Resulta que las probabilidades de que existas son infinitamente pequeñas. Pero, ¿cómo de pequeñas?
El Dr. Ali Binazir ilustra la extremadamente improbable cadena de acontecimientos que tendría que ocurrir para que nacieras con este ejemplo en una entrada del blog:
Imagina que hubo un salvavidas arrojado en algún océano y que hay exactamente una tortuga en todos estos océanos, nadando bajo el agua en algún lugar. La probabilidad de que tú hayas surgido y existas hoy es la misma que la de esa tortuga sacando la cabeza del agua: en medio de ese salvavidas. En un intento.
El Dr. Binazir ha calculado los números exactos que se muestran en la infografía de abajo.
El camino comienza con las probabilidades de que tu padre conozca a tu madre (1 entre 20.000). Esto se multiplica por las probabilidades de que permanezcan juntos el tiempo suficiente para tener hijos (1 entre 2.000), y así sucesivamente…
La probabilidad de que existas en absoluto resulta ser de 1 entre 102.685.000 -sí, ¡es un 10 seguido de 2.685.000 ceros!
Binazir concluye que las probabilidades de que estés vivo son básicamente cero.