Cuando la rigidez del cuello puede significar meningitis
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La meningitis es una enfermedad grave que se produce cuando las meninges -membranas protectoras que cubren el cerebro y la médula espinal- se infectan e influyen. Los primeros síntomas pueden ser similares a los de la gripe. Sin embargo, tener el cuello rígido además de los síntomas parecidos a los de la gripe podría ser un indicio clave de que el problema es la meningitis y debería ser revisado por un médico.
Vea Anatomía de la médula espinal en el cuello
Los pacientes deben buscar atención médica inmediata si la rigidez de cuello va acompañada de fiebre, dolor de cabeza y/o náuseas. Ver ¿Cuándo es grave la tortícolis?
Hay varios tipos de meningitis, pero este artículo se centra en las dos más comunes: la vírica y la bacteriana. En los casos en los que alguien ha contraído una meningitis bacteriana, encontrar atención médica inmediatamente (a las pocas horas de los síntomas iniciales) puede ser la diferencia entre recuperarse por completo y la discapacidad permanente o la muerte.
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Síntomas comunes
La meningitis puede comenzar de forma repentina, y los primeros síntomas pueden incluir uno o más de los siguientes:
Fiebre. Tener fiebre es una parte común de la defensa del sistema inmunitario contra las infecciones. Una fiebre con meningitis suele ser superior a los 103 grados, pero no siempre.
Dolor de cabeza. El dolor de cabeza causado por la meningitis suele describirse como intenso e implacable. No cede al tomar una aspirina.
Vea cómo el dolor de cuello y el dolor de cabeza pueden ocurrir juntos
Cuello rígido. Este síntoma implica más comúnmente una capacidad reducida para flexionar el cuello hacia adelante, también llamada rigidez nucal. Dependiendo de la gravedad de la rigidez nucal, el cuello puede ser capaz de flexionar aproximadamente la mitad de lo que podía hacer antes, o puede ser que apenas se flexione.
Ver causas, síntomas y tratamiento del cuello rígido
A medida que pasa el tiempo, se pueden desarrollar otros síntomas, como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz o a los ruidos, problemas cognitivos con la concentración y la memoria, y muchos otros síntomas de la última etapa.
Vea los síntomas del dolor de cuello
Además, hay que tener en cuenta que tanto la meningitis bacteriana como la vírica son contagiosas, por lo que es más probable que se contraigan y se propaguen en zonas en las que la gente vive en espacios cerrados, como las residencias universitarias o los cuarteles militares.