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Cómo nos ayudan las emociones
¿Qué sientes, ahora mismo, al empezar a leer esto? ¿Sientes curiosidad? Con la esperanza de aprender algo sobre ti mismo? Aburrido porque es algo que tienes que hacer para la escuela y no te interesa mucho – o feliz porque es un proyecto escolar que disfrutas? Tal vez estés distraído por otra cosa, como sentirte emocionado por tus planes de fin de semana o triste porque acabas de pasar por una ruptura.
Emociones como estas forman parte de la naturaleza humana. Nos dan información sobre lo que estamos experimentando y nos ayudan a saber cómo reaccionar.
Sentimos nuestras emociones desde que somos bebés. Los bebés y los niños pequeños reaccionan a sus emociones con expresiones faciales o con acciones como reír, abrazar o llorar. Sienten y muestran emociones, pero aún no tienen la capacidad de nombrar la emoción o decir por qué se sienten así.
A medida que crecemos, nos volvemos más hábiles para entender las emociones. En lugar de reaccionar como los niños pequeños, podemos identificar lo que sentimos y ponerlo en palabras. Con el tiempo y la práctica, mejoramos en saber lo que sentimos y por qué. Esta habilidad se llama conciencia emocional.
La conciencia emocional nos ayuda a saber lo que necesitamos y queremos (¡o no queremos!). Nos ayuda a construir mejores relaciones. Esto se debe a que ser conscientes de nuestras emociones puede ayudarnos a hablar de los sentimientos con más claridad, a evitar o resolver mejor los conflictos y a superar los sentimientos difíciles con más facilidad.
Algunas personas están naturalmente más en contacto con sus emociones que otras. La buena noticia es que todo el mundo puede ser más consciente de sus emociones. Sólo hace falta practicar. Pero vale la pena el esfuerzo: La conciencia emocional es el primer paso hacia la construcción de la inteligencia emocional, una habilidad que puede ayudar a las personas a tener éxito en la vida.
Emociones 101
Aquí hay algunas cosas básicas sobre las emociones:
- Las emociones van y vienen. La mayoría de nosotros sentimos muchas emociones diferentes a lo largo del día. Algunas duran sólo unos segundos. Otras pueden prolongarse hasta convertirse en un estado de ánimo.
- Las emociones pueden ser leves, intensas o estar en cualquier punto intermedio. La intensidad de una emoción puede depender de la situación y de la persona.
- No hay emociones buenas o malas, pero sí hay formas buenas y malas de expresar (o actuar) las emociones. Aprender a expresar las emociones de forma aceptable es una habilidad independiente -la gestión de las emociones- que se construye sobre la base de ser capaz de entender las emociones.
Todo es bueno
Algunas emociones se sienten positivas -como sentirse feliz, cariñoso, confiado, inspirado, alegre, interesado, agradecido o incluido. Otras emociones pueden parecer más negativas, como sentirse enfadado, resentido, temeroso, avergonzado, culpable, triste o preocupado. Tanto las emociones positivas como las negativas son normales.
Todas las emociones nos dicen algo sobre nosotros mismos y nuestra situación. Pero a veces nos cuesta aceptar lo que sentimos. Podemos juzgarnos a nosotros mismos por sentir una determinada manera, como si nos sentimos celosos, por ejemplo. Pero en lugar de pensar que no deberíamos sentirnos así, es mejor darse cuenta de cómo nos sentimos realmente.
Evitar los sentimientos negativos o fingir que no nos sentimos así puede ser contraproducente. Es más difícil superar los sentimientos difíciles y permitir que se desvanezcan si no los afrontamos e intentamos comprender por qué nos sentimos así. No es necesario insistir en las emociones ni hablar constantemente de lo que se siente. La conciencia emocional significa simplemente reconocer, respetar y aceptar tus sentimientos tal y como suceden.
Construyendo la conciencia emocional
La conciencia emocional nos ayuda a conocernos y aceptarnos a nosotros mismos. Entonces, ¿cómo puedes ser más consciente de tus emociones? Empieza con estos tres sencillos pasos:
- Acostúmbrate a sintonizar con cómo te sientes en diferentes situaciones a lo largo del día. Puede que notes que te sientes emocionado después de hacer planes para ir a algún sitio con un amigo. O que te sientes nervioso antes de un examen. Puede que te sientas relajado al escuchar música, inspirado por una exposición de arte o satisfecho cuando un amigo te hace un cumplido. Sólo tienes que darte cuenta de la emoción que sientes y nombrarla en tu mente. Sólo se tarda un segundo en hacerlo, pero es una gran práctica. Observa que cada emoción pasa y deja espacio para la siguiente experiencia.
- Califica lo fuerte que es el sentimiento. Después de notar y nombrar una emoción, dé un paso más: Califique la fuerza con la que siente la emoción en una escala del 1 al 10, siendo el 1 el sentimiento más leve y el 10 el más intenso.
- Comparta sus sentimientos con las personas más cercanas a usted. Esta es la mejor manera de practicar la puesta en palabras de las emociones, una habilidad que nos ayuda a sentirnos más cerca de amigos, novios o novias, padres, entrenadores… de cualquiera. Convierte en una práctica diaria el compartir los sentimientos con un amigo o familiar. Puedes compartir algo que sea muy personal o algo que sea simplemente una emoción cotidiana.
- Como cualquier otra cosa en la vida, cuando se trata de emociones, ¡la práctica hace la perfección! Recuérdate que no hay emociones buenas o malas. No juzgues tus sentimientos – sólo sigue notando y nombrándolos.
Revisado por: KidsHealth Behavioral Health Experts