Uno podría pensar que a los 200 años de su independencia como nación, el récord ortográfico estaría aclarado. Sin embargo, con demasiada frecuencia persiste la confusión sobre cómo se escribe el nombre de un país sudamericano: Colombia.
Es Colombia con «O». No Columbia, con ‘U’.
Estamos lejos geográficamente de la Columbia Británica y de una era de transbordadores que soportaron muchas misiones después de que el ‘Columbia’ se desintegrara sobre Texas en 2003. Sin embargo, muchos siguen equivocándose. En Colombia no hay Montañas Rocosas. Estamos en los Andes.
La confusión ortográfica podría estar justificada si uno nunca ha viajado a Sudamérica o su conocimiento del mundo ha sido atrofiado por la falta de educación. Hasta los periodistas nos equivocamos. Pero eso no es excusa.
Hoy en día podemos confiar en Google Earth para ver dónde está Guyana en relación con la Guayana Francesa, y Ghana en relación con Guinea-Bissau.
Hoy en día podemos confiar en Google Earth para ver dónde está Guyana en relación con la Guayana Francesa, y Ghana en relación con Guinea-Bissau. O viceversa. Pero si eres un editor de un gran grupo de noticias y estás cubriendo un proceso de paz en ‘Colombia’, estás perdido en un bosque lingüístico y cultural.
En un momento de su larga historia, Colombia fue parte de ‘La Gran Colombia’, una región que hoy incluye a Panamá, Venezuela y Ecuador. Después de liberar a estos países de España durante sus campañas militares a principios del siglo XIX, Simón Bolívar conocía la importancia de «lo que hay en un nombre». Había derrotado a sus amos coloniales en la «Tierra de Colón», llamada así por el marino genovés Cristóbal Colón.
Y hasta los historiadores de la wiki se equivocan en algunos datos. Colón era italiano, no español. Fue comisionado por los Reales de Castilla para traer especias del lejano Oriente y se encontró navegando hacia las Américas. Esto fue tres siglos antes de la campaña de Bolívar por la independencia de los habitantes de la «Nueva Granada».
La palabra «Colombia» aparece en un periódico temprano – «Colombiano»- publicado por el general Francisco de Miranda (1750-1816), uno de los aliados ideológicos más cercanos de Bolívar y el comandante militar que conseguiría el apoyo de los británicos para liberar a su país natal, Venezuela, del dominio español. Era una especie de Tocqueville, que soñaba con un continente unido, que se extendería desde las cálidas costas del Caribe hasta las heladas mesetas de la Patagonia.
Su visión perduró sólo sobre el papel. Después de que su ejército lo abandonara, fue capturado por sus enemigos del Viejo Mundo y enviado a languidecer en una prisión española. Murió en 1816.
Para los historiadores, el origen de ‘Colombia’ está enraizado con el nombre de Colón. Quizá ahí radica la confusión. Columbus es el nombre anglicista de Colón. Pero siglos después de la carrera de las especias, sigo recibiendo correos electrónicos en los que me preguntan si «vivo en Colombia»
En general, respondo con una ‘O’ y un ‘sí’, aunque hace muchos años que no voy a Vancouver, ni visito la famosa universidad neoyorquina.
Así que vamos a dejar las cosas claras, de una vez por todas.
‘Colombia’ es el nombre de un país con 45 millones de habitantes. Tiene una bandera a rayas amarillas, azules y rojas. Los nativos son, en general, un grupo amable, que trabaja duro para ganarse la vida. Han aportado mucho al mundo de la ciencia, el deporte y el arte.
Y lo seguirán haciendo, aunque muchas veces se equivoquen geográficamente por una vocal.