El ex papa Benedicto XVI, el primer pontífice en 600 años que dimite en lugar de gobernar de por vida, está gravemente enfermo, según ha informado un periódico alemán.
El periódico, Passauer Neue Presse, citó al biógrafo de Benedicto, el escritor alemán Peter Seewald, quien se reunió con el papa emérito de 93 años en el Vaticano el sábado.
Un portavoz del Vaticano dijo que la condición de Benedicto «no era particularmente preocupante». El secretario personal del ex papa, el arzobispo Georg Gänswein, no devolvió de inmediato una llamada en la que se le pedía un comentario.
Seewald dijo que Benedicto, que ha estado en mal estado de salud durante algún tiempo, estaba sufriendo de herpes zóster, una infección viral que causa erupciones dolorosas y es común entre las personas mayores.
Seewald dijo que la voz de Benedicto era apenas audible -algo que otros visitantes han dicho durante meses- y que el ex papa le dijo que podría volver a escribir si recuperaba las fuerzas.
En junio, Benedicto, que vive en un antiguo convento en los jardines del Vaticano, salió de Italia por primera vez desde su renuncia en 2013 para realizar una emotiva visita de despedida a su hermano mayor Georg en su Baviera natal.
Georg Ratzinger murió el 1 de julio a los 96 años. Los dos hermanos fueron ordenados sacerdotes el mismo día en 1951.
Benedicto, que fue elegido en 2005 para suceder al Papa Juan Pablo II tras un reinado de casi 27 años, conmocionó al mundo e incluso a sus colaboradores más cercanos el 11 de febrero de 2013 cuando anunció que dejaba el cargo.
Dijo en una reunión de cardenales que era demasiado viejo y frágil para dirigir una institución con más de 1.300 millones de miembros.
En el momento de la renuncia de Benedicto, el Vaticano estaba sumido en problemas financieros, escándalos de abusos sexuales y luchas internas entre burócratas que llevaron a la filtración de importantes documentos.
Benedicto dijo que su renuncia se debió exclusivamente a razones de salud.
Los conservadores de línea dura de la iglesia católica, alarmados por las medidas progresistas del papa Francisco, han mirado a Benedicto como su abanderado. Esto obligó al ex papa en varias ocasiones a recordarles que sólo hay un papa: Francisco.
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