Además de la biopsia de tejidos, la citología es una herramienta indispensable para el cribado y el diagnóstico del cáncer. En esta técnica, se obtiene un material citológico del paciente, se extiende en portaobjetos de vidrio para su examen microscópico, se tiñe, se examina en busca de anomalías y se evalúa antes de emitir un informe final. La citología se diferencia de la histología en que la muestra suele consistir en una suspensión de células, mientras que las muestras histológicas suelen ser secciones de tejido real. Por ejemplo, una formulación de hematoxilina de Gill de una sola fuerza sería mucho más adecuada para la citología, mientras que una formulación de triple fuerza sería mejor para las secciones de tejido.
Los exámenes citológicos pueden realizarse utilizando las siguientes muestras:
- Los fluidos corporales, incluyendo la orina, el esputo o la flema, el líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido pleural, el líquido pericárdico y el líquido ascético o peritoneal
- Las células que se raspan o cepillan del tejido u órgano que se está analizando (por ejemplo, células del cuello uterino, del esófago, del estómago, de los bronquios y de la boca)
- Las lesiones palpables y no palpables
- Las pruebas citológicas, como la citología vaginal, sirven como una herramienta eficaz de cribado, ya que pueden utilizarse para detectar anomalías y otros cambios en el cuello uterino que pueden convertirse en cáncer de cuello uterino.
- Procedimiento de seguimiento rutinario. Esta técnica también se utiliza como procedimiento de seguimiento rutinario tras un diagnóstico inicial. Por ejemplo, a los pacientes a los que se les ha diagnosticado previamente un carcinoma pulmonar se les puede pedir que proporcionen esputo, cepillados bronquiales, muestras de secreción y fluidos de las cavidades corporales (por ejemplo, pleural, peritoneal y LCR) durante el período de seguimiento.
- Prueba diagnóstica. Los exámenes citológicos pueden ayudar a los clínicos y a los patólogos a llegar a un diagnóstico definitivo que puede ayudarles a proporcionar un plan de tratamiento eficaz para el paciente.
- Muestra utilizada. La biopsia utiliza tejidos corporales mientras que las pruebas citológicas utilizan materiales celulares. La recogida de la muestra citológica es menos invasiva y ni siquiera deja cicatriz. Además, el procedimiento no causa ninguna molestia significativa al paciente y tiene un riesgo extremadamente bajo de dar lugar a complicaciones graves.
- La recogida de muestras para las pruebas citológicas cuesta menos, ya que el procedimiento es extremadamente sencillo. Por lo general, no requiere el uso de anestesia general ni ningún equipo elaborado.
- Debido a la invasividad asociada a las biopsias, a menudo no se realizan a menos que haya suficiente sospecha o riesgo de una determinada afección. Aunque los procedimientos citológicos pueden ser a veces menos precisos, son mucho más adecuados para el cribado de forma preventiva.
Las muestras citológicas de las lesiones palpables y no palpables de la zona de interés pueden obtenerse mediante una técnica conocida como aspiración con aguja fina o FNA. Básicamente, esta técnica utiliza una aguja fina (normalmente una aguja de calibre 21-25 francés) para aspirar material celular de la lesión y utilizarlo como base para realizar un diagnóstico.
Procesamiento del material citológico
En la preparación de la muestra citológica, el material se unta en portaobjetos de vidrio y se sumerge en una serie de tinciones (Diff Quick, Romanowsky, Papanicolaou, tinción de hematoxilina y eosina) antes de ser examinada al microscopio. Sin embargo, como los fluidos corporales están muy diluidos, se concentran primero antes de la tinción. A continuación, las muestras son analizadas por un patólogo.
Como exige la ley federal, los portaobjetos clínicos se conservan en el laboratorio durante al menos cinco años. Esto significa que, en caso de que un paciente requiera una segunda opinión de un médico diferente, se puede seguir utilizando la misma muestra (siempre que haya suficiente material disponible). Los materiales citológicos pueden someterse a una serie de estudios auxiliares que incluyen simples tinciones especiales, inmunohistoquímica, citometría de flujo, análisis citogenético, microscopía electrónica y estudios de patología molecular.
Importancia de la citología
Los exámenes citológicos tienen numerosas aplicaciones. Pueden utilizarse para:
Citología frente a biopsia: sopesando las diferencias
Aunque tanto la citología como la biopsia pueden utilizarse para diagnosticar el cáncer de forma eficaz y segura, hay un mundo de diferencias entre ambas. Estas son algunas de sus principales diferencias:
Hay ocasiones en las que los resultados de la biopsia son más precisos. Esto suele ocurrir cuando la recogida de citología no proporciona muestras representativas o no ofrece una anomalía fácilmente reconocible para su análisis. La citología a menudo se basa en que ciertas células se desprenden de un tejido y luego se recogen. Por lo tanto, tiene mucho sentido que una biopsia de ese tejido específico sea mucho más precisa e informativa que utilizar el líquido que lo rodea. La citología tampoco proporciona ninguna información estructural sobre cómo están dispuestas las células dentro de un tejido, algo que suele ser útil cuando se observan las primeras etapas de la tumorigénesis.
Sin embargo, enfermedades como el cáncer son conocidas por tener un pronóstico que está directamente relacionado con la etapa en la que se diagnosticó. Muchas formas de cáncer conocidas por tener un mal pronóstico, como el de colon o el de próstata, también están asociadas a la detección tardía. Si bien la toma de biopsias sin un cierto grado de sospecha de una enfermedad no es aconsejable, es aquí donde brilla la citología. Procedimientos como el papanicolau se utilizan de forma rutinaria para examinar a los pacientes de forma preventiva. Hasta ahora, muchos de estos procedimientos de chequeo rutinario se basaban en la información visual, como es el caso de las colonoscopias. Sin embargo, los avances en inmunología y otros procedimientos de diagnóstico están conduciendo a procedimientos menos invasivos que tienen el potencial de detectar aberraciones antes de que el ojo humano pueda hacerlo. Hacer que los procedimientos de chequeo sean menos invasivos es un objetivo muy importante ya que podría conducir a chequeos más frecuentes y por lo tanto a un diagnóstico más temprano.
Blogs relacionados
Diferencias clave de H&E y tinciones especiales para inmunohistoquímica