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Embolia

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Los hechos

Un émbolo es una partícula que se desplaza por nuestros vasos sanguíneos, ya sea en las venas o en las arterias. La mayoría de los émbolos están compuestos por células sanguíneas coaguladas. Un coágulo de sangre se denomina trombo y un coágulo de sangre en movimiento se denomina tromboembolismo.

Cuando un émbolo se desplaza por los vasos sanguíneos del cuerpo, es probable que llegue a un pasaje por el que no pueda pasar. Se aloja allí, acumulando sangre detrás de él. Las células que normalmente reciben su suministro de sangre a través de este pasaje se quedan sin oxígeno (isquemia) y mueren. Esta situación se denomina embolia.

Tipos de embolia

Hay varios tipos de embolia:

  • Embolia pulmonar: Un émbolo, generalmente formado en la pierna (a veces conocido como trombosis venosa profunda o TVP), se aloja en una de las arterias de los pulmones. Muchos émbolos son descompuestos por el cuerpo y desaparecen por sí solos; sin embargo, una embolia pulmonar grave puede causar la muerte.
  • Embolia cerebral: Si un coágulo de sangre viaja al cerebro, esto provoca un accidente cerebrovascular isquémico o AIT (ataque isquémico transitorio).
  • Embolia retiniana: Pequeños coágulos que no bloquearían una arteria principal pueden bloquear los vasos sanguíneos más pequeños que alimentan la retina en la parte posterior del ojo. El resultado suele ser una ceguera repentina en un ojo.
  • Embolia séptica: Se produce cuando las partículas creadas por una infección en el cuerpo llegan al torrente sanguíneo y bloquean los vasos sanguíneos.
  • Embolia amniótica: No todos los émbolos están formados por sangre coagulada. En el embarazo, el útero está lleno de líquido amniótico, que protege al feto. El líquido amniótico puede embolizar y llegar a los pulmones de la madre, provocando una embolia amniótica pulmonar.
  • Embolia aérea: Los buceadores que suben a la superficie con demasiada rapidez pueden generar una embolia de aire, burbujas en la sangre que pueden bloquear el flujo sanguíneo arterial.
  • Embolia grasa: Si se introducen partículas de grasa o de médula ósea en la circulación sanguínea, pueden bloquear los vasos sanguíneos del mismo modo que lo hace un coágulo de sangre o una burbuja de aire.
  • Causas

    La mayoría de las embolias se producen en personas que tienen factores de riesgo para la formación de coágulos sanguíneos, como el tabaquismo y las enfermedades cardíacas. Otros factores de riesgo para otros tipos de embolias son la hipertensión arterial, la aterosclerosis (acumulación de placa grasa en los vasos sanguíneos), el colesterol alto y la obesidad.

    La causa principal de la mayoría de las embolias pulmonares es la trombosis venosa profunda (TVP). Se trata de una afección en la que las venas de las piernas desarrollan coágulos. Los agentes naturales de la sangre suelen disolver los coágulos pequeños sin causar ningún efecto de obstrucción. Algunos coágulos son demasiado grandes para disolverse y son lo suficientemente grandes como para bloquear los principales vasos sanguíneos en los pulmones o en el cerebro.

    Los factores que ralentizan el flujo sanguíneo en las piernas pueden promover la coagulación. Las personas pueden desarrollar una TVP o una embolia pulmonar después de permanecer sentadas en vuelos largos o después de inmovilizar la pierna con una escayola, o después de un reposo prolongado en cama sin mover las piernas. Otros factores asociados a la TVP o a la embolia pulmonar son el cáncer, las intervenciones quirúrgicas previas, una pierna o cadera rota y las enfermedades genéticas que afectan a las células sanguíneas y que aumentan la probabilidad de formación de coágulos.

    Síntomas y complicaciones

    Los síntomas de la embolia pulmonar pueden ser leves o graves. Algunas personas tienen muchos émbolos pequeños que sólo pueden detectarse mediante técnicas especiales de rayos X. Sin embargo, una obstrucción grave puede provocar una dificultad respiratoria grave o la muerte.

    Los síntomas de la embolia pulmonar aparecen repentinamente e incluyen:

    • Dificultad para respirar, respiración rápida o sibilancias
    • Esputo con sangre
    • Tos
    • Voluntad, mareos, desmayo
    • dolor agudo en el pecho o en la espalda
    • Diagnóstico

      Hay varias pruebas que se pueden realizar para diagnosticar una embolia pulmonar. Además de una radiografía de tórax, se puede realizar una gammagrafía de perfusión de ventilación (V/Q) para ver si hay algo que bloquea el flujo sanguíneo a través de los pulmones. Otras pruebas son el TAC o la angiografía pulmonar. En el caso de la trombosis venosa profunda, pueden realizarse estudios Doppler de las piernas, venogramas o pletismografía de impedancia (IPG) de las venas para detectar un coágulo de sangre. En el caso de los accidentes cerebrovasculares, pueden utilizarse escáneres cerebrales, angiografías o estudios de ecografía Doppler para detectar las arterias obstruidas por un coágulo sanguíneo.

      Tratamiento y prevención

      El tratamiento de la tromboembolia (embolia por coágulos sanguíneos) incluye medicamentos anticoagulantes o trombolíticos. Los anticoagulantes, como la heparina*, la heparina de bajo peso molecular, la warfarina o los inhibidores del factor Xa, son los principales medicamentos administrados para la embolia pulmonar. Los anticoagulantes impiden que la sangre siga coagulándose. Los trombolíticos, como la alteplasa y la estreptoquinasa, ayudan al organismo a disolver el coágulo original. La forma más eficaz de prevenir la embolia pulmonar es evitar que la TVP se forme o comience a moverse en los vasos sanguíneos. Si tiene una TVP, es posible que le receten un anticoagulante. Los anticoagulantes también pueden administrarse a personas con TVP para prevenir la afección. También pueden proteger contra los accidentes cerebrovasculares.

      Los métodos no farmacológicos para ayudar a prevenir la TVP incluyen el uso de dispositivos y medias de compresión (para asegurar que la sangre no se acumule en las piernas), y estirar, masajear y mover con frecuencia los músculos de la parte inferior de la pierna si está inactivo durante mucho tiempo. También puede reducir los factores de riesgo de formación de coágulos, por ejemplo, dejando de fumar y controlando la presión arterial.

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