No se puede negar la belleza nítida, fresca y calmante de un salón blanco. Y seremos los primeros en admitir que hay una delgada línea entre nuestra peor pesadilla de diseño (una habitación blanca completamente deslavada) y un sueño perfecto hecho realidad (un espacio suave y sofisticado).
Por supuesto, hay serios desafíos cuando se trata de una sala de estar en blanco de pies a cabeza. Lo más importante es que un salón blanco no parece práctico. Pues bien, estamos aquí para decirte que puede serlo y que también puede ser hermosa, preciosa e increíblemente cómoda. Para demostrarlo, hemos recogido los cerebros de nuestros diseñadores sobre los mejores consejos para diseñar una sala de estar totalmente blanca, y cómo mantenerla impecable durante todo el año.
Considera un sofá con cuidado
Todos lo estamos pensando. Una de las partes más temibles de una sala de estar totalmente blanca es un sofá blanco. Las posibilidades de que se produzcan derrames y manchas en un espacio tan concurrido como tu salón son bastante altas o extremadamente altas.
Pero lo bueno es saber que hay un montón de opciones resistentes a las manchas y a los derrames. Nuestra elección sería optar por un sofá de cuero. Proporciona un aspecto de líneas limpias y una buena dosis de textura. Por no mencionar que el cuero se limpia mucho más fácilmente y desarrollará una hermosa pátina con el tiempo.
Si realmente quieres ir por la sala de estar totalmente blanca, un sofá blanco o incluso neutro puede hacer una gran declaración sutil. La ligera variación tonal será un bonito contraste entre otros muebles blancos.
Piensa en los tonos de madera
Los muebles blancos mezclados con tonos de madera son una forma infalible de jugar con una sala de estar totalmente blanca que sigue siendo cálida y acogedora. Las piezas de madera actúan como neutros que no añaden color, por lo que son la decoración complementaria perfecta.
Sólo asegúrate de elegir un carril con tus maderas para mantener el look cohesivo. Votamos por los tonos de madera cálidos y oscuros, ya que los tonos más claros parecerán apagados en una habitación totalmente blanca.
Mezcla de materiales frescos
Además de la madera, asegúrate de traer una selección de acentos en diferentes materiales de tonos claros, como el mármol, la piedra, la cerámica y el lino. Esta es una manera fácil de asegurarse de que tiene un montón de texturas que añaden profundidad a su habitación blanca. Incluso puedes mezclar materiales naturales como el ratán y el yute para darle un toque adicional. Técnicamente no son blancos, pero junto a los materiales naturales y las piezas de madera, no se sentirán fuera de lugar.
Juega con formas divertidas
Cuando no tienes color en una habitación, tienes que encontrar formas creativas de añadir intriga visual. Piensa en formas divertidas, como formas redondas, marcos de muebles curvos o siluetas sinuosas. Estos serán puntos focales interesantes y elementos que darán calidez a tu habitación blanca.
Coloca tus textiles
Los cojines, las alfombras, las cortinas y otros acentos de tela son clave para añadir una nota acogedora en una sala de estar blanca. Una mezcla de almohadas dará calidez a un sofá, una alfombra mullida puede añadir una textura acogedora a tus suelos, y los visillos blancos tienen una forma de dejar entrar una bonita luz natural.
En conjunto, estos toques finales harán que tu espacio sea dinámico y considerado, a la vez que se refuerza la sensación de comodidad que suele faltar en los espacios blancos.
Aumenta las texturas
La clave para conseguir que un salón totalmente blanco funcione es crear sutiles variaciones de textura, que darán un aspecto dinámico y en capas a tu espacio. Piensa en cojines con textura y una alfombra o incluso un banco de piel de oveja. Estas piezas darán vida a la habitación y evitarán que se vea o se sienta plana.
Diseña tu decoración
Tu sala de estar blanca puede beneficiarse de una sutil mezcla de patrones. La clave para trabajar en los patrones en su espacio blanco es optar por acentos en blanco roto y tonos grises suaves. Ya sea en las alfombras, los cojines o el arte, estos motivos visuales ayudarán a animar su sala de estar.
Acéntrese con la vegetación
Añada un exuberante y vibrante estallido de color con la vegetación. Al igual que los textiles con textura, las plantas aportan un toque de textura a un espacio totalmente blanco. Por no hablar de que las plantas son la clave de cualquier hogar feliz!
Añade un color de pared que contraste
Está bien no tener paredes blancas en tu salón totalmente blanco. De hecho, un tono ligeramente más cálido de blanco roto, marfil o incluso gris ayudará a calentar, enfriar o aportar contraste a su habitación.
Manténgalo impecable durante todo el año
Lo sabemos. Aunque todo lo anterior suena muy bien, mantener todo limpio y perfectamente blanco es el último desafío. ¿La mejor manera de mantener el aspecto nítido? Ten a mano un palo de Tide To-Go para empezar. También puedes asegurarte de que tu sofá tenga una funda extraíble que puedas meter en la lavadora o en la tintorería cuando sea necesario.
¿Piensas dar el salto con un salón totalmente blanco?
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