Los restos de un barco pirata abandonado por el capitán Kidd en el siglo XVII han sido encontrados por buzos en aguas poco profundas de la República Dominicana, según afirma un equipo de investigación.
El equipo de arqueología submarina, de la Universidad de Indiana, dice haber encontrado los restos del Quedagh Merchant, buscado activamente por los cazadores de tesoros durante años.
Charles Beeker, de la IU, dijo que su equipo ha obtenido la licencia para estudiar los restos del naufragio y convertir el lugar en una reserva submarina para el público.
Es notable que el naufragio haya permanecido sin descubrir todos estos años dada su ubicación, a sólo 70 pies de la costa de la isla Catalina en la República Dominicana en menos de 10 pies de agua de mar.
«He estado en literalmente miles de naufragios en mi carrera», dijo Beeker. «Este es uno de los primeros sitios en los que he estado donde no he visto ningún saqueo. Tenemos un naufragio en aguas cristalinas y prístinas que están increíblemente intactas. Queremos mantenerlo así, por lo que hemos hecho el anuncio ahora para garantizar la protección del lugar frente a los saqueadores».
El hallazgo es valioso por lo que podría revelar sobre William Kidd y la piratería en el Caribe, dijo John Foster, arqueólogo subacuático del estado de California, que participa en la investigación.
Los historiadores difieren sobre si Kidd era realmente un pirata o un corsario -un barco o capitán pagado por un gobierno para luchar contra el enemigo-. Tras su condena por cargos de piratería y asesinato en un sensacional juicio en Londres, se le dejó colgado sobre el río Támesis durante dos años.
Los historiadores escriben que Kidd capturó el Quedagh Merchant, cargado de valiosos satenes y sedas, oro, plata y otras mercancías de las Indias Orientales, pero abandonó el barco en el Caribe mientras navegaba hacia Nueva York en una balandra menos llamativa para limpiar su nombre de los cargos criminales.
El antropólogo de la UI Geoffrey Conrad dijo que los hombres a los que Kidd confió su barco supuestamente lo saquearon y luego lo incendiaron y dejaron a la deriva en el Río Dulce. Conrad dijo que la ubicación de los restos y la formación y el tamaño de los cañones, que habían sido utilizados como lastre, coinciden con los registros históricos del barco. También encontraron trozos de varias anclas bajo los cañones.
«Todas las pruebas que encontramos bajo el agua son coherentes con lo que sabemos por la documentación histórica, que es extensa», dijo Conrad. «A través de rigurosas investigaciones arqueológicas, demostraremos de forma concluyente que se trata del naufragio del capitán Kidd».
El equipo del IU examinó el naufragio a petición de la Oficina Nacional De Patrimonio Cultural Subacuático de la República Dominicana.
«El yacimiento fue descubierto inicialmente por un prominente residente local de Casa De Campo, que reconoció la importancia de los numerosos cañones y solicitó que el yacimiento fuera investigado adecuadamente», dijo el director técnico de la ONPCS, Francis Soto. «Entonces, me puse en contacto con IU»
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