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Los pagos de la demanda por conmoción cerebral de la NFL revelan cómo continúa el sesgo racial en la ciencia

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La primera semana de la temporada 2020 de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se produjo en medio de un creciente movimiento de justicia social en el deporte profesional. Mientras otros atletas protestaban por la violencia policial y honraban a las víctimas negras, los partidos de la NFL incluyeron un «momento de unidad» contra el racismo. Los eslóganes «End Racism» y «It Takes All of Us» ocuparon un lugar destacado.

Mientras tanto, dos ex jugadores, Najeh Davenport y Kevin Henry, han acusado a la NFL de discriminar a los jugadores negros que buscan compensación a través del acuerdo de conmoción cerebral de la liga. Ambos hombres -que son negros- alegan que los ajustes basados en la raza de las puntuaciones de las pruebas neurocognitivas hicieron que no pudieran optar a los pagos relacionados con la demencia.

Al haber estudiado las respuestas a las lesiones cerebrales y a las enfermedades cerebrales degenerativas entre los antiguos jugadores de la NFL, reconocemos que esta última crítica es sólo uno de los varios problemas del acuerdo de conmoción cerebral de la liga. Sin embargo, la queja de Davenport y Henry pone de manifiesto las desigualdades que van más allá de la compensación laboral. Es un ejemplo de cómo la ciencia racial sigue perjudicando a los negros al mantener las creencias racistas sobre la superioridad blanca.

Si las vidas de los negros importan, la ciencia -al igual que el sistema de justicia penal- debe reconocer que sus luchas contra el racismo no son cosa del pasado.

Acuerdo de la NFL sobre conmociones cerebrales

En respuesta a una demanda colectiva presentada en nombre de más de 4.500 exjugadores en 2012, la NFL acordó un acuerdo de 765 millones de dólares en 2014. El acuerdo final permitía una compensación de hasta 1.000 millones de dólares para los jugadores retirados con graves afecciones médicas vinculadas a repetidos traumatismos craneales.

El acuerdo ha sido criticado por diversas razones. Impidió una mayor investigación de la conducta de la NFL y entregó una indemnización relativamente pequeña en comparación con los ingresos anuales de la liga.

Más problemas surgieron cuando los exjugadores comenzaron a presentar reclamaciones. Salieron a la luz revelaciones sobre conflictos de intereses, prestamistas depredadores que apuntaban a los solicitantes e importantes retrasos en los pagos.

Hasta la fecha, los jugadores retirados han recibido alrededor de 720 millones de dólares por problemas neurocognitivos, incluyendo más de 300 millones por demencia. Sin embargo, más de dos tercios de las aproximadamente 3.000 reclamaciones relacionadas con la demencia han sido denegadas. Las reclamaciones de Davenport y Henry plantean preguntas sobre cómo los prejuicios raciales pueden contribuir a la baja tasa de indemnizaciones relacionadas con la demencia.

Discriminación científica

La demanda legal de Davenport y Henry describe «un régimen de pruebas discriminatorio» en el que los médicos pueden aplicar diferentes estándares de referencia:

Se ha asumido automáticamente que los ex jugadores negros, a través de una manipulación estadística llamada «normalización de la raza», han comenzado con un funcionamiento cognitivo peor que los ex jugadores blancos.

El uso de la normalización de la raza en neuropsicología busca dar cuenta de las tendencias históricas que muestran que las personas negras pueden tener puntuaciones promedio más bajas en las pruebas cognitivas que las personas blancas. La justificación para crear puntuaciones de referencia más bajas para los negros es evitar que sean objeto de un diagnóstico excesivo de deterioro cognitivo.

La normalización racial ajusta los sesgos raciales dentro de las pruebas cognitivas, pero no los elimina. Esta práctica pasa por alto la diversidad de experiencias y puede perpetuar ideas generalizadas sobre las diferencias inherentes entre los grupos raciales.

En el caso de la NFL, la media de referencia más baja hace que sea más difícil para los solicitantes de premios negros demostrar que han sufrido un deterioro cognitivo grave en comparación con sus homólogos blancos. La denuncia subraya que Davenport y Henry habrían podido optar a los premios si no hubiera existido este requisito basado en la raza. Cuatro legisladores estadounidenses han escrito al comisionado de la NFL, Roger Goodell, expresando su preocupación de que el proceso de evaluación viola los requisitos de igualdad de protección.

un jugador que sostiene un balón de fútbol americano corre delante de un jugador de otro equipo
Najeh Davenport, de los Green Bay Packers, se escapa de Rich Coady (25), de los St. Louis Rams, para una carrera de touchdown de 40 yardas en el cuarto cuarto del año 2004, en Green Bay, Wisconsin. (AP Photo/Morry Gash, File)

Desafiando a la ciencia racial

Los problemas en los premios de conmoción cerebral de la NFL reflejan preocupaciones más amplias en torno al mal uso de la raza en la medicina y la ciencia. A principios de septiembre, una carta publicada en Science pedía a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos que abordaran la tendencia errónea de analizar las categorías raciales como si fueran indicadores de diferencias raciales inherentes. El enfoque en la raza pasa por alto cómo el racismo interactúa con otras desigualdades.

Las disparidades ambientales, sociales y estructurales -no las características biológicas- son las causantes de los peores resultados sanitarios en las comunidades negras, indígenas y otras comunidades de color. Al utilizar la categoría de raza para sustituir las experiencias culturales, socioeconómicas y educativas, la línea de base de la NFL para medir los daños neurocognitivos es una representación inexacta de las diferencias entre grupos de jugadores. Se trata de un caso de «determinismo biosocial», que tergiversa la forma en que las condiciones sociales afectan a las discrepancias en la salud y la función del cerebro.

Las evaluaciones del premio por conmoción cerebral demuestran cómo la ciencia puede respaldar explicaciones biológicas engañosamente simples y restar importancia al impacto de las desigualdades sistémicas.

Por qué es importante el deporte

El deporte ha sido -y sigue siendo- un espacio influyente en el que las afirmaciones basadas en la raza han dado forma a las percepciones de los cuerpos de los atletas y sus habilidades.

Los mitos sobre la superioridad biológica (y las carencias intelectuales) de los atletas negros influyen en la cobertura de los medios de comunicación, en la búsqueda de jugadores y en las prácticas de evaluación. «Apilar» a los jugadores negros en posiciones diferentes a las de los blancos sigue siendo habitual en el fútbol.

La ciencia del deporte ha reforzado durante mucho tiempo creencias erróneas al ofrecer medidas que aparentemente validan los estereotipos culturales sobre la diferencia racial. La denuncia legal de Davenport y Henry pone de manifiesto cómo la NFL sigue utilizando la ciencia racial incluso cuando la liga afirma promover el apoyo a la justicia racial.

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