Las personas que consumen MDMA se describen a sí mismas como eufóricas, abiertas, aceptantes, sin miedo y conectadas con los que les rodean.
Típicamente utilizada en entornos sociales como festivales, conciertos y discotecas, los efectos de la MDMA son estimulados por los visuales, los sonidos, los olores y el tacto, lo que lleva a intensificar las sensaciones y el deseo de intensificar estos sentimientos bailando, hablando y tocando.
Una dosis típica de 80 – 125 mg dura de tres a seis horas. Algunas personas experimentan náuseas al principio, pero después de unos 45 minutos, informan de sensaciones de relajación y claridad. La MDMA también provoca la dilatación de las pupilas y, a menudo, sensibilidad a la luz, así como posibles apretones de mandíbula, rechinar de dientes, tensión muscular, desmayos y escalofríos o sudoración.
Después de que el efecto de la droga desaparece, la teoría de los estudios preclínicos es que los niveles cerebrales de serotonina (una sustancia química responsable de mantener el equilibrio del estado de ánimo) se agotan, lo que puede provocar en algunos casos tristeza, ansiedad, depresión y problemas de sueño.2 Si se producen, estos síntomas aparecen en los días siguientes. Por lo general, disminuyen en una semana, aunque la frecuencia de uso y las dosis más altas pueden ralentizar o detener este proceso.3
Vea nuestros consejos sobre la MDMA en los medios de comunicación
- RL Carhart-Harris et al., «The effect of acutely administered MDMA on subjective and BOLD-fMRI responses to favourite and worst autobiographical memories», International Journal of Neuropsychopharmacology 17, no. 4 (2014); G. Bedi, D. Hyman y H. de Wit, «Is ecstasy an «empathogen»? Effects of +/-3,4-methylenedioxymethamphetamine on prosocial feelings and identification of emotional states in others», Biol Psychiatry 68, nº 12 (2010): 1134-40; C. M. Hysek, G. Domes, y M. E. Liechti, «MDMA enhances «mind reading» of positive emotions and impairs «mind reading» of negative emotions», Psychopharmacology (Berl) 222, nº 2 (2012); C. M. Hysek et al, «MDMA enhances emotional empathy and prosocial behavior», Soc Cogn Affect Neurosci 9, no. 11 (2014); M. Kirkpatrick et al, «Prosocial effects of MDMA: A measure of generosity», J Psychopharmacol (2015); M. G. Kirkpatrick y H. de Wit, «MDMA: a social drug in a social context», Psychopharmacology (Berl) 232, nº 6 (2015); M. C. Wardle y H. de Wit, «La MDMA altera el procesamiento emocional y facilita la interacción social positiva», Psychopharmacology (Berl) 231, n.º 21 (2014).
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, «¿Qué hace la MDMA en el cerebro?» (2006), http://www.drugabuse.gov/publications/mdma-ecstasy-abuse/what-does-mdma….
- Ralph Buchert et al., «Long-Term Effects of «Ecstasy» Use on Serotonin Transporters of the Brain Investigated by PET,» Journal of Nuclear Medicine 44, no. 3 (2003): 375-84; Jennifer Do y Susan Schenk, «Self-administered MDMA produces dose- and time-dependent serotonin deficits in the rat brain», Addiction Biology 18, no. 3 (2013): 441-47.
- Por lo tanto, el consumo de MDMA es un problema de salud pública.