¿Crees que tu apartamento es pequeño? Estás a punto de sentirte como el rey del castillo (y probablemente de avergonzarte un poco por cualquier dificultad que tengas para encajar cosas en tu espacio). En el último episodio de la serie de YouTube Living Big in a Tiny House, el presentador Bryce Langston visita al arquitecto Douglas Wan en Melbourne (Australia), donde vive en un apartamento-estudio de 300 pies cuadrados.
Langston presenta el espacio de Wan -en un apartamento de la década de 1950 que fue una vivienda para enfermeras- como prueba de que «el buen diseño puede venir al rescate». Y en este espacio, lo hace: Wan ha puesto en práctica un montón de trucos inteligentes para optimizar completamente cada centímetro cuadrado de su espacio (porque cuando sólo hay 3.600, cada centímetro cuadrado tiene que contar).
«Cuando vi el plano, pensé que le vendría bien una actualización», dice Wan humildemente sobre la distribución. Y la actualizó, construyendo básicamente un nuevo interior, en el que cada detalle enseña una lección sobre formas inteligentes de aprovechar un espacio.
«Lo que hice fue pensar en la funcionalidad de los tres espacios», explica el propietario de la vivienda sobre su decisión de dividir el apartamento en zonas separadas y multifuncionales.
Después de mudarse, Wan derribó los muros de carga y en su lugar instaló vigas, abriendo el espacio del piso. En la cocina (¡de 1,8 metros cuadrados!), un recorte en la pared permite la entrada de luz desde el exterior sin sacrificar los armarios, como haría un plano totalmente abierto. De hecho, los armarios de Wan son más altos de lo normal, y ha ideado un escalón de madera contrachapada en el exterior de la cocina para llegar a los lugares más altos.
La colocación de los fogones, el fregadero y el lavavajillas se pensó cuidadosamente en función de cómo se mueve Wan al usar la cocina: Puede cortar las verduras a la izquierda de los fogones, encima del lavavajillas, y luego, al final de la comida, situarse frente al fregadero para cargarlo.
En otras partes del apartamento, Wan ha creado armarios a medida de madera contrachapada, con espacios para todo, desde sus zapatos (en un hueco bajo el suelo) hasta su lavadora (bajo una estantería para pequeños electrodomésticos), con la mayoría de ellos fuera de la vista.
En el espacio de la vivienda, Wan dispone de almacenamiento bajo una plataforma elevada que sirve alternativamente de sofá, zona de comedor y, por la noche (tras sacar el colchón guardado bajo la plataforma), de cama. Justo al lado hay un escritorio sorprendentemente grande, inteligentemente colocado cerca de la ventana, donde recibe la mayor cantidad de luz. Cuando las horas de trabajo se acaban, el escritorio de madera en bruto puede abrirse para dejar ver un teclado, y voilà, el espacio de trabajo se convierte en uno de ocio.
Wan se ciñe a un esquema de colores relativamente sencillo -madera contrachapada natural, encimera negra, lechada roja como acento en el baño- que complementa el ladrillo pintado de blanco del apartamento y mantiene el espacio con un aspecto limpio. Y hace que parezca los 300 pies cuadrados más grandes que hayamos visto nunca.
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