Hay tantas maneras de usar la albahaca – pesto, en juliana sobre un plato terminado, y en capas en rollos frescos de primavera- pero una cosa que tengo que hacer TODOS los veranos es abastecerme de albahaca deshidratada. Sólo necesito un tarro de albahaca al año para mantenernos hasta que podamos cultivar albahaca fresca de nuevo, así que suelo llenar el deshidratador por completo y hacer ese tarro de albahaca para la despensa. Si me sobra albahaca, deshidrato aún más para los regalos de las fiestas.
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¿Por qué es tan buena la albahaca deshidratada?
En primer lugar, tazas y tazas de albahaca fresca pueden reducirse a un solo tarro de albahaca seca. Es genial para el almacenamiento.
Segundo, yo guardo toda mi albahaca deshidratada como hojas enteras. Esto evita que se liberen los sabores hasta que la aplastes cuando estés listo para usarla. El material que se compra en las tiendas de comestibles ya está triturado, por lo que pierde potencia muy rápidamente. Deshidratar tu propia albahaca es una forma estupenda de conservar la MAYOR parte del sabor para su almacenamiento a largo plazo.
Por último, hay ciertas ocasiones en las que las especias secas son mejores para cocinar. Por ejemplo, cuando hago albóndigas o friegas de especias es mejor usar hierbas secas para el impacto y la distribución del sabor.