Cuando nos preguntan, «¿Por qué los dientes no se curan como otros huesos?», nuestra primera respuesta es, «¡Los dientes no son huesos en absoluto!»
Entonces, ¿qué son los dientes? Nos alegramos de que nos lo preguntes
¿Qué son los huesos?
Los dientes y los huesos son duros, más o menos blancos y tienen un alto contenido en calcio, pero en realidad no son lo mismo. Antes de decirte lo que son los dientes, te diremos lo que no son (y lo que son los huesos).
Los huesos contienen calcio y otros minerales, pero están formados principalmente por colágeno. El colágeno es una proteína. Es un tejido vivo y en crecimiento. Esto da a los huesos una estructura flexible que les permite soportar la presión, pero con suficiente calcio para soportar el peso del cuerpo.
Debido a que los huesos son en su mayoría tejido vivo, también pueden sanar y repararse a sí mismos después de ser dañados o rotos. Pero los huesos no son tan duros como los dientes. Si nuestros dientes fuesen huesos, no podrían soportar toda una vida de morder y masticar.
Si los dientes no son huesos, ¿qué son?
El hueso de la mandíbula está conectado a los dientes. No existe el hueso de los dientes. Nunca volverás a escuchar esa rima de la misma manera, ¿verdad?
La pulpa dental está protegida por la dentina. La dentina es un tejido calcificado que representa la mayor parte del diente. Por último, la dentina está cubierta por un esmalte posterior duro y brillante. El esmalte es la sustancia más dura del cuerpo humano y, a diferencia de los huesos, está totalmente expuesta.
¿Qué debo saber sobre el esmalte?
El esmalte es básicamente una armadura para tus dientes. El propósito principal del esmalte es proteger sus dientes de los daños. Cuando un dentista expresa su preocupación por las caries, suele hablar de daños en el esmalte.
Aunque el esmalte es la parte más dura del cuerpo humano, no es indestructible. Puede agrietarse o astillarse con bastante facilidad. Además, está constantemente expuesto al ácido y a la acumulación de bacterias. Por eso es tan importante llevar a cabo una higiene dental diaria y regular, que incluya el cepillado, el uso del hilo dental y el enjuague.
Tus dientes también tienen que soportar mucho morder y masticar. Es importante tener cuidado con lo que se les somete. Los dientes no están hechos para separar ladrillos de Lego, abrir botellas o rasgar envases. Ciertos problemas de mordida también pueden provocar un desgaste adicional e innecesario de tu esmalte.
Cuida bien tus dientes. Sólo tienes un juego!
Si tienes preguntas o preocupaciones sobre tus propios dientes, ven a vernos en Brookings o Madison para una consulta gratuita.