Resumen
Aunque algunos eruditos de finales del siglo XIX y principios del XX propusieron que el dios israelita Yahvé es una forma del dios sumerio-acadio Enki/Ea, esta teoría fue abandonada silenciosamente en la reacción académica contra el «pan-babilonismo», y no ha sido revivida desde entonces. A la luz de los nuevos conocimientos adquiridos en el último siglo, esta teoría merece una nueva y amplia argumentación en su favor.
La base principal para la idea de que el dios bíblico (considerando tanto a Yahvé como su encarnación en Jesús) es una forma de Enki/Ea radica en la considerable congruencia entre las tradiciones teológicas de estos dioses, que abarca nombres, funciones, valores y rasgos de carácter divinos; temas literarios; imágenes míticas; ideologías; formas de culto; y circunstancias socio-históricas.
El sistema de símbolos teológicos que engloba a Enki/Ea y al dios bíblico tiene un carácter «astral» subyacente, siendo esta forma de dios una personificación de la estrella Canopus. La simbología astral de este sistema de símbolos está indicada por la identificación de las deidades con las estrellas en los textos astronómicos y astrológicos babilónicos tardíos, incluyendo Ea = Canopus; el uso de un signo estelar en cuneiforme para la palabra «deidad»; la coherencia entre los comportamientos y las características de los dioses y los cuerpos celestes que son sus manifestaciones visibles; y las instituciones sociales y cultuales que reflejan los cielos, siguiendo el principio de «como es arriba, es abajo.»
Llegar a esta conclusión requiere el conocimiento de los principios de la astronomía posicional, incluidos los datos generados por los cálculos informáticos de las posiciones de las estrellas en la antigüedad, teniendo en cuenta el fenómeno de la precesión.
Entre los retos a los que se enfrenta el argumento está el de salvar la brecha entre el politeísmo y el monoteísmo, una tarea a la que contribuyen las pruebas de los importantes residuos del politeísmo en la tradición bíblica, así como del carácter monolátrico de la tradición de Enki/Ea. El otro dios suero-acadio principal que parece estar implicado en la religión bíblica es Dumuzi/Tammuz, un hijo de Enki/Ea y una personificación del planeta Mercurio.
La primera parte analiza a Enki/Ea; la segunda parte analiza al dios bíblico como un desarrollo de Enki/Ea; y la tercera parte analiza el carácter astral del sistema de símbolos que abarca a Enki/Ea y al dios bíblico.