En 2008, mientras estaba a bordo del barco de su compatriota de Kentucky y fundador de OCEARCH, Chris Fischer, el maestro mezclador de Jefferson, Trey Zoeller, tuvo una idea descabellada. Mientras él y Chris observaban cómo el whisky se arremolinaba en sus vasos, impulsado por el constante vaivén de las olas, reflexionaron: ¿qué le ocurriría a un barril de bourbon si se envejeciera en el mar? Poco después, cinco barriles de whisky bourbon puro fueron cargados a bordo del MV OCEARCH, y enviados en un viaje de tres años alrededor del mundo. El resto, como se dice, es historia. El movimiento constante del océano y las fluctuaciones extremas de temperatura mientras el OCEARCH recorría el mundo transformaron completamente el whisky. El resultado es un bourbon hiperenvejecido, espeso y oscuro, con una profundidad y complejidad increíbles. La agitación constante y el clima cambiante le confirieron un sabor dulce y caramelizado que recuerda al ron oscuro, mientras que el aire salado del océano y el rocío del mar le dieron al bourbon el carácter salado y sabroso de un whisky escocés de Islay. Desde este descubrimiento, Trey ha enviado cientos de barriles por todo el mundo, y cada viaje ha recorrido (de media) más de 25 puertos, 5 continentes y 3 cruces del ecuador. Este es el bourbon más viajado del mundo.