Assassin’s Creed Valhalla se ha ganado críticas positivas por su representación de la cultura nórdica, pero ¿cómo se compara con God of War? Tanto Assassin’s Creed Valhalla como God of War se basan en la mitología del paganismo nórdico y germánico. Sin embargo, hay algunas diferencias clave en la forma en que los dos juegos interpretan estas historias atemporales.
Los dioses que aparecen en God of War y Assassin’s Creed Valhalla son conocidos como los Aesir (se pronuncia «ice-ear»). Aunque las antiguas culturas nórdicas y germánicas reconocían a muchos espíritus y monstruos poderosos -como los dioses de la naturaleza de los Vanir o los Jotnar, que las culturas posteriores llamarían «trolls»-, los Aesir eran adorados por encima de todo. La mayoría de los famosos personajes considerados «dioses nórdicos» en la cultura popular actual, como Thor y Odín, eran Aesir. Sin embargo, algunas de las primeras fuentes sobre el llamado panteón nórdico son los registros de los escritores romanos sobre el culto a los Aesir en Alemania, mucho antes de que los vikingos nórdicos zarparan. Este antiguo y variado registro ha dejado a la historia un retrato complicado y contradictorio de quiénes eran exactamente los Aesir.
En God of War para PS4, los Aesir son antagonistas. Kratos se encuentra en el blanco de la ira de los dioses nórdicos por razones que no entiende. Asimismo, muchos de los personajes mitológicos no Aesir con los que se encuentra Kratos piensan que los Aesir son crueles. Thor es conocido por su heroica campaña de conquista contra los Jotnar/Gigantes, pero desde la perspectiva de los Gigantes, su caza de Gigantes por parte de Thor es genocida. En el transcurso de la historia, Kratos se alía con la diosa Freya. Aunque Freya ha sido adoptada a la fuerza por los Aesir, nació como una diosa de la fertilidad de los Vanir y alberga un profundo odio hacia Odín y Thor por haberla secuestrado. De este modo, aunque God of War subvierte las expectativas al presentar a los principales dioses nórdicos como sus villanos, sigue estando estrechamente basada en la mitología nórdica más amplia.
Assassin’s Creed & Los dioses nórdicos de God of War reflejan a sus protagonistas
Mientras tanto, los Aesir juegan un papel más positivo (aunque menos central) en Assassin’s Creed Valhalla. El protagonista de Valhalla, Eivor, puede encontrarse con los Aesir en el reino celestial de Asgard a través de una alucinación inducida químicamente. Durante este encuentro místico, los dioses son retratados en una luz ampliamente jovial y cómica. Thor, más que un tirano homicida, es un patán obsesionado con la imagen que se jacta de que todo el mundo le quiere. Este tono más ligero tiene sentido, dado que Eivor es un fiel adorador de los Aesir al que le encantan las historias del alegre Thor y el sabio Odín; al fin y al cabo, todo esto tiene lugar en su mente. Mientras que en Assassin’s Creed Valhalla se reconocen los sacrificios humanos a los Aesir en la vida real, los propios dioses son representados como los encantadores y frívolos bribones que son en muchos cuentos populares germánicos.
Ambas representaciones tienen fundamento en la mitología nórdica y germánica real. En el folclore, los dioses son personajes complicados que son a la vez malvados y justos, mezquinos y valientes, peligrosos y benévolos. Es fácil entender por qué, para un forastero, el violento panteón nórdico podría ser visto como monstruos crueles (no es que el propio «Dios de la Guerra» titular tenga mucho espacio para juzgar). Mientras tanto, para un nórdico como Eivor, que adora fielmente a los Aesir y participa en las incursiones vikingas, esos mismos dioses son vistos con mucha más simpatía.
En definitiva, ambos juegos hacen justicia a los Aesir. Es importante que estos títulos den su propio giro divertido al material; la familia de Thor ha estado muy presente en la cultura pop durante la última década. Y a su manera, tanto Assassin’s Creed Valhalla como God of War han capturado la magia alegre, extraña, horripilante e hilarante del mito nórdico para una nueva generación.
