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Fomite

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Un fomite es cualquier objeto inanimado (también llamado vector pasivo) que, cuando se contamina o se expone a agentes infecciosos (como bacterias, virus u hongos patógenos), puede transferir la enfermedad a un nuevo huésped. La contaminación puede producirse cuando uno de estos objetos entra en contacto con secreciones corporales, como fluidos nasales, vómitos o heces. Muchos objetos comunes pueden albergar un patógeno hasta que una persona entra en contacto con él, lo que aumenta la posibilidad de infección. Los objetos probables son diferentes en un entorno hospitalario que en el hogar o en el lugar de trabajo.

Fomites hospitalariosEditar

Detectar si un médico ha transferido inadvertidamente transferido fluidos a su ropa durante una secuencia de entrenamiento usando fluidos corporales simulados que llevan un tinte ultravioleta

Para los humanos, los fómites hospitalarios más comunes son las células de la piel, el pelo, la ropa y la ropa de cama.

Los fómites se asocian especialmente con las infecciones adquiridas en el hospital (HAI), ya que son posibles vías de transmisión de patógenos entre pacientes. Los estetoscopios y las corbatas son fómites comunes asociados a los proveedores de atención sanitaria. Esto preocupa a los epidemiólogos y a los profesionales de los hospitales debido a la creciente selección de microbios resistentes a los desinfectantes o a los antibióticos (el llamado fenómeno de resistencia a los antimicrobianos).

Los equipos hospitalarios básicos, como los tubos de goteo intravenoso, los catéteres y los equipos de soporte vital, también pueden ser portadores, cuando los patógenos forman biopelículas en las superficies. La esterilización cuidadosa de estos objetos evita la infección cruzada. Las jeringuillas usadas, si se manipulan incorrectamente, son fómites especialmente peligrosos.

Vida cotidianaEditar

Además de los objetos de los entornos hospitalarios, otros fómites comunes para los seres humanos son las tazas, las cucharas, los lápices, los mangos de los grifos del baño, las palancas de la cisterna del inodoro, los pomos de las puertas, los interruptores de la luz, los pasamanos, los botones del ascensor, mandos a distancia de la televisión, bolígrafos, pantallas táctiles, teléfonos de uso común, teclados y ratones de ordenador, mangos de cafeteras, encimeras, fuentes para beber y cualquier otro elemento que pueda ser tocado con frecuencia por distintas personas y limpiado con poca frecuencia.

Los herpes labiales, la enfermedad mano-pie-boca y la diarrea son algunos ejemplos de enfermedades que se propagan fácilmente por fómites contaminados. El riesgo de contagio de estas enfermedades y otras a través de fómites puede reducirse en gran medida con el simple hecho de lavarse las manos. Cuando dos niños de un hogar tienen gripe, más del 50% de los objetos compartidos están contaminados con el virus. En el 40-90% de los casos, un adulto infectado con rinovirus tiene el virus en las manos.

Transmisión de virus específicosEditar

Los investigadores han descubierto que las superficies lisas (no porosas) como los pomos de las puertas transmiten mejor las bacterias y los virus que los materiales porosos como el papel moneda, porque los materiales porosos, especialmente los fibrosos, absorben y atrapan el contagio, lo que hace más difícil contraerlo por el simple tacto. No obstante, los fómites pueden incluir ropa sucia, toallas, sábanas, pañuelos y vendajes quirúrgicos.

SARS-CoV-2 resultó ser viable en varias superficies de 4 a 72 horas en condiciones de laboratorio. Sin embargo, la transmisión por fómites del SARS-CoV-2 en entornos sanitarios reales está aún por determinar.

La investigación de 2007 demostró que el virus de la gripe seguía activo en el acero inoxidable 24 horas después de la contaminación. Aunque en las manos sólo sobrevive durante cinco minutos, el contacto constante con un fómite supone, casi con toda seguridad, el contagio de la infección. La eficacia de la transferencia no sólo depende de la superficie, sino principalmente del tipo de patógeno. Por ejemplo, la gripe aviar sobrevive tanto en materiales porosos como no porosos durante 144 horas.

Las agujas contaminadas son el fómite más común que transmite el VIH.

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