El cuerpo alberga normalmente una variedad de gérmenes, incluyendo bacterias y hongos. Algunos de ellos son útiles para el organismo, otros no producen ningún daño ni beneficio y otros pueden causar infecciones perjudiciales.
Algunas infecciones fúngicas son causadas por hongos que suelen vivir en el pelo, las uñas y las capas externas de la piel. Incluyen hongos parecidos a las levaduras, como la cándida. A veces, estas levaduras penetran por debajo de la superficie de la piel y provocan la infección.
En la candidiasis cutánea, la piel está infectada por hongos candida. Este tipo de infección es bastante común. Puede afectar a casi cualquier parte de la piel del cuerpo, pero lo más frecuente es que se produzca en zonas cálidas, húmedas y con pliegues, como las axilas y la ingle. El hongo que con más frecuencia causa la candidiasis cutánea es Candida albicans.
La cándida es la causa más común de la dermatitis del pañal en los bebés. Los hongos aprovechan las condiciones cálidas y húmedas del interior del pañal. La infección por cándida también es especialmente común en personas con diabetes y en aquellas que son obesas. Los antibióticos, la terapia con esteroides y la quimioterapia aumentan el riesgo de candidiasis cutánea. La cándida también puede causar infecciones en las uñas, los bordes de las uñas y las comisuras de la boca.
La candidiasis oral, una forma de infección por cándida del revestimiento húmedo de la boca, suele producirse cuando las personas toman antibióticos. También puede ser un signo de una infección por VIH u otros trastornos del sistema inmunitario debilitado cuando se produce en adultos. Los individuos con infecciones por cándida no suelen ser contagiosos, aunque en algunos entornos las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden contraer la infección.
La cándida es también la causa más frecuente de las infecciones vaginales por hongos. Estas infecciones son comunes y a menudo se producen con el uso de antibióticos.