Este año, la sal de lava es el nuevo negro.
¿Qué es? La sal se infunde con carbón activado de la lava que se encuentra en esas regiones, lo que da a la sal su profundo tono de obsidiana. La belleza de la sal de lava negra no es sólo superficial; el carbón actúa como un potente desintoxicante que limpia el cuerpo de impurezas, aporta minerales esenciales y mejora la digestión. Si «lava» no parece un sabor que quiera explorar, piénselo de nuevo. Los cristales en forma de pirámide añaden una sutil terrosidad a los platos, con toques de humo que normalmente asociarías a la parrilla de carbón.
¿Qué hago con él?
En resumen, todo: al fin y al cabo, es sólo sal con algunas notas de sabor interesantes. Se suele utilizar como sal de acabado, y se puede espolvorear sobre pescados carnosos, como el fletán o el atún, para añadir profundidad sin sobrecargar el plato. Pruebe un poco sobre patatas asadas crujientes, hortalizas de raíz asadas o coles de Bruselas, o eche un poco sobre platos a base de huevo y no quedará decepcionado. Lo mismo ocurre con las ensaladas y sopas más abundantes, que piden un poco de profundidad ahumada, especialmente en los meses más fríos. La descomposición de los cristales también les da una flexibilidad que no tienen como sal decorativa. Busque la sal de lava negra en las tiendas locales de alimentos saludables y en las tiendas de comestibles especializadas.