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Las hormigas más grandes del mundo llegan al zoo de Reikiavik

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«Son las hormigas más grandes que se encuentran en la naturaleza», dijo Þorkell Heiðarsson, jefe de departamento del zoo y parque familiar de Reikiavik, sobre las hormigas gigantes que se dirigen al pequeño zoo de Reikiavik desde su actual hogar en Brasil. Þorkell habló hoy de las hormigas en la radio matutina RÚV. Los bichos pertenecen al género Dinoponera, que sólo se encuentra en las selvas de Sudamérica. Las hormigas obreras hembras del género pueden llegar a medir entre 3 y 4 cm.

Para poder importar las criaturas reptantes, el zoo necesitó el permiso de las autoridades islandesas y brasileñas. Sin embargo, las hormigas que llegan a Islandia no son precisamente habitantes de la selva: se llevarán de un laboratorio universitario de Sao Paulo donde se crían para su estudio. Los especímenes de Dinoponera no serán las primeras hormigas que llamen al zoo su hogar: las hormigas cortadoras de hojas también se expusieron allí en su día. Las cortadoras de hojas son mucho más pequeñas que las residentes del zoo, pero tienen una estructura social muy compleja. «Cultivan hongos para alimentar a sus crías, se dedican a la jardinería y a la agricultura desde tiempos inmemoriales», dice Þorkell. «Tienen muchas castas, que van desde los dos milímetros hasta poco más de un centímetro de longitud».

Las hormigas gigantes que vienen de camino al zoo de Reikiavik son mucho más grandes, pero su organización social no está ni de lejos tan estratificada. «No hay tanta división del trabajo y hay muchas menos hormigas en cada colonia, sólo unas pocas docenas, en lugar de incluso millones». Þorkell afirma que las hormigas son populares entre los niños y tienen un importante valor educativo, al permitir «observar cómo los pequeños insectos mantienen sistemas sociales complejos como las personas».»

En general, en Islandia está prohibida la importación de animales, y el zoo de Reikiavik alberga principalmente animales de granja islandeses. No obstante, cuenta con algunos ejemplares más exóticos, como lagartos y una serpiente. Las autoridades islandesas concedieron una excepción a las hormigas, que las consideraron de bajo riesgo, ya que es poco probable que sobrevivan y se propaguen en Islandia si se escapan. «Estas hormigas son animales tropicales y no hay forma de que puedan sobrevivir en estado salvaje en Islandia», explicó Þorkell.

Las autoridades brasileñas todavía tienen que dar el visto bueno completo a la exportación de las hormigas, aunque si todo va como está previsto, podrían estar en el zoo en pocas semanas. Þorkell no está seguro de si se encargará de la entrega personalmente. «Estas hormigas son muy resistentes y pueden picar y causar mucho dolor. Están emparentadas con las abejas y las avispas. Así que no prometo nada en ese sentido».

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