Para un nuevo paciente, acercarse al mostrador del dispensario por primera vez puede ser toda una experiencia. La emoción inicial al ver los productos de cerca pronto da paso a la desalentadora tarea de seleccionar realmente algo que se adapte a sus necesidades.
Es por eso que comenzamos cada orientación para nuevos pacientes hablando de los dos tipos principales de marihuana, indica y sativa. Tienen diferentes características genéticas porque originalmente provienen de diferentes partes del mundo. Ambos tipos tienen importantes propiedades medicinales, pero hay importantes diferencias entre sus efectos, que pueden determinar qué elección funcionará mejor para las necesidades de un paciente individual.
Las cepas índicas tienden a proporcionar un efecto físico, que se puede sentir en todo el cuerpo. Estas cepas se utilizan comúnmente para reducir el dolor, aliviar la tensión muscular, aumentar la relajación y ayudar a los pacientes a descansar. Las cepas Indica se recomiendan a menudo para el uso nocturno, porque muchos pacientes las encuentran útiles para promover el sueño.
Las cepas Sativa tienden a producir un efecto más cerebral, que impacta en el estado de ánimo y la emoción. Estas cepas son populares para aumentar los niveles de energía, mejorar la concentración y combatir la depresión. Las cepas sativa se recomiendan a menudo para el uso diurno porque muchos pacientes las encuentran útiles para proporcionar alivio de los síntomas sin interferir con las actividades diarias.
Las cepas híbridas son variedades que contienen niveles similares de índica y sativa. Estas cepas «lo mejor de ambos mundos» ofrecen un equilibrio entre los beneficios de ambos tipos.
Entender estas categorías ayuda a los pacientes a anticipar mejor cómo podrían responder a un producto u otro, pero estas reglas tampoco son inamovibles. Muchos pacientes encuentran el éxito en el tratamiento de síntomas comunes como el dolor, las náuseas y la pérdida de apetito con una variedad de cepas de todo el espectro indica/sativa. Animamos a nuestros pacientes a que prueben una gama de productos, y los que lo hacen a menudo descubren sus cepas preferidas en más de una categoría.
Debido a los extensos cruces, es raro que una cepa muestre atributos de sativa o índica totalmente puros. Los pacientes deberían ver estas categorías como un espectro, en el que cada cepa cae en algún lugar del mapa entre estos extremos en competencia. Por esta razón, no todos los productos catalogados como «sativa» en el menú del dispensario serán igualmente energéticos y alertas en sus efectos, así como no todas las «índicas» producirán un efecto predominantemente sedante. Por ejemplo, un paciente que considera que una cepa sativa en particular es demasiado estimulante puede verse tentado a evitar esta categoría por completo, cuando en realidad algunas sativas más suaves pueden ser capaces de tratar sus síntomas con éxito.
Por mucho que intentemos categorizar cada cepa que encontramos, la realidad es que la genética del cannabis suele tener historias complicadas y a veces desconocidas. Incluso las cepas sativas más populares suelen contener algunos genes indica y viceversa. Además, las plantas individuales a veces mostrarán características diferentes que otras, al igual que dos niños humanos nacidos de los mismos padres pueden parecerse pero mostrar personalidades diferentes.
En última instancia, la comprensión de la diferencia entre índicas, sativas e híbridos a menudo sirve como una guía útil, pero cada paciente es único y cada individuo será el juez final de lo que funciona mejor para sus necesidades médicas. Eso es lo que hace que el cannabis medicinal sea un viaje tan interesante y gratificante para muchos.