A veces te sientes raro. Tal vez te sientas un poco desconectado de la gente que te rodea, o estés teniendo una semana «apagada». No estás del todo deprimido, pero definitivamente te has sentido mejor. Nos pasa a los mejores. La buena noticia es: si te sientes un poco decaído, al menos eres consciente de que algo no va bien, y reconocerlo es el primer paso para volver a ser el mejor de los tuyos.
Así que has identificado que algo no va del todo bien, pero ¿puedes averiguar qué es? Echa un vistazo a tu situación actual. El trabajo ha sido más estresante de lo habitual? ¿Le ha dicho un amigo algo que le ha molestado mucho? Si puedes identificar algo concreto, intenta apartarte de tu mentalidad emocional y resolver el problema un poco. Tal vez puedas hablar con tu jefe sobre la redistribución de algunos proyectos, o pensar en cómo hacer saber a tu amigo que te ha molestado. Si hay algo concreto que te hace sentir mal, lo más probable es que haya una manera de aligerar esa carga al menos un poco.
Pero la mayoría de las veces, cuando nos sentimos de una manera que sólo podemos describir como «de mal humor», no podemos averiguar qué hay debajo de eso. Tal vez realmente no hay nada específico que lo cause. No pasa nada. Todos pasamos por periodos de tiempo así, así que no te obligues a identificar una causa si no se te ocurre nada: sólo aumentarás tu estrés y tu malestar. En este caso, a veces lo mejor que puedes hacer es esperar. Hay algunas cosas que puedes hacer para acelerar este proceso y volver a la pista.
- Descansa-si lo necesitas. Puede que estés realmente quemado. O eres alguien que se mantiene ocupado para evitar sentir realmente emociones negativas (todos hemos estado ahí). Puede ser difícil bajar el ritmo, pero tomarse tiempo para descansar es muy importante. Necesitas descomprimir y equilibrar tu mente antes de chocar contra un muro. Pero no todo el mundo necesita descansar, así que:
- Mantente ocupado, si es que lo necesitas. Algunos funks se inclinan más hacia la apatía y la falta de motivación. Si eso te suena a ti, no te dejes caer en el aislamiento total. Cumpla con un horario diario. (Puede ser tan rígido o tan flojo como quieras; incluso el hecho de planificar los horarios de las comidas ayuda). Y dedica tiempo a las actividades que te gustan. Puede parecer más fácil quedarse en la cama y desconectarse mientras navega por las redes sociales, pero eso sólo puede hundirle más en su bajo estado de ánimo.
- Siga avanzando. Es más efectivo cambiar tus acciones que poner las cosas en espera hasta que te sientas mejor. Por ejemplo, ponerse al día con un viejo amigo puede parecer demasiado esfuerzo en este momento. Pero también puede levantarte el ánimo. Da pasos de bebé hacia los cambios que quieres hacer.
- Fija un nuevo objetivo. Como seres humanos, todos anhelamos un sentido de propósito, y a menudo lo perdemos cuando estamos deprimidos. Su nuevo objetivo no tiene que ser nada grande. (Pasos de bebé, ¿recuerdas?) Pero debe ser realmente importante para ti, así que piénsalo bien. Lo ideal es que sea algo que te entusiasme; limpiar tu habitación es un buen objetivo, pero puede parecer una tarea más de la lista. Prueba con algo que te entusiasme, como empezar el libro que lleva meses en tu mesilla, aprender un nuevo hobby o meditar unos minutos al día.
- Planifica algo emocionante. Tener algo que esperar puede hacer que los días difíciles sean un poco más fáciles. Si estás atascado en la rutina, ¡pon algo divertido en tu calendario! Puede ser algo tan grande como empezar a planificar unas vacaciones para el año que viene o tan pequeño como hacer un pacto con los amigos para ir juntos a vuestro sitio favorito para cenar pronto.
Recuerda: el mal humor forma parte de la vida y es completamente válido, incluso si no crees que haya una «razón» para ello. El simple hecho de ser consciente de que te sientes un poco mal puede ayudarte a que no te consuma. Sigue dando pasos hacia adelante y no pierdas la esperanza: puede que te lleve algún tiempo, pero debes saber que saldrás del otro lado