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Degeneración macular relacionada con la edad: La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden ayudar a preservar la visión

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examen ocular para detectar la degeneración macular

La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es la principal causa de ceguera en adultos mayores de 60 años. Como su nombre indica, esta enfermedad afecta principalmente a la mácula, que es la región de la retina responsable de la visión central. Una persona cuya mácula se ve afectada por la enfermedad de la retina puede desarrollar dificultades en tareas como la lectura y la conducción, pero mantiene una buena visión periférica.

Si tiene DMAE, la comprensión de los signos y síntomas, el control adecuado, la detección temprana del avance de la enfermedad y el tratamiento oportuno son la clave para preservar la visión.

Estadios de la degeneración macular asociada a la edad

La DMAE puede clasificarse como temprana, intermedia o avanzada, en función de los cambios físicos visibles para un oftalmólogo durante un examen ocular. La DMAE temprana se caracteriza por la presencia de pequeños depósitos amarillos conocidos como drusas en la capa posterior de la retina. Las drusas pueden encontrarse en ojos sanos a medida que la gente envejece, pero cuando se vuelven numerosas, se puede hacer un diagnóstico de DMAE. Es posible que una persona con DMAE temprana no experimente ningún síntoma visual y es probable que tenga una buena función visual cuando se mide con métodos estándar, como una tabla optométrica.

Cuando el número y el tamaño de las drusas alcanzan un determinado umbral, la DMAE se clasifica como intermedia, lo que conlleva un mayor riesgo de progresar a DMAE avanzada y pérdida de visión. Las personas con DMAE intermedia pueden empezar a presentar síntomas tempranos, como distorsión de la visión central o pérdida leve de la agudeza visual, aunque no siempre es así.

La designación de DMAE avanzada se produce cuando los pacientes desarrollan una pérdida degenerativa de fotorreceptores (células sensibles a la luz en la retina), denominada atrofia, o un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos, denominado neovascularización coroidea (NVC).

Existen dos tipos principales de DMAE avanzada: DMAE exudativa (húmeda) y no exudativa (seca). La presencia de NVC confiere la designación de DMAE húmeda. Todas las demás formas de DMAE, incluidas la temprana, la intermedia y la atrofia, se consideran DMAE seca. Casi todos los casos de DMAE húmeda comienzan como DMAE seca.

Cuando la DMAE avanzada afecta a la fóvea, que es el centro rico en fotorreceptores de la mácula, los pacientes pueden experimentar una profunda pérdida de visión. La atrofia suele desarrollarse lentamente con el tiempo, y la pérdida de visión se produce cuando invade la fóvea. Los efectos de la NVC, incluida la acumulación de líquido o sangre debajo o dentro de la retina, pueden producirse más rápidamente y causar una disminución repentina de la visión.

Preservación de la visión en personas con degeneración macular

Los ensayos clínicos de los Estudios de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS y AREDS2) descubrieron que la toma de antioxidantes, luteína y zeaxantina en las dosis estudiadas reducía el riesgo de progresión de la DMAE en fase intermedia a avanzada en aproximadamente un 25%, aumentando así las posibilidades de preservar la visión.

En las personas que desarrollan DMAE avanzada, la disponibilidad de opciones de tratamiento depende de si tienen la forma seca o húmeda de la enfermedad. No existe ningún tratamiento aprobado por la FDA para la DMAE seca avanzada. Sin embargo, se están investigando varias terapias que algún día podrían ralentizar o potencialmente revertir los cambios que afectan a la visión.

Por el contrario, la DMAE húmeda cuenta con múltiples agentes aprobados por la FDA y fuera de etiqueta que han demostrado detener y revertir los efectos de la NVC en la mácula. El tratamiento estándar actual es la inyección de medicamentos contra el factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) en la cavidad vítrea del ojo (el espacio lleno de gel que constituye la mayor parte del globo ocular). Los medicamentos anti-VEGF actúan inhibiendo el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales. También hay varios tratamientos prometedores en preparación para la DMAE húmeda, como medicamentos anti-VEGF de mayor duración, medicamentos combinados, depósitos de medicación implantados quirúrgicamente y terapia génica. También hay esperanzas para las gotas oculares o los medicamentos orales, aunque estas terapias tienen un horizonte temporal más largo.

La reducción del riesgo de progresión y la detección temprana de la DMAE avanzada son la clave

Si tiene DMAE, la mejor manera de preservar la visión es reduciendo el riesgo de progresar a una DMAE más avanzada, y la detección temprana de la forma húmeda tratable. Para empezar, dejar de fumar y seguir una dieta saludable puede reducir el riesgo de progresión a DMAE avanzada y prevenir la pérdida de visión relacionada. Su oftalmólogo le recomendará las vitaminas AREDS2, disponibles sin receta médica, para reducir el riesgo de progresión si se le ha diagnosticado DMAE en fase intermedia. También comprobará periódicamente los signos de progresión de la enfermedad.

Esté atento a los síntomas de la degeneración macular en progresión, incluida la visión central borrosa o distorsionada. Y, siguiendo las indicaciones de su oftalmólogo, controle su visión en casa con una rejilla de Amsler (una rejilla de líneas horizontales y verticales utilizada para controlar el campo visual central) u otro dispositivo de control doméstico. En el horizonte se vislumbran sistemas de control doméstico más sofisticados, como los dispositivos de exploración de la retina. Pueden ayudar a detectar la DMAE húmeda para poder tratarla antes de que se produzcan daños permanentes en la retina.

Las terapias actuales pueden controlar la enfermedad y preservar la visión durante años o más, por lo que la detección temprana es clave. Además, siguen siendo importantes las visitas periódicas de seguimiento con un oftalmólogo, ya que éste comprobará si hay indicios de progresión de la enfermedad que pueden no ser evidentes para usted. Su oftalmólogo también estará al tanto de los tratamientos nuevos y emergentes en el panorama en rápida evolución de la terapia de la DMAE.

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