Una de las señales de que te estás acercando al parto es cuando se te cae el bebé. Sin embargo, no te lo tomes al pie de la letra, ya que no es la señal más fiable. Al fin y al cabo, el parto puede tardar semanas en producirse incluso después de que el bebé haya bajado… o puede que el bebé no baje hasta que esté bien avanzado el parto. Esto es lo que debe saber sobre la caída del bebé.
¿Qué es la «caída del bebé»?
La caída es cuando el bebé desciende hacia la pelvis en preparación para el nacimiento. También llamado «aligeramiento», el descenso es una señal de que la parte de presentación del bebé (es decir, la primera parte del cuerpo que sale, normalmente la cabeza) ha entrado en la cavidad pélvica de la madre.
¿Cuándo desciende el bebé?
Aunque es diferente para cada futura madre, los bebés suelen descender entre dos y cuatro semanas antes del parto en un primer embarazo. En embarazos posteriores, los bebés no suelen bajar hasta que la madre está de parto. Hay una teoría que explica por qué esto ocurre en muchos casos de segundas madres: Podría deberse a que su cuerpo ya sabe lo que tiene que hacer, por lo que su pelvis necesita menos tiempo de preparación.
¿Siempre baja el bebé antes de que usted se ponga de parto?
Su bebé no necesariamente bajará antes de que comience el parto, ya sea su primer embarazo o uno posterior. Si el tuyo no lo hace, no te preocupes. El hecho de que el bebé baje (o incluso si lo hace) no influye en el parto. Muchas mamás pasan por el parto incluso si su bebé no se cae antes de que comience el trabajo de parto.
¿Qué se siente cuando el bebé se cae?
No siempre se nota cuando el bebé se cae. Esto se debe a que la bajada no es un proceso repentino, sino que se produce de forma gradual, a lo largo del tiempo.
Además, depende mucho de cómo estés cargando. Por ejemplo, si has llevado un embarazo bajo durante toda la gestación, es posible que no notes la diferencia cuando el bebé caiga. Sin embargo, si has llevado un embarazo alto, es más probable que notes que el bebé ha bajado, tanto por tu aspecto (una barriga más baja) como por cómo te sientes (más espacio en los pulmones, más presión en la vejiga).
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8 signos de caída del bebé, o de aligeramiento
¿Qué te dará la pista de que el bebé ha caído? Esto es lo que debes buscar:
- Una posición más baja del vientre. Si su bebé baja, puede notar que su vientre parece más bajo y se inclina más hacia delante que antes.
- Una mejor respiración. Una vez que el bebé desciende, hay menos presión hacia arriba del útero sobre su diafragma y podrá respirar más profundamente y con mayor volumen, lo que significa que podrá respirar más fácilmente… literalmente.
- Comer más fácilmente. La disminución de la presión del útero sobre el estómago (ahora que el bebé ha bajado) puede significar que tu estómago ya no estará tan aplastado, lo que hará que comer una comida completa sea más cómodo… y ya no irá acompañado de un lado de acidez e indigestión.
- Aumento de la necesidad de orinar. La presión sobre la vejiga gracias (o no) a un bebé que ha descendido más abajo en la pelvis puede enviarte al baño con más frecuencia.
- Dolor pélvico. Con el bebé más abajo en la pelvis, es probable que sientas más presión y dolor abajo. Esto podría venir en forma de dolor punzante agudo (similar a la entrepierna de un rayo) o presión en la zona perineal.
- Cambios en tu forma de andar. Con el bebé presionando las articulaciones pélvicas, puede que te resulte más difícil caminar… o puede que te encuentres caminando más de un lado que de otro. Su sentido del equilibrio también puede estar alterado, probablemente debido al hecho de que su centro de gravedad se ha desplazado de nuevo.
- Dolor de espalda. Con toda esta nueva presión en la parte inferior, no creías que tu espalda se salvaría, ¿verdad? Cuando el bebé baja, esa linda cabeza (ahora más abajo) puede ejercer más presión sobre las articulaciones y los músculos de la zona lumbar, lo que provoca (más) dolor de espalda.
- Hemorroides. Más presión abajo no siempre es lo mejor para todo lo de abajo, incluyendo las venas de la pelvis y el recto. Una mayor presión sobre las venas del recto (debido a la caída del bebé) puede empeorar las hemorroides o hacer que aparezcan por primera vez.
Consejos para ayudar a la caída del bebé
Si bien no hay datos científicos que apunten a una forma probada de conseguir que el bebé caiga en su sitio antes del parto, hay muchos consejos anecdóticos que pueden ayudar a dirigir al bebé en esa dirección. Esto es lo que puedes probar:
- Caminar. Caminar puede relajar los músculos pélvicos y abrir las caderas. Eso, además de una ayuda de la gravedad, puede ayudar al proceso de aligeramiento.
- En cuclillas. Si caminar abre las caderas, imagina cuánto más lo hará ponerse en cuclillas. Utiliza una pelota de parto para ayudarte a mantener la posición en cuclillas si eres una novata en esto. El balanceo suave sobre la pelota de parto también puede ayudar a empujar al bebé hacia la cavidad pélvica.
- Inclinaciones pélvicas. El movimiento de balanceo que puede ayudar a que el bebé se mueva hacia la región pélvica también puede lograrse mediante inclinaciones pélvicas. Una buena forma de hacerlas al final del embarazo es sobre las manos y las rodillas. Inclina suavemente la pelvis hacia delante mientras relajas la parte baja de la espalda. Repite unas cuantas veces.
Saber que tu bebé ha bajado también te permitirá saber que el bebé se está preparando para el gran día D. Se avecinan tiempos emocionantes!
Buena suerte,