Tu boda es probablemente la fiesta más cara que harás en tu vida. Es fácil decir que te ceñirás a un presupuesto, o que tendrás toneladas de fabulosos detalles de bricolaje, pero al final del día, la factura del lugar de celebración y del catering podría ascender a mucho más de lo que imaginabas. Es importante saber cómo se va a desglosar el presupuesto. Ahorrar para la boda no es una tarea insuperable, te lo prometemos. A continuación, te explicamos cómo ahorrar y pagar tu boda gastando de forma inteligente y recortando un poco por el camino.
Utiliza esta sencilla ecuación matemática.
Si tienes un gran objetivo presupuestario que parece desalentador, divídelo en trozos más pequeños que sean más fáciles de digerir. El sencillo truco matemático que hace que todo funcione? Toma la suma de tu presupuesto deseado y divídela por el número de meses que tienes para ahorrar. ¿Te vas a casar dentro de un año con un presupuesto de 20.000 dólares? Divide 20.000 dólares entre 12 (lo que equivale a unos 1.700 dólares al mes). Si esa cantidad te parece demasiado al mes, añade más tiempo o intenta recortar algunos de tus gastos mensuales más importantes para ayudarte a ahorrar. «Así de simple puede ser la planificación de una boda», dice David Bach, fundador y presidente de FinishRich Media y autor de Smart Couples Finish Rich, sobre esta matemática relativamente sencilla. ¿Adónde debe ir ese dinero? A una «cuenta de boda» recién creada, por supuesto. A lo largo de la vida, tener una cuenta de ahorros dedicada a algo más emocionante que un plan de jubilación, como un viaje, una boda u otro gran evento, es una buena idea y ayudará a que el ahorro sea más divertido. Obviamente, la cantidad de tiempo que necesitará para ahorrar para una boda depende de sus ingresos y gastos actuales. Por ejemplo, si sólo puedes ahorrar 800 dólares al mes, pero la boda de tus sueños parece que costará unos 50.000 dólares, tendrás que ahorrar durante más de cinco años. Cuando pienses en tu presupuesto, trabaja con parámetros realistas y no te pongas metas inalcanzables. Algunas parejas tendrán que hacer sacrificios más drásticos, mientras que otros futuros esposos dividirán los gastos con sus familiares para ayudar a aligerar la carga. Piensa en lo que es mejor para ti y para tu pareja y en lo que tiene sentido. Sé práctico en cuanto a tus límites. El tiempo que tardéis en ahorrar dependerá totalmente de vuestras propias circunstancias.
Reducir los gastos mensuales.
¿Pertenecéis a un gimnasio, club o servicio de suscripción que descuenta una cantidad mensual de vuestra cuenta? Recortar este tipo de gastos puede tener algunos de los efectos más rápidos en el saldo de su cuenta. Apagar la televisión por cable podría ahorrarle 100 dólares al mes, y dejar de ser miembro de un gimnasio podría suponer 75 dólares más en su cuenta cada mes. No vas a renunciar a tu teléfono móvil, pero podrías cambiar los planes de datos o renunciar a las películas a la carta durante un año. Deberías acostumbrarte a ponerte en contacto con tus compañías de telefonía móvil y de cable cada año y negociar un mejor trato. A veces, sólo con pedirlo, puedes conseguir una rebaja en el precio de tus facturas. Incluso 20 dólares de descuento en una factura mensual pueden ahorrarte 240 dólares en el transcurso de un año. Hoy en día, es tan caro para una compañía adquirir un nuevo cliente que la mayoría bajará sus tarifas sólo para mantenerte. Y si sus intentos de negociación fracasan, considere la posibilidad de recortar los gastos mensuales no esenciales. No estamos hablando de su plan de salud o de su seguro de vida: esas cosas no son negociables. Pero en el caso de cosas como el cable, Netflix, Amazon Prime, Birchbox y Spotify -cualquier cosa que te cargue mensualmente- ha llegado el momento de considerar realmente si son cosas imprescindibles que realmente necesitas, o si puedes sacrificarlas por un tiempo en favor de un mayor presupuesto para la boda y ese pastel de lujo al que le has echado el ojo.
Detenga los pequeños hábitos de gasto que se acumulan.
Reduzca sus compras durante los meses en los que está ahorrando o compre sólo la comida fuera un día a la semana. Empezarás a ver un pequeño margen de maniobra para tu cuenta de boda en poco tiempo. «Yo llamo a esto ‘el factor café con leche’: la forma en que gastamos dinero en un montón de pequeñas cosas sin pensar en ello», dice Bach. «Puede ser el café, el agua embotellada, comer y cenar fuera, o tomar bebidas. Incluso podría ser coger un taxi en lugar de tomar el metro, o aparcar el coche más cerca de la oficina y, por tanto, pagar una tarifa de aparcamiento más alta». Un dólar por aquí, tres dólares por allá… se van sumando a lo largo de los días y las semanas. Recortar algunos (o muchos) de estos gastos puede suponer un ahorro de hasta 10 o 20 dólares al día, lo que supone entre 300 y 600 dólares al mes. Pero no te preocupes: recortar estos gastos no va a cambiar toda tu vida durante el próximo año. Confía en nosotros, el tiempo vuela cuando estás planeando una boda.
Haz mayores sacrificios, si estás dispuesta.
¿Buscas alguna forma posible de recortar gastos o encontrar dinero extra para ayudar a pagar tu boda? También hay algunas medidas más drásticas que puedes tomar. Podríais mudaros con vuestros padres para ahorrar en el alquiler del año (o mudaros juntos si no lo habéis hecho ya). Si los dos tenéis coche, considerad la posibilidad de vender uno de ellos: eso mismo podría ahorraros más de 5.000 dólares en gastos como la gasolina, las revisiones y el seguro. «Los gastos de ese coche podrían pagar un tercio de la boda», dice Bach.
Usa tus tarjetas de crédito de forma realista.
Si estás en el proceso de ahorrar para la boda mientras haces los depósitos para reservar el lugar de celebración y otros proveedores, es probable que tengas que usar tarjetas de crédito. Eso no debería preocuparte, siempre y cuando las utilices correctamente (es decir, pagándolas en su totalidad y a tiempo). De hecho, las tarjetas de crédito pueden protegerte del fraude y facilitarte las transacciones, por lo que no te aconsejamos que las evites por completo, siempre y cuando hayas ahorrado lo suficiente, o vayas a ahorrar lo suficiente, para pagarlas antes de que aparezcan los intereses. Pero hay que tener en cuenta una cosa importante: No empieces tu matrimonio con deudas -nunca es una buena idea- y no te plantees pagar cosas con dinero que no tienes y que no tendrás en mucho tiempo. Tampoco deberías pedir un préstamo para cubrir los gastos. «Ir al matrimonio con deudas para una fiesta de un día es un gran error», dice Bach. «La gente empieza su vida con estos enormes agujeros financieros y es una pena. Es inteligente crear una cuenta específica para la boda en la que poner dinero y luego simplemente invertir las matemáticas para llegar a su plan de ahorro.» Conclusión: No gastes más de lo que puedas pagar.
Piensa en formas creativas de ganar más dinero y ahorrar.
¿Has pensado en vender online artículos que ya no necesitas? Qué te parece abrir una tienda Etsy o hacer trabajos por cuenta propia? Esta puede ser una gran manera de complementar tu fondo para la boda. Una vez que tengas un plan para pagar realmente tu boda, empieza a elaborar un presupuesto para la misma. También vale la pena investigar las fechas de boda más caras que hay que evitar y consultar algunos consejos de planificación para tener una idea de todo el proceso. Sea cual sea el tipo de ayuda que necesites, te tenemos completamente cubierto a continuación. Y deja que la aplicación de planificación de bodas de The Knot te mantenga en el camino en cada momento.