La fiebre de cabina se refiere a la angustiosa irritabilidad claustrofóbica o a la inquietud que se experimenta cuando una persona, o un grupo, está atrapado en un lugar aislado o en un recinto cerrado durante un tiempo prolongado. Se puede denominar a una persona como stir-crazy, derivado del uso de stir que significa «prisión».
Una persona puede experimentar la fiebre de la cabaña en una situación como estar aislado dentro de una casa de vacaciones en el campo, pasar largos períodos bajo el agua en un submarino, o estar aislado de la civilización como durante una pandemia. Durante la fiebre de cabina, una persona puede experimentar somnolencia o insomnio, desconfiar de cualquier persona con la que esté, o tener ganas de salir al exterior incluso en condiciones adversas como mal tiempo o visibilidad limitada. El concepto también se invoca con humor para indicar el simple aburrimiento por estar solo en casa durante un periodo de tiempo prolongado.
La fiebre de cabina no es en sí misma una enfermedad y no tiene pronóstico. Sin embargo, los síntomas relacionados pueden llevar a quien la padece a tomar decisiones irracionales que podrían poner en peligro su vida o la del grupo con el que está confinado. Algunos ejemplos serían el suicidio o la paranoia, o abandonar la seguridad de una cabaña durante una terrible tormenta de nieve en la que uno puede estar atrapado.