Se ha recreado el rostro de una guerrera vikinga de hace 1.000 años y es impresionante. Cuando los arqueólogos y los científicos trabajan juntos para desvelar secretos largamente enterrados, los resultados son a veces sorprendentes.
Tal es el caso de una guerrera vikinga encontrada en Noruega, cerca de la ciudad de Solor. Cuando se descubrió por primera vez, los restos eran escasos y poco concluyentes. Ahora, gracias a las modernas técnicas forenses y de reconstrucción facial, la antes anónima mujer tiene un rostro, al menos uno generado por ordenador. Y una foto de esa reconstrucción muestra que la guerrera se parece asombrosamente a cualquier mujer que se encuentra en la calle hoy en día, aunque con evidencia de algún golpe serio en la frente.
Los expertos dicen que los restos tienen aproximadamente 1.000 años de antigüedad, y el cráneo claramente recibió un golpe terrible, tal vez en la batalla. Una de las arqueólogas del equipo que dio vida a los restos es Ella Al-Shamahi. A principios de noviembre, Al-Shamahi declaró al Daily Mail que estaba encantada con el descubrimiento y la recreación. «Estoy muy emocionada», empezó diciendo, «porque se trata de un rostro que no se había visto en 1.000 años: de repente es muy real».»
Durante décadas, se asumió que las mujeres estaban al margen de las batallas, no eran participantes. Sin embargo, el aspecto de su cráneo sugiere que sí participó en el combate. Al principio, cuando se encontraron los restos en un gran cementerio vikingo, nadie sospechó que fuera una guerrera por la única razón de que era una mujer. Ahora, Al-Shamahi dice que es la prueba de que las mujeres sí participaban en las batallas.
Aunque el enterramiento es muy importante para los arqueólogos e investigadores, está lejos de ser la única tumba vikinga encontrada en Noruega. Neil Price, profesor y consultor de arqueología, dijo que no le sorprendería encontrar más mujeres guerreras.
Mujer guerrera vikinga
La noción de las mujeres guerreras vikingas ha sido retratada en la cultura popular, como la serie de televisión Vikingos, pero la arqueología y la ciencia de la misma apenas está siendo desenterrada y la realidad, por pequeña que sea hasta ahora, ya no puede ser negada, gracias a este particular hallazgo. La historia señala que en un principio se asumió que esta mujer era otro esqueleto masculino hasta que Anna Kjellström, una osteóloga de la Universidad de Estocolmo, se dio cuenta de que los restos sugerían que era mujer. El ADN confirmó su creencia.
El hallazgo es de tal importancia, así como la tecnología de vanguardia utilizada para recrear su rostro, que Al-Shamahi va a presentar un documental de National Geographic sobre el caso. Durante el programa, de una hora de duración, explicará la ciencia en la que se basan los métodos de recreación y viajará por Noruega mostrando a los espectadores varios lugares de enterramiento vikingos.
Se emitirá en Gran Bretaña a principios de diciembre y, sin duda, llegará a otros países para su visionado a finales de este año. La recreación, incluidos los objetos encontrados con el esqueleto, se exponen en el Museo de Historia Natural de Oslo.
Una prueba más de la condición de luchadora de la mujer son las armas con las que fue enterrada, entre las que se encuentran flechas, un hacha y una lanza. También forman parte de la exposición del Museo. Charlotte Hedenstierna-Jonson, del Departamento de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Uppsala (Suecia), fue la encargada de dirigir esta investigación.
Se la cita en EurekAlert señalando: «Lo que hemos estudiado no era una valquiria de las sagas, sino un líder militar de la vida real, que resulta ser una mujer».
En exposición: Impresionante collar de cuentas vikingas perteneciente a una hechicera pagana
Los historiadores pueden haberse resistido a la idea de que las mujeres estuvieran en los campos de batalla porque, sencillamente, carecían de la fuerza física necesaria para enfrentarse con éxito a un oponente, especialmente en la época vikinga. Sin embargo, disparar un arco y una flecha a distancia o utilizar una lanza mientras se monta a caballo, desmiente la suposición de que las mujeres no eran capaces de luchar. Y ahora, con el rostro recreado de una guerrera, hay pruebas de que al menos algunas mujeres estuvieron al lado de sus hombres en medio de la batalla.