece sacada de un cuento de hadas. A medida que subes por la calle estarás rodeado de cafés y pintorescas tiendas. Tenga en cuenta que la isla recibe más de tres millones de turistas al año, por lo que esta calle puede estar bastante concurrida. Es perfecta por la noche o cuando está tranquila, así que si puedes comprobarlo durante la temporada baja, podrás experimentarlo en su mejor momento.
La Chapelle-Saint-Aubert
Una encantadora joya escondida, esta capilla es perfecta si buscas algo de serenidad. En el interior de esta capilla de piedra hay pinturas para disfrutar. Es importante estar atento a las mareas cuando estés aquí, ya que la marea alta puede traer vientos peligrosos.
Barrage du Mont-Saint-Michel
Aunque probablemente nunca te hayas propuesto ver una presa, nos lo agradecerás después. El tramo de metal y hormigón proporciona unas vistas increíbles, y el sitio es perfecto para un almuerzo de picnic. Dependiendo del tiempo y de cuándo la visites, incluso pueden ofrecer una visita guiada gratuita a las 15:30 horas.
Aunque la isla es pequeña, hay un montón de lugares bonitos e históricos que visitar mientras vas y vienes de la abadía.
Dónde comer en el Mont-Saint-Michel
Si preguntas a alguien dónde comer en el Mont-Saint-Michel, la respuesta será La Mère Poulard. Annette Poulard añadió este restaurante al hotel del mismo nombre en 1888 para satisfacer a los huéspedes del hotel. Annette se hizo famosa por sus tortillas gigantes al estilo soufflé, y por eso todos, desde las celebridades hasta la realeza, viajan aquí para degustar sus obras maestras. Eso sí, prepárate para que tu presupuesto se resienta si comes aquí. También tienen una cafetería un poco más asequible. Tiene un menú simplificado, pero las vistas son mejores.
La isla sólo tiene una población de unas 50 personas. Debido a eso, la mayoría de los lugares que veas serán trampas para turistas. Sólo asegúrate de comprobar los precios y el menú antes de pedir.
Dónde alojarse en el Mont-Saint-Michel
Mucha gente sólo hace una excursión de un día al Mont-Saint-Michel desde París, pero en caso de que quieras quedarte más tiempo en esta pequeña y encantadora isla, hemos enumerado algunos lugares para alojarte a continuación.
- Auberge Saint Pierre
- Hôtel Vert
- Mercure Mont Saint Michel
Hay una razón por la que el Mont-Saint-Michel es mundialmente famoso. Todo lo que la gente dice que es, lo es, y absolutamente debe ser experimentado de primera mano. Es hora de hacer realidad sus sueños con una visita al Mont-Saint-Michel. Para más ideas de excursiones de un día desde París, haga clic aquí.