¿Ha notado una erupción en los brazos, las piernas, las manos o la cara de su hijo? El eczema, también conocido como «dermatitis atópica», es una afección cutánea inflamatoria no contagiosa que se caracteriza por el picor, el enrojecimiento y las erupciones escamosas. Estos síntomas pueden ser dolorosos y provocar cambios en el color de la piel y ampollas. El picor asociado al eczema puede ser intenso y a menudo interrumpe el sueño. Cuando los niños se rascan la piel, pueden contraer una infección. Los bebés que tienen eczema pueden frotarse contra la ropa de cama u otras cosas para aliviar el picor.
Obtenga alivio
El eczema suele aparecer antes de los 5 años, pero los adolescentes y los adultos también pueden desarrollar la enfermedad. Alrededor del 60 por ciento de los pacientes experimentarán síntomas de eczema antes de cumplir el primer año de edad, y otro 30 por ciento los experimentará antes de los 5 años. Los niños nacidos en familias con antecedentes de enfermedades alérgicas, como el asma o la fiebre del heno, tienen un mayor riesgo de padecer eczema. El eczema no está causado por ningún tipo de alergia, pero se asocia al desarrollo de alergias alimentarias y ambientales. El eczema se desarrolla debido a una barrera cutánea defectuosa. El eczema suele ser hereditario y los bebés con padres alérgicos o asmáticos tienen un mayor riesgo de desarrollo.
El eczema se considera parte de la «marcha atópica». La marcha atópica implica el diagnóstico de eczema durante la infancia, seguido de alergia alimentaria, rinitis alérgica (también conocida como fiebre del heno) y asma, normalmente en ese orden.
Algunos niños pequeños con eczema grave se benefician de las pruebas de alergia alimentaria y de la posible eliminación de ciertos alimentos específicos de su dieta. Los cacahuetes, el huevo y la leche son las alergias alimentarias más comunes identificadas en estos niños. No se recomienda realizar pruebas de alergia alimentaria a todos los niños con eczema debido a la alta tasa de resultados falsos positivos. Esto conduce a un diagnóstico erróneo y a la evitación innecesaria de alimentos. Los científicos han descubierto que las personas que tienen una deficiencia de proteína conocida como deficiencia de Filaggrin corren el riesgo de desarrollar eczema.
Los niños y los adultos a los que se les ha diagnosticado eczema pueden controlar la enfermedad con la orientación de un alergólogo. En los casos de eczema moderado o grave, un alergólogo puede recomendar la prescripción de medicamentos, incluyendo esteroides tópicos y/o antihistamínicos. Los casos más leves pueden tratarse con pomadas y cremas hidratantes. Los brotes de eczema pueden ser causados por cualquier producto perfumado, como cosméticos, jabones y detergentes. Otros factores desencadenantes son las ropas duras, como los climas secos, el aire frío, enfermedades como el resfriado común y el estrés.
Ningún padre quiere ver a su hijo sufrir con una erupción. Un alergólogo puede poner a su hijo en el camino correcto, a largo plazo, para manejar su eczema. Acuda a un alergólogo para recibir atención y alivio por parte de expertos.