El best seller de 1947 de Marjory Stoneman Douglas, The Everglades: River of Grass, despertó la conciencia de Estados Unidos y transformó los Everglades de Florida, que pasaron de ser una zona considerada como un pantano inútil -que debía ser drenado y desarrollado comercialmente- a un parque nacional que se considera un valioso recurso medioambiental que debe ser protegido y preservado. Tras esta exitosa campaña para preservar los Everglades como parque nacional, Douglas continuó su labor fundando los Amigos de los Everglades, una organización conservacionista que sigue activa en la actualidad.
Siempre adelantada a su tiempo, Douglas se graduó en el Wellesley College como estudiante de inglés en 1912. Unos años más tarde, Douglas se fue a Miami para ser reportera del periódico de su padre, que más tarde se convertiría en The Miami Herald. Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió en la Cruz Roja Americana en Europa. Después de la guerra, inició su carrera como editora del periódico de su padre. Muchos de sus editoriales se centraban en lo que ella percibía como el creciente problema del rápido desarrollo comercial de Florida. En la década de 1920, dejó el periódico para iniciar una segunda carrera como autora. A lo largo de los años publicó muchos libros y relatos cortos, tanto de ficción como de no ficción -la mayoría para adultos, pero varios para niños-, centrados especialmente en las mujeres, la historia y la vida en el sur de Florida y cuestiones medioambientales. También participó en otras campañas y obras de caridad para mejorar la sociedad: campañas contra los propietarios de barrios marginales y para mejorar las condiciones de las viviendas, a favor de la leche gratuita para los bebés cuyos padres necesitaban ayuda, y para la ratificación de la Enmienda del Sufragio Femenino.
Lo más importante es que dedicó su vida a preservar y restaurar los Everglades. Vivió lo suficiente para ser testigo de grandes éxitos. En 1996, por ejemplo, los votantes de Florida aprobaron una enmienda constitucional que hacía a los contaminadores los principales responsables de la limpieza de los Everglades. Y los gobiernos de Florida y federal han autorizado proyectos multimillonarios para restaurar y ampliar los Everglades. En reconocimiento a su incansable y exitosa lucha, el estado de Florida puso su nombre a la sede de su Departamento de Recursos Naturales.