A pesar de los avances en biomarcadores y tecnología, la exploración clínica (es decir, la anamnesis y la exploración física) sigue siendo fundamental en el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardíaca. En concreto, el examen clínico permite evaluar de forma no invasiva el estado hemodinámico subyacente del paciente, basándose en si éste presenta presiones de llenado ventricular elevadas y/o un índice cardíaco inadecuado. Estas evaluaciones proporcionan una importante información pronóstica y ayudan a guiar la toma de decisiones terapéuticas. En este artículo, los autores evalúan de forma crítica la utilidad de la exploración clínica para estos fines y ofrecen consejos prácticos que hemos extraído de nuestra práctica en el campo de la insuficiencia cardíaca avanzada. Los autores señalan que la capacidad para evaluar la congestión es superior a la de la perfusión inadecuada. Además, en la práctica actual, las presiones de llenado del ventrículo izquierdo elevadas se infieren por los hallazgos relacionados con una presión auricular derecha elevada. Discuten un sistema de clasificación emergente a partir del examen clínico que categoriza a los pacientes en función de si la elevación de las presiones de llenado ventricular se produce en el lado derecho, en el lado izquierdo o en ambos lados.