Culloden fue el primer largometraje de Watkins. También fue la primera vez que utilizó su estilo de docudrama, en el que los actores representan a personajes históricos que son entrevistados por los cineastas en el lugar de los hechos como si estuvieran ocurriendo ante las cámaras de los informativos. La película se produjo con un bajo presupuesto, con sólo un puñado de extras y un único cañón. Watkins utilizó ángulos de cámara cuidadosamente planificados para dar la apariencia de un ejército.
Watkins también «quería romper con el uso convencional de actores profesionales en los melodramas históricos, con la cómoda evasión de la realidad que éstos proporcionan, y utilizar a aficionados -personas normales- en una reconstrucción de su propia historia». En consecuencia, utilizó un reparto de aficionados de Londres y de las Tierras Bajas escocesas para las fuerzas hannoverianas, y gente de Inverness para el ejército jacobita. Según una estimación del director de fotografía de la película, Dick Bush, alrededor del 85% del trabajo de cámara en Culloden se realizó con cámara en mano. Esta filmación al estilo del cinéma vérité dio a una realidad ya de por sí cruda una sensación de acción presente. Culloden parecía un documental de un evento que ocurrió mucho antes de que se inventara la cámara de cine.