Katharine Graham, que había trabajado en los departamentos de redacción y circulación del Washington Post, se convirtió en propietaria del periódico a la muerte de su marido Philip Graham en 1963. Ocupó el cargo de editora desde 1969 hasta 1979, y desde 1973 hasta 1991 el de presidenta del consejo de administración y directora general. En 1965, contrató a Benjamin Bradlee como director del Washington Post y juntos crearon una plantilla de periodistas y editores que situó al periódico entre los más importantes de Estados Unidos. La Sra. Graham siguió siendo Presidenta del Consejo de Administración hasta su muerte en 2001.
«Amar lo que haces y sentir que importa ‘ ¿cómo puede haber algo más divertido?», dijo Katharine Graham, cuando dirigía el Washington Post. Considerada como una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos, las valientes decisiones de Graham de publicar los Papeles del Pentágono, un estudio gubernamental de alto secreto sobre la participación militar de Estados Unidos en Vietnam, después de que el New York Times recibiera una orden judicial de no hacerlo, y de seguir adelante con la investigación sobre el Watergate, le granjearon una reputación de periodista valiente, justa y rigurosa. Como mujer de negocios, la Sra. Graham dirigió la Washington Post Company hasta convertirla en un conglomerado de periódicos, emisoras, cables y revistas. Creía que la excelencia editorial y la rentabilidad estaban interrelacionadas. Formó parte de numerosos consejos filantrópicos y recibió innumerables premios en reconocimiento a sus logros como periodista, editora, mujer y empresaria.
En 1998, Katharine Graham ganó el Premio Pulitzer de biografía con su relato Historia personal. Su historia y sus acciones son un ejemplo para todas las mujeres de que todo es posible. Describiéndose a sí misma como una mujer originalmente tímida e insegura, no preparada para las responsabilidades que heredó, se convirtió en exitosa y en una de las mujeres más poderosas del siglo.