Las personas con personalidades fuertes aprenden a socializar de dos maneras diferentes. Por primera vez, investigadores del Instituto Donders de la Universidad de Radboud han colaborado con la Universidad de la Ciudad de Londres para estudiar cómo funcionan las personas dominantes en situaciones sociales.
«En muchas especies de animales, el líder de la manada suele ser muy bueno en el aprendizaje social», dijo la coautora del estudio, Jennifer Cook, investigadora del Instituto Donders, en un comunicado de prensa. «¡Completamente lo contrario de lo que solemos creer con las personas! En los gorriones de Harris, por ejemplo, las aves dominantes siguen a otras que toman decisiones inteligentes. Queríamos ver si esto es cierto, no sólo en las aves, sino también en los seres humanos».
No es una sorpresa que alguien con una fuerte personalidad consiga lo que quiere en una situación social, pero lo hace de forma muy estratégica. Se acercan a ella de una manera en que un animal lo haría naturalmente. Las personas socialmente dominantes harán aliados y tratarán de influir en los demás para que se pongan de su lado con argumentos sólidos, mientras que las personas agresivamente dominantes utilizarán un tipo de estrategia más dictatorial. Si no estás de acuerdo con el tipo de personalidad agresiva, es «a mi manera o la carretera», según los investigadores.
Es fácil olvidar que los humanos son animales, por lo que tiene sentido que los investigadores puedan encontrar estrategias sociales similares en el reino animal. Después de encuestar a las personas para averiguar sus preferencias en cuanto a cómo actuar durante las situaciones sociales, se dieron cuenta de que había un patrón. Los que puntuaban alto en preguntas como «generalmente pongo en contacto a la gente» se consideraban socialmente dominantes. Mientras que las personas que puntuaban alto en preguntas como «Me gusta que otras personas me sirvan» representaban una dominación agresiva en entornos sociales.
«Nuestro estudio muestra que mientras que los individuos agresivamente dominantes prefieren confiar en su experiencia personal, los individuos socialmente dominantes bien vistos están predispuestos a utilizar la información que proviene de otras personas», dijo Cook. «Esto muestra el lado positivo de la dominación social».
Evaluar con precisión los tipos de personalidad de las personas en entornos sociales podría ser tan beneficioso como saber qué tipo de aprendiz es. Los seres humanos pueden tener tantas fortalezas y debilidades, y al entender el paquete completo de una persona, los estudiantes pueden crecer en adultos capaces de manera más eficiente. Las personas con personalidades dominantes no tienen por qué ser estereotipadamente intransigentes y mandonas. Toman el control en una situación, están muy orientados a las tareas y se centran en conseguir objetivos. Al igual que debe haber un líder en una manada de leones, debe haber un director de proyecto que domine de forma natural y constructiva a sus compañeros de trabajo.
«En mi opinión, la perspectiva más sutil que ofrecemos podría tener importantes implicaciones para la toma de decisiones tanto en la sala de juntas como en el aula», dijo Cook. «Por ejemplo, si se intenta ayudar a un líder a aprender algo nuevo, puede ser importante tener en cuenta si es social o agresivamente dominante, y si aprenderá mejor por una vía social o individual».»