Para muchos de nuestros pacientes, su taza de café por la mañana es sagrada. Mientras que su dentista de Burlingame puede ciertamente apreciar los muchos beneficios estimulantes ofrecidos por el café, su taza diaria (o tres) de java también viene con un precio de manchas en el esmalte.
Para imaginar lo que el consumo de café hace al color de sus dientes, sólo considere cómo se ve el interior de su taza de café a la mañana siguiente si no la vacía durante la noche. Simplemente cambie esa taza de porcelana por sus blancos nacarados y obtendrá la imagen no tan clara.
Por supuesto, no todas las manchas son creadas iguales, y algunos individuos son simplemente más susceptibles a las manchas dentales que otros. Esto puede explicar por qué algunas personas pueden disfrutar de una sonrisa brillante mientras beben tres jarras al día, mientras que otras sufren de manchas en el esmalte a pesar de que beben mucho menos. (Como si necesitara un ejemplo más de que la vida es injusta.)
La razón por la que algunos dientes se manchan con más facilidad que otros se debe a las irregularidades que se producen de forma natural en la superficie de su esmalte y que permiten que las manchas se instalen más fácilmente. Los hábitos de apretar y rechinar los dientes en exceso pueden provocar fracturas y grietas en el esmalte de los dientes, lo que resulta en una ruptura. Estos hábitos poco saludables hacen que los dientes sean más porosos, aumentando así la susceptibilidad de un individuo a las manchas.